Este sábado, un día antes de las elecciones, la cara de Rodolfo Hernández se puede encontrar en cada calle de Bucaramanga. Al menos un comercio y carro en cada cuadra tiene la publicidad del exalcalde de la ciudad. Lo llamativo no es su diseño -letras azules, fondo amarillo y la cara del candidato reemplazando una de las “O” de su nombre-, sino que dicha propaganda no ha sido regalada, cada uno tiene que sacar plata del bolsillo propio para hacerle fuerza al candidato de su tierra. Solo algunos políticos, sobre todo concejales, han comenzado a hacer su propia publicidad “rodolfista” para regalar. Igual se nota la diferencia entre la publicidad “oficial” y la que han comenzado a vender o regalar otros.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
Lea también: ¿Qué proponen Gustavo Petro y Rodolfo Hernández en materia de paz?
El rostro de Hernández se ha convertido en un común denominador en la que han bautizado como la Ciudad Bonita. Hasta negocios han hecho con su imagen. Solo basta ir al sector comercial de Cabecera, donde queda los centros comerciales de Primera, segunda, Tercera, Cuarta y Quinta etapa. Allí, se puede encontrar la imagen de Hernández en cualquier lado. Hay un café bar llamado “El Ingeniero”, donde la cara de este es el mayor gancho y en el que, supuestamente, la filosofía del candidato se ve aplicada en los espacios y en los platos. También está el centro comercial Cuarta Etapa: allí se encuentra la oficina privada de Hernández y la sede principal de su empresa: HG Constructora. El cuarto piso está dominado por las dos empresas de Hernández: la construcción y la política
“Aquí apoyamos a Rodolfo Hernández”, se observa en la fachada de la constructora. Más adentro están las oficinas privadas, en las que el rostro del candidato también figura de forma reiterativa. En una pared está una foto en blanco y negro de una versión más joven del oponente de Gustavo Petro. Esta viene acompañada del lema de campaña: “no robar, no mentir, no traicionar y-su más reciente adhesión- cero impunidad”. El lema es muy parecido al que llevó a Andrés Manuel López Obrador a la presidencia en México en 2018, pero hasta el momento no han hecho reparos en Bucarmanga por ello. En la mañana de este sábado son pocas las personas que circulan por esta zona, aún así hay una férrea seguridad. Varios policías vigilan el piso con perros de seguridad. Afuera también se observa una fuerte presencia de Policía Militar, que está vigilante ante cualquier carro que pare al frente del centro comercial.
Podría interesarle: Polémica por video en el que se visualizan supuestos resultados de segunda vuelta
Este fin de semana no hay mucho movimiento de personas en el centro comercial. Es más, pocas se encuentran en las oficinas de Hernández. No pareciera que este domingo se estuvieran disputando la Presidencia de Colombia. Si se le pregunta a sus asistentes por posibles eventos, aseguran que no habrá ninguno, que el ingeniero estará encerrado desde el sábado hasta el domingo en su casa en Piedecuesta y que solo saldrá a votar. El resto de su equipo tampoco espera a hacer nada raro, pareciera un fin de semana común y corriente. El fervor de la campaña rodolfista no está allí. La emoción que parece despertar Hernández en los santandereanos es más evidente es en las cercanías a la Casa Nariño, sede de la Liga de Gobernantes Anticorrupción, movimiento creado por Rodolfo Hernández.
En esta casa, que es patrimonio de la ciudad, el fervor es a otro nivel. Desde varias cuadras antes de la sede de campaña ya se observa una gran tractomula cubierta de lado a lado con propaganda de Rodolfo Hernández. “Venimos desde el lunes de Tumaco”, dice la mujer dueña del vehículo, que viajó junto con su esposo desde Nariño a apoyar la campaña. Sacan pecho de que en su tierra hay un fuerte grupo de seguidores de Hernández y que incluso tienen una casa de campaña en esta apartada zona del país. Posa para las fotos que le piden y dice con alegría que gastaron más de $6 millones en su viaje, cuyo único propósito es mostrar su apoyo.
Le recomendamos: Rodolfo Hernández le echó la culpa a Petro por la no realización del debate
Hay otros que de pies a cabeza están vestidos con prendas amarillas, algunas con mensajes claramente alusivos al candidato. En ellos la postura antipetrista es bastante fuerte. Pareciera que el candidato podría ser Hernández, Federico Gutiérrez o cualquier otro, y el mensaje sería el mismo: “Hay que frenar a Gustavo Petro. El socialismo del siglo XXI nació fracasado en Venezuela y ellos lo quieren implantar acá. Miren lo que pasó en Chile, eligieron a Boric y ahora están sufriendo”, dice una mujer que piensa que la están grabando y por ello da sus duras arengas en contra del Pacto Histórico mientras ondea algunas banderas que hizo con la imagen de la campaña. Algunos más se dedican a soplar cornetas y a celebrar a los carros que pasan pitando por la cuadra de la sede de campaña. Solo falta que estuviesen lanzando maicena para pensar que es una celebración por un partido de fútbol.
Aunque hay varias bardas y policías que buscan cuidar la sede de campaña, cualquier persona tiene acceso. Durante horas se observa a cientos entrar y salir con la única intención de llevarse publicidad para apoyar a Hernández este domingo. Varios piden que les regalen un afiche, una camiseta, una gorra o un microperforado. “No, se venden”, es la respuesta. Algunos salen espantados ante el cobro, pero buena parte paga gustosa por tener una camiseta o una cachucha con la cara del ingeniero. Hay una nueva colección, en la que usan el lema de Donald Trump pero adaptado a tierras santandereanas: “Make Piedecuesta Great Again”. También tienen una camiseta en la que se alcanza leer “Miente, hijueuta”, haciendo referencia al incidente en la que Hernández le pegó al concejal John Claro. Ya no se oculta que fue ese hecho el que puso a Hernández en el mapa electoral.
Revise acá: Los alfiles de Gustavo Petro y Rodolfo Hernández
Afuera de la Casa Nariño se observa a las personas parando unos cuantos minutos frente a la sede y mandan a sus hijos a comprar el microperforado con el que pretenden demostrar su apoyo al exalcalde bumagués. Esos breves minutos, antes de que la Policía comience a mirar con sospecha a los vehículos y arranquen, son el momento perfecto para que vendedores informales le hagan competencia a las ventas de la campaña. En la esquina opuesta a la sede exponen las camisas de todos los colores con la cara de Hernández y sus lemas. También hay gorras con los símbolos del rodolfismo y hasta golpeadores. “Estamos desde principios de mayo y nos ha ido muy bien. Somos una empresa familiar que hace los diseños para la campaña y para nuestra venta”, expresa el dueño del pequeño negocio ambulante, que luego recita de memoria los precios: “las gorras son a $15.000, las camisetas a $20.000 y los golpeadores son más baratos”. En menos de cinco minutos se acercan una veintena de personas buscando comprar su camiseta y gorra para mañana. Otros aprovechan para vender a $1.000 un pequeño prendedor con la imagen de “Rodolfista de Corazón”.
La competencia es dura. No solo están las ventas de la campaña y de los otros comerciantes informales, hay algunos que mandaron a hacer objetos de la campaña con la simple intención de regalarlos. Por ejemplo, está un hombre que dice ser exalcalde de Otanche (Boyacá) y que asegura que apoya al Ingeniero porque este predica la misma forma con la que él gobernó al pequeño municipio boyancense. Este tiene un carro deportivo decorado a totalidad con la imagen de campaña de Hernández y desde este distribuye pañoletas y botones con el rostro del candidato. “Les voy a mostrar mi última adquisición”, dice el que sería exalcalde, mientras saca un pendón de más de un metro de alto en el que se ve a Rodolfo Hernández con la banda presidencial. En Bucaramanga, o por lo menos en esa esquina, ya dan al exmandatario local como presidente de Colombia.
Los carros con propaganda de Hernández se acumulan al frente de la Casa Nariño. Mientras tanto, en la avenida 27, se mueve un pequeño grupo con banderas del ingeniero. Los pitos se escuchan a varias cuadras a la redonda. Está preparando una caravana a Lebrija, población a una hora de Bucaramanga. Otros están expectantes a un evento de juventudes en la Universidad de Santander, UDES. “Qué tal el ingeniero llegue al evento”, comentan algunos, y hay otros que descartan la posibilidad de tajo. Este sábado tampoco verán a Rodolfo Hernández en las movilizaciones que tienen preparadas como cierre de campaña. Lo más probable es que se encuentre en su apartamento en Cabecera o en su finca en Piedecuesta, pero aún así lo apoyan y lo celebran, como si estuviera con ellos. La ausencia del candidato es notoria, pero sus seguidores parecen no necesitarlo; ya tienen su cara en sus camisetas, gorras, botones y hasta pegada en su carro.
>Lea más sobre las elecciones de 2022 y otras noticias del mundo político