La noticia de la deportación al exjefe paramilitar Salvatore Mancuso para Italia encendió las alertas en el país y, por supuesto, críticas al Gobierno Nacional por las demoras en el trámite de su extradición a Colombia para que contara la verdad sobre los hechos de violencia en los que participó y de los que fue testigo durante el conflicto armado. Mancuso había sido pedido en extradición con anterioridad, sin embargo, el trámite para llevarlo a Europa ya tenía luz verde desde el pasado 15 de abril.
El Gobierno dio explicaciones. En un extenso comunicado de prensa, el alto comisionado para la Paz, Miguel Ceballos, detalló el paso a paso. Aseguró que había dos solicitudes de extradición ante del Departamento de Estado de los Estados Unidos y que esta, hasta la fecha (este martes), no habían sido negadas.
“El Departamento de Justicia de los Estados Unidos continúa adelantado el estudio de estas dos solicitudes y la autoridad judicial requirente, además de aportar la evidencia que sustenta la imposición de la medida de aseguramiento contra Mancuso Gómez”, dijo Ceballos.
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Entre muchas otras cosas, el alto comisionado manifestó que quedaba claro que el Gobierno Nacional, representado por su oficina, el Ministerio de Justicia y el Ministerio de Relaciones Exteriores, había cumplido con su tarea de solicitar la extradición del excomandante del Bloque Catatumbo de las Autodefensas y que esta, además, se había hecho de manera “eficiente y oportuna”.
Esa comunicación, transmitida por canales oficiales, se hizo de manera conjunta con el Ministerio de Justicia y la Cancillería. De hecho, la canciller Claudia Blum estuvo en pantalla todo el tiempo mientras Ceballos explicaba.
Sin embargo, La Silla Vacía contó este miércoles que, dada la premura del asunto, una cuarta solicitud de extradición de Mancuso había sido enviada en español y que todavía en la noche del martes se seguía traduciendo. Según el portal, la presentación del texto de extradición en inglés es una obligación contemplada en el tratado de extradición con los Estados Unidos. Es decir, una carta en español no se podía tramitar.
Consultado por El Espectador, el Ministerio de Justicia señaló que no se pronunciaba al respecto “porque Presidencia ha manifestado que el vocero para este tema es el doctor Miguel Ceballos, alto comisionado para la Paz”.
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Horas más tarde, no fue Ceballos el que se pronunció, sino la Cancillería. Palabras más, palabras menos, esa entidad admitió que la solicitud de extradición de Mancuso no se había hecho de manera formal. Señaló que el 18 de agosto pasado recibió de parte del Ministerio de Justicia un documento que remite otro procedente de la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior del Distrito Judicial de Bogotá. En ese papel, “se ordena, con carácter urgente, presentar ante el Gobierno de los Estados Unidos de América la solicitud de captura y posterior extradición del señor Salvatore Mancuso Gómez”.
Dice la Cancillería que el Tribunal Superior de Bogotá aportó la orden de captura contra Mancuso, emitida el 11 de agosto, y que junto a dicho documento se adjuntaron 2115 folios. “Al tratarse de una solicitud de captura con carácter urgente, se radicó el día 20 de agosto de 2020 ante el Departamento de Estado la solicitud de detención preventiva con fines de extradición, acompañando la información y documentos exigidos para esta solicitud”, señala la Cancillería.
Esos documentos son la identificación de la persona solicitada, la mención a la intención de solicitar la extradición y la orden de captura. Admite la entidad que esos fueron presentados en español con su correspondiente traducción al inglés, y que, “una vez el ministerio cuente con la traducción de todos los demás documentos aportados por el Tribunal, se procederá a formalizar la solicitud de extradición ante el Departamento de Estado”.
Lo que llama la atención es: si la canciller Claudia Blum estuvo durante la rueda de prensa en la que Ceballos aseguró que el Gobierno Nacional había tramitado de manera “eficiente y oportuna” la extradición de Mancuso, por qué un día después el ministerio que dirige admite que la última solicitud no se ha hecho de manera formal.
Después de todo ese cruce de comunicados, la canciller Blum apareció este mismo miércoles en un video junto a Alejandra Valencia, directora jurídica internacional de la Cancillería, en donde se explicaron los pasos del proceso de extradición. Blum insistió en que su entidad “ha venido adelantando los trámites correspondientes” para la extradición del exjefe paramilitar.
“El trámite se compone de varias etapas. La Cancillería ha atendido las órdenes expedidas por el Tribunal de Barranquilla y el Tribunal de Bogotá y ha presentado las solicitudes de extradición al gobierno de los Estados Unidos”, dijo la funcionaria.
Dijo que en ese país están en estudio tres solicitudes extradición de Mancuso, no dos, como lo manifestó el comisionado Ceballos. Sobre la solicitud más recientes, señaló: “Se aclara que la extradición puede iniciarse de dos formas: a través de una solicitud de detención preventiva con fines de extradición, o puede iniciarse a través de la presentación de la solicitud formal de extradición. Las dos figuras son igualmente válidas. En este caso, ante la urgencia y necesidad de que se decrete la captura del señor Mancuso, se presentó la solicitud de detención preventiva con fines de extradición, cumpliendo con todos los requisitos”.
Vea la explicación de la Cancillería
