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A Quemarropa con Aldrin Chavarría, candidato a la Cámara por Antioquia

Aspirante en la lista de la Alianza Verde (# 109), propone reforma agraria para el desarrollo del campo y combatir el hambre, estimular el emprendimiento desde la formación y los apoyos económicos y destitución a los corruptos de por vida para ejercer cargos públicos.

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10 de marzo de 2022 - 03:58 p. m.
Aldrín Chavarría
Aldrín Chavarría
Foto: Cortesía
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¿Cuál es su mayor motivación para ser congresista de Colombia?

La indiferencia que se convierte en conformismo. Por eso siendo un ciudadano de a pie, que me importa Colombia y creo que al conocer de primera mano las necesidades de la gente común, no me conformo y veo las posibilidades de hacer mucho por el país, poniendo a su servicio mis capacidades profesionales y humanas. Que prime lo social y no lo político.

¿Ha tenido alguna investigación disciplinaria o penal? De ser así, cuéntenos su caso.

No, no he tenido ninguna investigación.

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De ser electo, ¿cuál será su principal proyecto en el Congreso?

Reformar el Congreso, reducir el número de integrantes y sus salarios, para que tenga más credibilidad la corporación.

A su criterio ¿cuáles son los principales problemas de Colombia y cómo solucionarlos?

El hambre, la falta de oportunidades, la corrupción de los mandatarios y la indiferencia del pueblo. El hambre lo combatimos con la reforma agraria, el desarrollo del campo; la falta de oportunidades, estimulando el emprendimiento desde la formación y los apoyos económicos; la corrupción con veedores ciudadanos, con la destitución a los corruptos de por vida para ejercer cargos públicos. Y a la indiferencia, en la medida en que el ciudadano común se sienta más partícipe de las decisiones.

¿Realizaría alguna modificación al Acuerdo de Paz?

No. Este acuerdo terminó con el conflicto más largo del hemisferio occidental. Lo lamentable son las trabas que ha puesto este gobierno a pesar de que, por fortuna y gracias a la veeduría de las Naciones Unidas, se ha ejecutado y muchos de los excombatientes hace parte ahora, por ejemplo, de cooperativas productivas, que dan cuenta de la nueva vida que emprendieron cerca de 7.000 miembros de las Farc que entregaron las armas. Es lógico que en todo acuerdo de paz en el mundo haya disidencias y tristemente las acciones violentas de estas personas son las más difundidas y no todo lo que se ha avanzado en la ejecución de lo pactado, en medio de las dificultades. Es desconcertante la escasa difusión de estas noticias positivas por muchos medios de comunicación.

¿Está de acuerdo en que el Gobierno adelante diálogos de paz con el Eln? ¿por qué?

Sí. Hay que dejar la soberbia a un lado. No hay que pensar en los beneficios personales, sino en el bien para un país donde prime lo colectivo, lo social, sobre lo político. No hay que seguir alargando un derramamiento de sangre sin sentido. Considero que deben volver a juntar a personas de toda la credibilidad, de carácter neutral, como por ejemplo el señor Francisco de Roux, porque esto no es un tema de izquierdas ni de derechas, sino un tema de nación.

¿Cuál es su posición en temas como la legalización de las drogas, el aborto y la eutanasia?

Sobre las drogas, perder el miedo a poner sobre la mesa la posibilidad de su legalización, estudiando los casos de Holanda y el más reciente el de Uruguay. Y no solo escuchar las voces de los expertos economistas o humanistas, sino también la de los adictos. En cuanto al aborto y la eutanasia, soy defensor de la autonomía de mandar sobre el propio cuerpo, sin embargo, pensando en el consenso social, apostaría por un equilibrio entre las diferentes opiniones, examinando los casos extremos y particulares que los validarían.

¿Está de acuerdo con que las iglesias paguen impuestos como el de la renta?

Sí. Es claro que todo colombiano tiene libertad de culto. Sin embargo, sería tapar el sol con las manos, negar que muchas de estas instituciones, sustentadas en la fe, han abusado de los feligreses, pidiéndoles continuos y copiosos aportes económicos. Un abuso callado aunque sea con consentimiento de “los creyentes” que hacen los aportes. Por eso es prioritario que estas instituciones paguen tributos al fisco, entre ellos, los de renta.

¿Estaría de acuerdo con una reforma a la Policía? Y, en esa línea, ¿cree que debe acabarse el Esmad?

Sí, se necesita una reforma y hay que desmontar el Esmad. Antes de que sea una institución, está conformada por seres humanos que están para servir y no para el uso de la fuerza, como se ha evidenciado muy particularmente en los últimos años por parte del Esmad. Lo que ha repercutido en abuso y violación de los derechos humanos. Tenemos que resignificar el concepto de autoridad.

¿Qué propuesta concreta tiene para garantizar la paridad y los derechos de la mujer?

Un plan estratégico encaminado a la exigencia a las entidades públicas y privadas para el ajuste paulatino de los salarios, con base en la experiencia, formación y competencias de sus empleados y contratistas, mas no en su género. Por otra parte, generar mayor apoyo a las madres cabeza de familia en el acceso a la formación, tanto académica como empresarial. Así mismo, crear más espacios de acceso a la escucha de sus denuncias por acoso o maltrato, pero más que eso, fortalecer la divulgación en diversas instancias de una nueva masculinidad desde las escuelas hasta diferentes instituciones sociales, que no esté basada en el dominio y poder sino en el respeto y la complementariedad.

¿Qué propone para reformar la Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes y lograr resultados tangibles en su labor?

Lo que propongo es una veeduría ciudadana de alto nivel, con alta preparación, que represente diversas instancias académicas y sociales. Toda vez que la Comisión de Acusaciones se encarga de procesos contra las más altas esferas de poder, como el presidente, los magistrados de las altas cortes, el fiscal general, entre otros, hace falta un freno ciudadano que fortalezca la actuación de los representantes y senadores para que no se permeen intereses ni tráfico de influencias. Así se pone en cintura cualquier amaño de corrupción en este tipo de decisiones.

La corrupción es un problema de primer orden en el país: entre 2018 y 2021, según Invamer Poll, el porcentaje de personas que considera que es un asunto que está empeorando pasó del 71 % al 90 %. ¿Cuál es su propuesta concreta para hacerle frente a este flagelo y lograr resultados?

El primer paso es que los votantes tomen las riendas este 13 de marzo de elegir a conciencia las nuevas opciones de ciudadanos comunes y comprometidos con lo social. No para la conveniencia de los mismos que han estado en el poder y que quieren perpetuarse en él. Es claro que muchos de ellos son unos expertos en burlar al país, sin propuestas de beneficio real para Colombia y haciendo supuestas “coaliciones” que en el mayor de los casos traducen en corrupción.

Tres de cada cuatro colombianos, según Invamer Poll, tienen una imagen desfavorable del Congreso. ¿Qué haría para contrarrestar esa imagen negativa?

El primer paso sería la reforma al Congreso, reducir el número de miembros al igual que sus salarios. Ese sería el primer paso de credibilidad, siempre y cuando logremos llegar personas nuevas que no estén permeadas por la corrupción, que cuenten con un trabajo social previo. Esperemos que la ciudadanía atienda este llamado.

¿Propondría desde su posición de congresista un acercamiento diplomático y comercial con Venezuela con miras a restaurar las relaciones entre ambos países?

Sí. Somos hermanos desde épocas independentistas. Siempre he apostado por esa unidad y no quiere decir que esté comprometido con la izquierda. Un dato puntual es que por décadas el petróleo del país vecino se ha “bombeado” con el gas suministrado por Colombia. A su vez, a pesar de la complejidad de la migración venezolana, ese país también recibió a muchos compatriotas entre los años 80´s y 90´s. Hay múltiples argumentos para unirnos y fortalecer la economía de la región.

¿Cómo está financiando su campaña?

Con recursos familiares. He montado en flota, en carros de amigos, con taxistas vecinos y sobre todo a pie por la ciudad de Medellín y por las regiones de Antioquia, llevando un mensaje propositivo de un ciudadano común, como soy: educador, humanista y dedicado íntegramente a los social, al agro y al medio ambiente.

¿Cuáles son los principales problemas de la región que pretende representar y cómo solucionarlos?

El agro (el campesinado) y el Medio Ambiente. No debemos decir que Antioquia es grande cuando esa expresión beneficia solo a grandes hacendados. Es importante apoyar a los pequeños agricultores y hacer proyectos que procuren un mayor beneficio económico por la venta de sus productos. Y en Medellín una ciudad netamente productiva y comercial, quiero que se establezca una cultura de reciclaje, que además de los beneficios ambientales, redundaría en un beneficio económico y laboral para muchas familias. He trabajado en este tema, por décadas, por lo cual desde el congreso deberíamos entender por fin que lo que muchos llaman basura, puede traer mucho bienestar a nuestra región y país.

Si quiere conocer más de esta candidatura visite sus redes sociales:

Twitter: https://twitter.com/ChavarriaAldrin?t=Ty43v75uCepxiAN-SJAqRw&s=09

Instagram: https://www.instagram.com/aldrinchavarriam/

Nota del editor: ¿Es candidato al Senado o a la Cámara en las próximas elecciones? Lo invitamos a responder el cuestionario de A Quemarropa para que los lectores de El Espectador conozcan sus propuestas y posiciones frente a ciertos temas de interés nacional. Para conocer las condiciones sobre cómo participar, visite el siguiente link.

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