En medio del paro nacional, la situación en Cali es claramente la más difícil de las principales ciudades del país. Los hechos de violencia que se han vivido en sus calles, los excesos policiales, los bloqueos, el desabastecimiento tienen a la capital del Valle del Cauca en una gran crisis política, económica y social. No ha servido de mucho la presencia de dos ministros y la visita exprés del presidente en la madrugada de este lunes.
Por eso, desde El Espectador hablamos con distintos representantes a la Cámara del departamento para que den su visión sobre lo que está pasando en la ciudad. En esta ocasión, el turno es del representante del Partido de la U Jhon Jairo Hoyos. Este celebró la presencia que ha hecho el presidente Iván Duque en la ciudad, pero cuestionó que el enfoque sea militar y no social.
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Para usted, ¿qué está sucediendo en Cali?
Lo que está ocurriendo es gravísimo. Deben saber que desde hace muchos días tenemos enormes colas para abastecernos de combustible. Nuestros alimentos han subido de un 500% a un 1000%. Tenemos problemas de movilidad y dificultades en la seguridad. En todos los sentidos estamos pasando la peor crisis que hemos podido vivir en los últimos años. La preocupación hoy es que no hay un plan claro a la necesidad social del problema. Hay Fuerza Pública de todas las características (Policía, Ejército y más) pero ellos no pueden resolver la situación social. La Fuerza Pública no puede resolver el problema de rabia y de hambre que la gente tiene. Estamos fracturando a la sociedad obligándolos a enfrentarse los unos con los otros: ricos contra pobres, indígenas contra blancos, ciudadanos contra policías, y policías contra Ejército. Hay una ausencia de un liderazgo para tratar el problema social.
¿Cómo califica lo que pasó el domingo en el que algunas personas abrieron fuego contra los mingueros?
Es muy preocupante porque vehículos privados con placas cubiertas incitando una controversia directa contra los indígenas. Aquí han querido decir que fueron los habitantes de Ciudad Jardín pero fueron 25 o 30 personas en estas camionetas que generaron todo ese caos y abrieron fuego indiscriminado y generaron esa respuesta de los indígenas para capturarlos o perseguirlos. Después mostraron esa respuesta de los indígenas como si ellos fueran los agresores. Quieren crear xenofobia, dividirnos más y ahondar la confrontación. Volvieron esto una confrontación racial de ricos contra pobre y blancos contra los indígenas. Esto es grave y la inacción del presidente y del Ejecutivo para tomar acciones para darle soluciones a la ciudad.
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¿Qué ha pasado en la ciudad en las protestas cuando uno ve tanta violencia?
La respuesta militar es insuficiente como solución porque agrava el conflicto y lo degrada. Cada vez vemos más un conflicto más degradado donde vemos armas de fuego y fallecidos. No hay una respuesta social o de diálogo para levantar el conflicto y solo la respuesta es insuficiente. Siempre las armas traen más armas y más violencia.
¿Este choque social se venía cocinando antes del paro?
Por supuesto. Hay tres elementos que hemos identificado. El primero es una enorme deuda social. Miles de jóvenes que están excluidos de oportunidades de educación, trabajo, vivienda y oportunidades. Estos venían alimentando las bandas delincuenciales. Ellos no quieren seguir yendo a esas organizaciones por lo que salen a reclamar por oportunidades. También está la pandemia que nos ha empobrecido, nos ha encerrado, nos ha puesto rabiosos y ha desnudado lo más duro de los que pasan pobreza. Todo eso se suma a la reforma tributaria y estalla, pero es que es una deuda social que traemos desde antes.
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¿Cómo considera la primera visita el presidente Iván Duque a Cali?
Celebro que haya venido a la ciudad y dialogado con el alcalde y la gobernadora. Pudo constatar de primera mano con los ministros cuál era la situación. Pero reiterarle al presidente que necesitamos una presencia de carácter permanente y más contundente. Venir a reunirse con unos pocos no nos ayuda a construir los consensos que necesitamos.
¿Cómo califica el papel del Ejecutivo frente a Cali?
Nos han dejado solos, con una sola salida o respuesta que es la militar. En la respuesta social estamos solos. El alcalde y la gobernadora han estado solos a pesar de la presencia de los ministros de Interior y Defensa. Su enfoque ha sido militar y esa solución es absolutamente insuficiente. Se necesita una solución de carácter social que necesita ser dialogada, concertada, y difundida. Ahí es necesario el liderazgo del presidente. El ministro del Interior y de Defensa han hecho lo que han podido en el punto de vista militar pero esa respuesta en Cali es insuficiente. Por eso necesitamos una respuesta conjunta.
¿Cómo ha sido el papel de Jorge Iván Ospina y Clara Luz Roldán en el manejo de la crisis?
Para los gobiernos locales y departamentales ha sido muy difícil sin la ayuda y acompañamiento del gobierno nacional. La crisis nace desde lo nacional y tiene raíces en temas nacionales y tienen que ver con decisiones nacionales. La respuesta se hace muy compleja porque no pueden hacer compromisos con esos temas. He invitado a alcalde y gobernadora que no unamos en un solo frente y no trabajemos dispersos. Que generemos una unidad con toda la sociedad. Necesitamos juntas comunales, líderes deportivos y culturales, al Concejo Municipal, a la Cámara de Comercio y abrir un gran diálogo de ciudad. Porque apenas se solucione el problema nacional nos va a quedar una gran deuda social que tenemos que resolverlo para que haya paz. O sino, estos jóvenes van a llegar a sus barrios frustrados y se nos va a ser más difícil recuperarlos para la sociedad productiva.
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¿Cuál es la posible solución?
Yo quisiera que la solución fuera un gran diálogo desde lo local hasta lo nacional. Que se abra el diálogo en la ciudad de Cali con todos los sectores y toda la institucionalidad escuchando a los sectores sociales y trazando un plan de choque para darle oportunidades a esta juventud que se siente excluida. Un gran diálogo nacional de descentralización de recursos hacia los municipios y departamentos para cumplir con sus obligaciones. Me preocupa que el Gobierno se quede corto o sea lento con este diálogo.