En las pasadas elecciones del 13 de marzo, por primera vez el país vivió unos comicios que contaba con un protocolo para instruir a la autoridad electoral sobre cómo garantizar el derecho al voto de las personas trans, desde el ingreso al lugar de votación, hasta la expedición del certificado. Transcurrido un mes, la Misión de Observación Electoral (MOE), Caribe Afirmativo y el Grupo de Acción y Apoyo a Personas Trans (GAAT) presentaron el informe sobre cómo fue la aplicación y el cumplimiento de dicha guía elaborada por la Comisión Nacional Electoral (CNE).
Del total de puestos de votación acompañados por parte de observadores con la única misión de asegurar el cumplimiento del protocolo, el 45% de la autoridad electoral de esos lugares desconocía la existencia del protocolo. La distribución es así: 34% de las personas jurados de votación indicaron no saber sobre el documento o haber recibido alguna capacitación; 40% de personas delegadas de la Registraduría; 63% de personas funcionarios de las mesas de justicia; y 44% de personas testigos.
>Lea más sobre las elecciones de 2022 y otras noticias del mundo político
Entre otras conclusiones, el informe destaca que los 40 observadores y observadoras, en su mayoría personas trans, pudieron votar. “Lo cual creemos que es en sí mismo un logro, ya que algunes de elles era la primera vez que votaban en su vida”, se resalta en el documento, pese a que se presentaron dos casos en los que hubo problemas para que las personas observadoras ingresaran a los lugares de votación a cumplir su tarea.
Además de lo positivo, el informe señaló que el 47% de casos en puestos observados las personas trans no fueron requisadas por agentes de policía del género que ellos y ellas pidieron, lo que terminó “irrespetando su identidad de género y su consentimiento”.
Otras alertas que la MOE, Caribe Afirmativo y GAAT hacen es que en el 66% de los puestos de votación observados no se encontraron piezas informativas sobre el protocolo. “Y en uno de los casos la observadora indicó que las autoridades electorales solo colocaron la pieza de forma visible después de que ella se identificó como observadora del protocolo de voto trans”.
El informe reportó seis casos de tratos hostiles a las personas observadores por parte de diferentes autoridades; cuatro casos de algún tipo de discriminación por su identidad de género, “como miradas intrusivas, trato agresivo o negación de su identidad de género. Además, 15 observadores reportaron actos de discriminación similares por parte de miembros de la policía y personas delegadas de la Registraduría”.
Le puede interesar: ¿Por qué es importante el protocolo para garantizar el voto trans en elecciones?
Hechos que niegan la identidad de género de las personas trans son el uso del pronombre incorrecto al que el o la observadora se identificaba, o el uso de sus nombres de nacimiento.
Por último, sobre la aplicación del protocolo, se reportaron cuatro casos en los que se incumplió este. “Un caso de negación del voto, un caso en el que le forzaron a usar su documento antiguo para votar, un caso en el que legaron el proceso de biometría y le gritaron, refiriéndose a él con el nombre y pronombres incorrectos, y un caso en el que le realizó la requisa un agente de la policía de un género distinta a la persona”.
En conclusión, la MOE, Caribe Afirmativo y el GAAT destaca la labor de la Registraduría en capacitar a personas funcionarias a la luz del protocolo, pues se reportó un conocimiento de este entre el 60 y 70%. “Pero sigue siendo necesario mejorar dichos procesos de capacitación, fortalecerlos y que otras autoridades, especialmente la Fuerza Pública y las personas funcionarias de las mesas de justicia, empiecen a ser capacitadas seriamente”.
Entre otras recomendaciones a la Registraduría, está la de actualizar las bases de datos con relación al cambio de identidad de personas trans. “Esta observación electoral del protocolo fue un hito para los derechos de las personas trans en Colombia, ya que las personas observadoras pudieron incluirse y empoderarse en su participación en la democracia. Este es solo un primer paso para fortalecer su participación política como comunidad”, finalizó el informe.
Más: Protocolo de voto trans: una prueba de fuego contra la discriminación.
