Luego de ser señalado como uno de los líderes de la desmovilizada guerrilla de las Farc que abandonó las zonas territoriales y de desmentir esa especulación, Fabián Ramírez, a través de una carta, insiste en que le completen su esquema de seguridad a la Unidad Nacional de Protección (UNP).
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“A raíz de la más amplia publicidad sucedida en días anteriores, donde se le anunció al país sobre el abandono del esquema de seguridad y protección por parte de mi persona, Fabián Ramírez, solicito por tercera vez que se me resuelva rápidamente el reintegro de dos escoltas faltantes y un carro convencional que la UNP, mediante su estudio de riesgo, me entregó para mi protección desde inicio de este año”, se lee en la misiva.
Según Ramírez, la UNP le retiró dos de los cuatro escoltas asignados por motivos de estudio de riesgo de los exguerrilleros que se cobijaron en el Acuerdo de La Habana. “No es porque yo lo haya abandonado”, explica.
Además de los escoltas y el vehículo, el líder exguerrillero reclama dos armas de apoyo que también fueron reconocidas en su esquema de seguridad y que, por ahora, no las tiene.
Manifestó que el estado de la camioneta blindada, acordada dentro de la protección, no se encuentra en óptimas condiciones. “Sus vidrios no funcionan, las llantas están en mal estado y hay latas desajustadas”. Por ende, pidió que se haga cambio de este recurso.
Sus argumentos para que se reintegre lo faltante en su esquema de seguridad son el resentimiento de algunas familias de exguerrilleros que no estaban de acuerdo con la lucha armada; su actual actividad de reagrupar a quienes se encuentran fuera de las zonas territoriales en Caquetá, Putumayo y sur del Huila, quedando expuesto ante las disidencias; asesinatos a excombatientes de las Farc; y deudas pendientes que dejó la actividad miliciana.
“Repito, esto es peligroso para mi vida y el libre movimiento para mi ejercicio de mis actividades diversas”, escribió.