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Uno de los funcionarios de la Presidencia de la República que participó en el monitoreo que desde la Casa de Nariño se hizo a influenciadores en redes sociales —ejercicio que se conoció en agosto e 2020 y que fue calificado por la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) como un perfilamiento— será el nuevo gestor de comunidades de la Casa de Nariño, un cargo que también suele ser conocido como “community manager”.
La hoja de vida de Mateo Carvajal González ya aparece publicada en la página de aspirantes de la Presidencia, que es uno de los últimos pasos para un eminente nombramiento. Carvajal González fue la persona que mantuvo contacto vía correo electrónico con la firma Du Brands y quien hizo la solicitud expresa a la firma para que entregara nombres y números de cédula de los propietarios de las más de 400 cuentas que fueron incluidas en dicho informe y que se calificaron en positivas, negativas o neutrales.
Contexto: La lista de influenciadores a los que la Presidencia les pone el ojo
“Solicitamos ampliación de la misma teniendo en cuenta que en el listado relacionado en la misma se establecen nombres de usuarios o seudónimos sobre los cuales no es posible determinar su titularidad. En tal sentido (…) Solicito se nos entregue nombre, y si es posible número de identificación, de las personas que son propietarias de las cuentas que figuran en la columna denominada ‘influenciador’”, escribió Carvajal en el correo, quien entonces figuraba como director de proyectos de la Consejería Presidencial para las Comunicaciones.
En su momento, el consejero presidencial para las Comunicaciones, Hassan Nassar, se refirió al tema que se volvió un escándalo y aseguró que no se trató de un perfilamiento, sino de un monitoreo para contestar un derecho de petición de la misma FLIP. “Eso no es un perfilamiento, lo que se está haciendo es un monitoreo, un monitoreo de cuál es la conversación, de cuáles son los temas que se están discutiendo y quiénes participan en esa conversación. Es un monitoreo que lo hace absolutamente todo el mundo”, dijo Nassar en entrevista con El Tiempo.
Sobre ese mismo asunto, la Corte Suprema de Justicia hizo un pronunciamiento el pasado 27 de febrero y dejó claro que este tipo de ejercicios no solo ponen en riesgo la libertad de presa, sino que constituyen una práctica abusiva del uso de datos de naturaleza sensible.
Según ese tribunal, el hecho de que la información de una persona esté en su cuenta pública de Twitter no permite a terceros usarla “como si se tratase de datos de naturaleza pública” ni mucho menos “con fundamento en ello, elaborar el listado de influenciadores en el que incluyó al actor, pues es evidente que lo que determinó su inclusión y el calificativo de «negativo» fue precisamente su ideología política, plasmada en su interacción en la red social”.
Lo dicho por la Corte ocurrió en el marco del estudio de una tutela interpuesta por el abogado Élmer Montaña porque su nombre aparecía en dicha lista. “Si bien podría aceptarse que el contrato suscrito entre el Departamento Administrativo de la Presidencia de la República y la firma Du Brands tuvo como finalidad posicionar la imagen del primer mandatario y sus logros, dicho listado contenía información precisa que permitía identificar plenamente a Montaña Gallego como un notorio opositor al gobierno, de ahí que para su tratamiento se requería de autorización previa”, concluyó la Corte Suprema.