No cesa la controversia por la acción militar que tuvo lugar el pasado lunes en la vereda El Remanso, ubicada en el municipio de Puerto Leguízamo, en Putumayo. En medio del operativo que tenía como objetivo dar con el paradero de “Bruno”, líder de una facción de la disidencia de las Farc denominada Comandos de la Frontera, murieron 11 personas. Varios de los fallecidos eran civiles, entre los que ya se identificaron al presidente de la junta de acción comunal de la vereda, Divier Hernández; a su esposa, Ana María Sarria, y al gobernador indígena Pablo Panduro Coquinche.
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Diferentes instituciones y organizaciones han denunciado irregularidades en la acción y han solicitado que se esclarezca lo ocurrido, a pesar de que ya el ministro de Defensa, Diego Molano, aseguró que el operativo fue contra las disidencias y no contra campesinos de la zona. “No fue contra inocentes indígenas, sino narco-cocaleros”, dijo el funcionario tras las dudas sobre las primeras versiones del ataque.
En medio de la polémica, el presidente Iván Duque defendió la legitimidad del operativo, señalando ante los medios que “es importante tener claridad que se ha actuado con todos los protocolos de la fuerza”. El mandatario aseguró que, ante los cuestionamientos sobre la acción, pidieron a la Fiscalía y los demás entes de control que realicen todas las verificaciones necesarias para aclarar lo ocurrido y destacó que “el Ejército ha venido explicando punto a punto” cómo se dio la incursión.
“Han llegado solicitudes de la Procuraduría y el Ejército las va a contestar. La Fiscalía ha venido trabajando acompañando esta operación y se realizarán todos los actos urgentes”, manifestó Duque, quien resaltó primero la planeación del operativo y, segundo, que tienen evidencia de que había “personal armado, droga y fuera de eso están las incautaciones”. También aseguró que hay soldados heridos, lo que demuestra que en efecto se dio una confrontación.
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“El mensaje de fondo es es que la evidencia que se ha entregado también muestra claramente de los delincuentes que se encontraban allí. Había armamento y algo que nos duele es que algunos de nuestros hombres están gravemente heridos en ese intercambio de disparos”, concluyó Duque sobre los cuestionamientos que se le han hecho al Ejército por la operación.
Y es que, a pesar de que el ministro Molano confirmó inicialmente que en el operativo murieron nueve presuntos disidentes, la Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de la Amazonia Colombiana (Opiac) denunció que “eran civiles, no guerrilleros”. Ahí fue cuando el ministro insistió en sus redes sociales en que el “operativo no fue contra campesinos, sino disidencias Farc”.
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Por ahora no hay certeza de que en el bazar comunitario había o no miembros de grupos armados. Ni desde el Ejército ni las explicaciones de Duque aclararon por qué los tres civiles fallecidos, así como un adolescente de 16 años, terminaron muertos en el operativo. Incluso desde la Opiac le han pedido a Molano que se retracte de sus afirmaciones, pues insisten en que los fallecidos son campesinos y que Pablo Panduro Coquinche es una autoridad indígena de la región.