Coalición de tradicionales se cocina a fuego lento por fragmentación de las bancadas

En la cocina del expresidente César Gaviria, en su apartamento de los cerros orientales de Bogotá, se prepara una receta política para dar un golpe sobre la mesa en las próximas elecciones legislativas y presidenciales. El jefe de los liberales y su hijo, Simón Gaviria, se han hecho cargo del menú, pues fueron ellos quienes el pasado lunes 17 de marzo invitaron a cenar a las cabezas del Partido Conservador, La U y el Nuevo Liberalismo para hablar de la conformación de una coalición de centroderecha de cara a las elecciones presidenciales de 2026.

Con el mismo propósito, el próximo martes los Gaviria serán anfitriones de otra comida en la que buscarán, junto a los mismos invitados y otros más, darle forma a esa eventual alianza y anunciar la ruta que tomarán. La apuesta es que todos los sectores que se sumen lleven un precandidato a las consultas interpartidistas que se harán el mismo día de las elecciones legislativas, el 8 de marzo de 2026, para que de ahí salga el nombre que buscarán ubicar en la segunda vuelta presidencial.

Aunque la propuesta ha sonado desde hace varios meses en las toldas de esas cuatro colectividades, solo hasta ahora sus directivas decidieron poner el pie en el acelerador tras el campanazo electoral que dio el presidente Gustavo Petro con el anuncio de una consulta popular por sus reformas. Fuentes que han tenido acceso a los acercamientos aseguran que el punto de partida fue reconocer que el petrismo mantendrá un 30% de la favorabilidad, a lo que se suma la capacidad de mover el presupuesto nacional y la buena ubicación en las encuestas de fichas como Gustavo Bolívar, por lo que se trataría de la fuerza a vencer.

En ese camino, las directivas de los partidos han sostenido reuniones con varias figuras que están buscando pista para lanzar sus candidaturas, pero hasta el momento solo hay un ramillete sobrecargado de nombres, muchos de los cuales no tienen un capital político considerable. Por otra parte, se han tenido que enfrentar a la indecisión de algunos de los posibles participantes de la coalición y, más complejo aún, a que no todos cuentan con el respaldo de sus bancadas en el Congreso, ya que las mismas están pensando en las legislativas o incluso están fragmentadas por cercanías con el oficialismo.

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Así está el partidor de candidatos para las elecciones de 2026

Voces de los partidos Conservador, Liberal y La U coinciden en los nombres de los posibles precandidatos que han estado tocando sus puertas en busca de un aval para las presidenciales. Mauricio Cárdenas, exministro de Hacienda; Felipe Córdoba, excontralor; y Francisco Barbosa, exfiscal general, son algunos de los que se han reunido con los líderes de cada movimiento para explorar sus opciones. En el caso de La U, se sabe que el embajador en Reino Unido, Roy Barreras, ha hecho llamadas y ha citado a varios congresistas para medir la probabilidad de que lo apoyen.

Los directores de ese partido, Alexander Vega y Clara Luz Roldán, han sido enfáticos al señalar que no quieren respaldar a nadie que tenga conexiones o pasado con el gobierno de Gustavo Petro, lo que incluso hace que las puertas estén cerradas para la exalcaldesa de Bogotá Claudia López, según le contó a este diario Vega. Así mismo, aseguran, no están dispuestos a aceptar nombres que estén muy a la derecha, lo que en un principio descarta un puente con el uribismo. La bancada de La U comparte la idea de no invitar al petrismo, pero así mismo no está convencida de que figuras como Barbosa o Córdoba tengan el peso político que se requiere.

Conservadores y liberales piensan igual y aseguran que el tema es urgente, pues si revisan sus filas tampoco tienen nombres fuertes. Salvo por el caso del exgobernador de Sucre Héctor Olimpo Espinosa, quien le dijo a este medio que apenas se abran las inscripciones buscará el aval liberal, en los dos partidos más antiguos del país no tienen candidatos propios para las elecciones de 2026 y las mayorías aseguran que, una vez más, tendrán que buscar cómo aterrizar en el mejor escenario.

El abanico de opciones se extiende un poco más si se tiene en cuenta que hay dos pequeñas coaliciones que están interesadas en ingresar al bloque de los tradicionales: la de los exgobernadores y la de los exalcaldes. En el primer grupo se destacan algunos como Juan Guillermo Zuluaga (Meta), Aníbal Gaviria (Antioquia) o Elsa Noguera (Atlántico). Ellos y cerca de 20 exgobernadores más se reunieron en diciembre de 2024 para buscar cómo unirse y hacer campaña con las banderas de la descentralización y las críticas a Petro por la inseguridad en las regiones. Sin embargo, las conversaciones se enfriaron y unos pocos como Zuluaga o el mismo Espinosa están más cerca del gran bloque de centroderecha.

Por el otro lado, hay cuatro exalcaldes que también buscan un espacio en la contienda: Jaime Pumarejo (Barranquilla), Jairo Yañez (Cúcuta), José Manuel Ríos (Armenia) y Juan Carlos Saldarriaga (Soacha). Ellos llevan un año en diálogos con otra veintena de exmandatarios locales y esta semana aprovecharon el partido de Colombia contra Paraguay para reunirse en Barranquilla y hacer oficial la alianza. Sin embargo, el grupo también es consciente de que su mejor opción es incluir un precandidato en la consulta de los tradicionales; por ahora, el más opcionado parece ser Pumarejo.

A todos estos nombres también podrían sumarse Enrique Peñalosa, Juan Daniel Oviedo, José Manuel Restrepo o Luz María Zapata, a quienes los comicios también les sirven como una suerte de trampolín a otras aspiraciones. Aun así, ninguno de los 15 mencionados parece tener el capital político para enfrentarse al petrismo.

En este punto aparecen dos nombres que, si bien tienen más reconocimiento y buenos resultados en las encuestas, aún no deciden cuál camino tomar. Se trata de Juan Manuel Galán, director del Nuevo Liberalismo, y Germán Vargas Lleras, jefe de Cambio Radical. El primero ya estuvo en la pasada cena con Gaviria y el segundo, según fuentes cercanas de su partido, podría asistir a la segunda, al igual que el exsenador David Luna, también de Cambio Radical.

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En diálogo con El Espectador, Galán dijo que hasta el momento las conversaciones son muy “preliminares” y no hay nada acordado. “Yo les dije que no podemos hacer una consulta en montoneras, sino que tendría que haber unas eliminatorias entre septiembre y noviembre, utilizando los foros regionales y las encuestas, para luego tener solo dos candidatos en marzo”, señaló Galán, quien también dijo que las puertas se les podrían abrir a sectores religiosos u otra de las coaliciones que se ha conformado este año, la de la Alianza por la Libertad, la Moral y la Acción (ALMA), que incluye a ADA, Colombia Justa Libres y La Liga Gobernante Anticorrupción.

Por otra parte, Galán es uno de los que más pide que la campaña no sea “contra una persona”, lo que generaría choques con buena parte del resto de la coalición, que en líneas generales quiere posicionarse como la antítesis de Gustavo Petro. De acuerdo con la encuesta más reciente de Invamer, Juan Manuel Galán sería el cuarto más votado si las elecciones fueran este domingo, pues obtuvo un respaldo del 7,8 %.

En el quinto lugar de esa medición está, precisamente, Germán Vargas Lleras, quien podría ser el otro as de los tradicionales. Al igual que Galán, el exvicepresidente no ha oficializado una candidatura, pero en su partido le piden que salte al ruedo. Según Invamer, es uno de los más opcionados para ganar una consulta de derecha, pues está a unos decimales de Vicky Dávila y por encima de Miguel Uribe y María Fernanda Cabal, las principales fichas del Centro Democrático.

Las bancadas del bloque tradicional creen que Galán y Vargas podrían medirse en la consulta y, de hecho, aseguran que ese sería el mejor escenario para el segundo, en tanto el primero tiene más espacio en el centro y una cercanía con otro jugador que puntea en las encuestas, Sergio Fajardo, lo cual deja varios interrogantes sobre si el bloque de centroderecha será finalmente la esquina del jefe del Nuevo Liberalismo.

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Las movidas del Congreso para el 2026

En los pasillos del Capitolio, los congresistas conservadores, liberales y de La U aseguran que, hasta el momento, no han sido consultados sobre las reuniones entre sus directivas. Algunos dicen que no lo ven problemático porque ellos están enfocados en definir y reforzar sus listas a Senado y Cámara, pero otros creen que eso incluso podría generar que la eventual coalición nazca muerta si no hay conexión con quienes en realidad mueven los votos.

Varios congresistas le han pedido a sus jefes dejar los diálogos para el segundo semestre de 2025, en parte porque creen que primero se debe armar la estrategia para las legislativas, pero también porque muchos tienen en juego sus representaciones en el Ejecutivo. Sobre el primer punto, El Espectador conoció que las bancadas han avanzado en la discusión de las listas y que incluso ya se están presentando roces internos por la puja entre los representantes a la Cámara que quieren dar el salto al Senado.

Entre los liberales ya se habla del paso al costado que darían los senadores Juan Diego Echavarría, Jaime Durán y Mauricio Gómez, este último muy probablemente con la mira puesta en un cargo de poder regional. Así mismo, buscarían subir a la Cámara alta los representantes Álvaro Monedero, Diego Patiño, Óscar Sánchez, María Eugenia Lopera y Juan Carlos Lozada.

En el Partido Conservador se comenta que Nadia Blel, presidenta de la Comisión Séptima, saldrá del Legislativo en busca de la Gobernación de Bolívar y para darle paso a su hermano, Vicente Antonio Blel. Así mismo, desde el Huila preparan el regreso del veterano Hernán Andrade, quien fue presidente del partido y ahora tiene a su hermana, Esperanza Andrade, en el Senado.

Por el lado de La U, se espera el salto de Saray Robayo, Wilmer Carrillo y Ana Paola García. Del Senado podría salir Julio Elías Chagüi, pues además de que está salpicado en el escándalo del saqueo a la UNGRD, en Córdoba aseguran que su prima, Ruby Chagüi, volvería a representar a la casa política en 2026 con una candidatura por el Centro Democrático.

Y en el caso del Nuevo Liberalismo, este diario conoció que Galán lanzará pronto una coalición para Senado con el Mira y Dignidad y Compromiso, lo que, como ya se mencionó, vuelve a revivir las opciones de un acercamiento con Sergio Fajardo, quien en la encuesta Invamer quedó en segundo lugar con un 9,5 %.

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Así las cosas, los congresistas, por ahora, tienen otros planes, pero advierten que sí deben ser tenidos en cuenta más adelante para tomar las decisiones sobre las presidenciales. Algunas voces incluso aseguran que Gaviria, Galán, Vega, Roldán y Efraín Cepeda no pueden hacer cuentas alegres con sus votos —en 2022 los cuatro partidos sumaron 5,7 millones de votos al Senado—, pues estos son de los congresistas y sus regiones.

“Por ahora eso es puro cuento, Gaviria no controla la bancada porque en el Senado está dividida en tres y en la Cámara es de Petro; los conservadores siguen con sus cuotas en el Gobierno y en La U los congresistas no le paran bolas a sus dos directores (...) pueden hablar lo que quieran, pero sin bancadas no tienen nada que hacer”, dijo un senador liberal que pidió no ser citado.

Petrismo y oposición también se mueven

A pesar de los intentos de poner en marcha una coalición, a los tradicionales les empieza a jugar en contra el reloj, pues mientras avanzan a cuentagotas, el oficialismo ya está en campaña y, como lo contó El Espectador, la próxima semana lanzará su apuesta por el “sí” a la consulta popular, con la cual busca calentar sus bases meses antes de las elecciones.

Así mismo, el presidente y varios de sus alfiles en el Congreso buscan afianzar el partido unitario que fusionará las personerías de Colombia Humana, Polo Democrático, la Unión Patriótica y el sector que se escindió de MAIS. Así mismo, como él mismo lo reconoció, la llegada de Armando Benedetti al gabinete implica buscar la conformación de un frente amplio con esos sectores de los liberales, La U, los verdes y otras fuerzas que no responden a sus directivos.

Simultáneamente, en el Centro Democrático las campañas están lanzadas, incluso con el respaldo del expresidente Álvaro Uribe, que en medio de su juicio no pierde oportunidad de recorrer regiones y extender su discurso contra el Gobierno. Este miércoles, en la sede del partido en Bogotá, los cinco precandidatos uribistas (María Fernanda Cabal, Paloma Valencia, Paola Holguín, Miguel Uribe y Andrés Guerra) se sentaron para retomar el diálogo sobre el mecanismo y las garantías para elegir un candidato.

Y no se puede perder de vista que Vicky Dávila, quien aún no ha cantado sus posibles alianzas, se sigue moviendo en busca de respaldos empresariales y se mantiene en el podio de las encuestas (tercer lugar en Invamer). Con un Gobierno metido de lleno en la contienda por el 2026 y un Congreso que muy seguramente se sumará apenas se defina la suerte de la reforma a la salud, se confirma que todo el país está en campaña a falta de un año para el primer llamado a urnas.

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