El jefe de la delegación de paz de la guerrilla del Eln, Pablo Beltrán, reapareció este jueves a través de un video para expresar su rechazo alrededor de los hechos que han rodeado el proceso del exjefe de las extintas Farc, Jesús Santrich. El miembro de dicha organización ilegal armada cuestionó la forma en la que se ha venido vulnerando, según dijo, la implementación del Acuerdo de Paz y la falta de garantías a los excombatientes que decidieron firmar y acogerse a los pactos de la Habana en 2016.
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“Lo que viene ahora es el forcejo de las fuerzas de ultraderecha, encabezadas por el expresidente Álvaro Uribe, que van a insistir en el montaje judicial que le armaron con el cual pretenden extraditarlo a EE.UU. Esto terminaría por desintegrar estos acuerdos de paz”, señaló Beltrán. El guerrillero fue más allá y advirtió que lo ocurrido con Santrich también envía un “pésimo mensaje” a los miembros de la organización que lidera, frente a futuras conversaciones de paz con el Estado colombiano.
“Si así están tratando a las Farc, a nosotros cómo nos van a tratar. En la agenda que firmamos con Santos dice que hay que sacar la violencia de la política pero, mientras tanto, vemos que destruyen los acuerdos, asesinan excombatientes, matan líderes sociales… El mensaje que recibimos es que está bajo serio ataque el proceso de paz, la solución política y lo que sigue boyante es una guerra contra la sociedad”, dijo Pablo Beltrán, al parecer, desde Cuba.
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Según el líder del Eln, el país no ha sentido el posconflicto que se prometió con los diálogos de paz de La Habana y que, por el contrario, “ha habido es un recrudecimiento del conflicto y en el fondo hay una lucha de dos agendas: la del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que quiere mantener como una pieza clave de su plan de guerra perpetua y la decisión de la sociedad de pasar la página de la guerra”, señaló el guerrillero.
Cabe recordar que el presidente Iván Duque dio por terminado el proceso de paz que dejó el gobierno Santos con esa guerrilla por cuenta del brutal ataque que esta organización cometió contra la Escuela de Cadetes de la Policía General Santander en enero de este año, y que dejó como saldo más de 20 víctimas mortales. A raíz de ese episodio, el presidente entró en un conflicto diplomático con Cuba, país anfitrión de las conversaciones de paz.
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