En 28 días, Alfredo Saade ha hecho sentir con fuerza su llegada como jefe de Despacho de la Casa de Nariño. El polémico pastor no ha pasado desapercibido en el círculo más cercano al presidente Gustavo Petro y, en el mes que lleva recorriendo los pasillos palaciegos, ha mostrado su influencia en un Ejecutivo que se alista para su recta final. Sin embargo, su presencia no ha caído bien.
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Son cada vez más los reclamos públicos que vienen no solo desde la oposición, sino desde el corazón del petrismo y de funcionarios que cuestionan la influencia, las declaraciones y el estilo de Saade. Así quedó en evidencia este lunes en la noche, cuando el director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (Ungrd), Carlos Carrillo, se fue lanza en ristre contra el jefe de Despacho por hablar, de manera insistente, de la “reelección” de Petro.
“Si su trabajo es lambonear, el del gabinete es cumplirles a los colombianos, su incansable búsqueda de atención nos genera problemas a todos, si le gana la pulsión activista pues: Levántate y vete”, escribió Carrillo.
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Y mientras eso ocurría, un grupo de 23 congresistas, liderados por el representante Julio César Triana (Cambio Radical), radicaba una carta en las oficinas de los recién posesionados presidentes, Lidio García en Senado y Julián López en Cámara, para solicitar declarar “persona no grata” a Saade.
En todo caso, cada vez más se ve al jefe de Despacho como una sombra al lado del presidente Petro. En recientes eventos se le ha visto acompañándolo muy de cerca. La pregunta que hoy se hacen en los círculos del poder es si esa cercanía se verá reflejada en nuevas funciones, justo cuando se está a la espera de que el presidente realice un quinto remezón ministerial.
El Espectador indagó con voces al interior del gabinete que, con la reserva de su nombre para evitar fracciones internas, confirmaron las incomodidades que ha generado. Un alto funcionario aseguró que la entrada de Saade levantó callos no solo por la actitud con la llegó, sino porque se atribuyó funciones que, para varios ministros, no le correspondían.
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Uno de esos hechos es que, tan pronto llegó a la oficina del tercer piso de la Casa de Nariño, pidió a los ministros un detallado informe del cumplimiento de sus funciones. Fuentes le confirmaron a este medio que la idea no cayó bien entre varios ministros que hacen parte del progresismo. Voces mencionaron a Daniel Rojas (Educación), Antonio Sanguino (Trabajo) y Martha Carvajalino (Agricultura), entre algunos de los jefes de cartera que cuestionaron la utilidad de esos informes. Incluso, que se llegó a decir que “nos la pasamos de informe en informe”.
Otro punto tiene que ver con las solicitudes de renuncia de funcionarios que ha hecho. Como lo han contado medios como El Colombiano, sería una treintena de empleados de la Casa de Nariño a quienes les ha pedido su salida, aunque ésta no se ha formalizado. Una de ellas fue la de la directora de la Unidad de Cumplimiento, María Fernanda Gaitán, asegurando que “no sería de confianza”. Un ministro que se enteró del caso, pero que habló en off, aseguró que la solicitud de Saade causó tensión directamente con Petro, quien vería con buenos ojos el trabajo de Gaitán y que, por lo mismo, no habría aceptado su salida.
Fue también sonado su papel en el escándalo de los pasaportes. Mientras que la hoy excanciller Laura Sarabia insistía en que se debía declarar una nueva urgencia manifiesta para Thomas Greg & Sons, el jefe de Despacho aseguraba que no sería así y que la Imprenta Nacional cumpliría con los tiempos para iniciar el nuevo modelo. Al final, fue el mismo presidente Petro quien dirimió el conflicto respaldando a Saade.
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No obstante, su injerencia en este tema –estando incluso en reuniones de alto nivel sobre el asunto y pidiéndole cuentas a varios funcionarios de la Cancillería– le valió una investigación disciplinaria de la Procuraduría. El ente de control que dirige Gregorio Eljach consideró que Saade estaría extralimitándose en sus funciones al participar activamente en las decisiones sobre los pasaportes. El Ministerio Público también abrió expedientes a los excancilleres Sarabia y Luis Gilberto Murillo.
El Espectador buscó con insistencia al jefe de Despacho de Petro para conocer su versión sobre estos hechos. Sin embargo, no recibió respuesta.
En la bancada del Pacto Histórico también ven con cierta suspicacia la figura de Saade en Casa de Nariño. Varios reconocieron que Saade es una presencia constante en el progresismo desde la campaña de 2022 y que, en esa línea, su llegada formal al Gobierno tiene sentido. Pero también reconocen que el diálogo con el polémico funcionario es, en todo caso, poco y que el canal directo entre Capitolio y palacio es la directora del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre), Angie Rodríguez.
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Algunos parlamentarios, no obstante, se preguntan en voz baja si acaso con Saade ocurriría algo similar a lo que pasó cuando Laura Sarabia cuando era la directora del Dapre. En ese momento, varios congresistas la acusaron de “interponerse” para que no hubiera un diálogo fluido.
La consolidación de la figura de Saade coincide con la decisión del presidente Petro de rodearse de funcionarios que no solo lo respalden, sino que estén dispuestos a cumplir a cabalidad con su orden. Dos características que, en el mes de su llegada, Saade habría demostrado. Por ello, es común que se encuentre entre los invitados a las reuniones de alto nivel, como la que sostuvo el jefe de Estado este martes en la Casa de Nariño con el senador Lidio García (Partido Liberal) y el representante Julián López (La U), elegidos el pasado domingo como presidentes del Congreso.
Mientras ello ocurre, empieza a moverse el sonajero de ministros que saldrían y de cambios que se harían. Entre los que le han mencionado a este diario, se encontrarían la ministra de Ambiente, Lena Estrada, y la de Transporte, María Fernanda Rojas. Pero también hay rumores de otros cambios como un eventual enroque de Benedetti para que pase de la cartera política a la Cancillería, en la que hoy Rosa Villavicencio es la encargada. En medio de ello, Saade ha empezado a sonar como un posible opcionado para ocupar una cartera. Y aunque la decisión depende solo de Petro, hay quienes ven como inevitable que consolide aún más su influencia.
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