Paro nacional: Conferencia Episcopal celebra diálogos y pide mantener la esperanza
La Conferencia Episcopal, que figura como acompañante y facilitadora de los diálogos que arrancaron este domingo, instó a perseverar en diálogos, “a pesar de los escollos que seguramente se interpondrán”.
Ante la mesa de diálogo y negociación que dieron inicio este domingo el Comité Nacional del Paro y el Gobierno Nacional, la Conferencia Episcopal de Colombia –que actúa como acompañante y facilitadora en el proceso, así como la ONU– celebró la disposición para el encuentro y pidió mantener la esperanza con miras a atender la crisis social desatada desde el pasado 28 de abril.
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Según la Conferencia Episcopal, en la medida en que en ese diálogo haya “encuentro y compromiso con los otros” se podrán atender las demandas y se avanzará en la reconciliación y la paz.
“Los obispos católicos expresamos una vez más que el diálogo, en el que haya escucha, encuentro y compromiso con los otros, es el escenario propio para atender a las legítimas demandas de todos los ciudadanos y para avanzar hacia la reconciliación y la paz. La violencia, con sus múltiples formas y expresiones, provenga de donde provenga, no soluciona nada y produce sufrimiento y muerte”, advirtieron.
Por otro lado, la Conferencia Episcopal manifestó su solidaridad por “las dolorosas situaciones” que se han vivido en los últimos días en Cali y Popayán, así como de otras poblaciones de los departamentos del Valle del Cauca y del Cauca. “Pedimos a Dios que se detenga, con la decisión y participación de todos, la espiral de violencia y se abra paso al diálogo”, señalaron.
Citando al papa Francisco, los obispos hicieron un llamado a mantener la esperanza que, a pesar de las sombras densas, “es audaz, sabe mirar más allá de la comodidad personal y eleva el espíritu hacia los ideales y las realidades más grandes y verdaderas (…) La esperanza nos mueve a pedir el don de la reconciliación y sostiene nuestra responsabilidad de ser artesanos de la paz”.
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En su misiva, la Conferencia Episcopal invitó a la comunidad católica para que, en estos días de la novena de preparación para la próxima solemnidad de Pentecostés, se pida la asistencia del Espíritu Santo para que ilumine los diálogos y negociaciones, y se persevere en ellos a pesar de los escollos que seguramente se interpondrán.
“Que se tomen las decisiones acertadas para arrancar las raíces de la violencia, lograr el bien común y promover el desarrollo integral de nuestra nación”, señala el comunicado, firmado por monseñor Óscar Urbina Ortega, arzobispo de Villavicencio y presidente de la Conferencia Episcopal; monseñor Ricardo Tobón, arzobispo de Medellín y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, y monseñor Elkin Álvarez, Obispo de Santa Rosa de Osos y secretario General de la Conferencia.
A su turno, monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social de la Conferencia y quien continúa como delegado del episcopado colombiano en la tarea de acompañamiento de la negociación, manifestó que el hecho de que ambas partes hayan aceptado sentarse a la mesa es un gesto positivo “que puede ayudar bastante a avanzar en la discusión de las problemáticas de los pliegos que están sobre la mesa y también a considerar las condiciones de garantía para el desarrollo de la misma”.
Para monseñor Henao, se requiere definir una metodología y clarificar algunos pendientes, teniendo en cuenta que sobre la mesa ya hay algunos aspectos que se han calificado como “inamovibles”. “Vamos a hacer un ejercicio, sobre todo, en torno a las garantías que ha exigido el Comité del Paro. Allí hay unos temas que fueron expuestos por los dirigentes del paro a la opinión pública, estos son de conocimiento público, y son sobre los cuales seguramente va a girar la primera reunión”.
Explicó que la reunión que se adelantó en Palacio se hizo en el marco de un diálogo exploratorio e informó que habrá otra reunión para definir la forma cómo se van a abordar los temas, el orden de la temática y también la manera como se van a asumir las exigencias de parte y parte.
Monseñor Henao señaló también que el inicio de estas negociaciones se da en un ambiente lleno de tensiones sociales fuertes, que se extiende por varias regiones del país: “Indudablemente que este inicio de negociaciones está marcado por la voluntad tanto del Gobierno como del Comité Nacional del Paro, para avanzar y comenzar ya a tratar en la mesa. Esperamos que esta primera fase nos permita abordar los temas de metodología y los alcances, para que así se logre, entonces, entrar en la parte temática propiamente de la negociación”.
El delegado del episcopado, que manifestó que el clamor de los jóvenes debe ser escuchado y atendido oportunamente, recordó el llamado a la no violencia y al respeto a los derechos humanos. “Hay que recoger voces de los jóvenes, particularmente, así como de quienes están sufriendo las consecuencias del desempleo y una falta de oportunidades. Hay que recoger las voces de los territorios. Esa doble perspectiva de lo territorial y lo sectorial va a ayudar muchísimo”.
Ante la mesa de diálogo y negociación que dieron inicio este domingo el Comité Nacional del Paro y el Gobierno Nacional, la Conferencia Episcopal de Colombia –que actúa como acompañante y facilitadora en el proceso, así como la ONU– celebró la disposición para el encuentro y pidió mantener la esperanza con miras a atender la crisis social desatada desde el pasado 28 de abril.
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Según la Conferencia Episcopal, en la medida en que en ese diálogo haya “encuentro y compromiso con los otros” se podrán atender las demandas y se avanzará en la reconciliación y la paz.
“Los obispos católicos expresamos una vez más que el diálogo, en el que haya escucha, encuentro y compromiso con los otros, es el escenario propio para atender a las legítimas demandas de todos los ciudadanos y para avanzar hacia la reconciliación y la paz. La violencia, con sus múltiples formas y expresiones, provenga de donde provenga, no soluciona nada y produce sufrimiento y muerte”, advirtieron.
Por otro lado, la Conferencia Episcopal manifestó su solidaridad por “las dolorosas situaciones” que se han vivido en los últimos días en Cali y Popayán, así como de otras poblaciones de los departamentos del Valle del Cauca y del Cauca. “Pedimos a Dios que se detenga, con la decisión y participación de todos, la espiral de violencia y se abra paso al diálogo”, señalaron.
Citando al papa Francisco, los obispos hicieron un llamado a mantener la esperanza que, a pesar de las sombras densas, “es audaz, sabe mirar más allá de la comodidad personal y eleva el espíritu hacia los ideales y las realidades más grandes y verdaderas (…) La esperanza nos mueve a pedir el don de la reconciliación y sostiene nuestra responsabilidad de ser artesanos de la paz”.
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En su misiva, la Conferencia Episcopal invitó a la comunidad católica para que, en estos días de la novena de preparación para la próxima solemnidad de Pentecostés, se pida la asistencia del Espíritu Santo para que ilumine los diálogos y negociaciones, y se persevere en ellos a pesar de los escollos que seguramente se interpondrán.
“Que se tomen las decisiones acertadas para arrancar las raíces de la violencia, lograr el bien común y promover el desarrollo integral de nuestra nación”, señala el comunicado, firmado por monseñor Óscar Urbina Ortega, arzobispo de Villavicencio y presidente de la Conferencia Episcopal; monseñor Ricardo Tobón, arzobispo de Medellín y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, y monseñor Elkin Álvarez, Obispo de Santa Rosa de Osos y secretario General de la Conferencia.
A su turno, monseñor Héctor Fabio Henao Gaviria, director del Secretariado Nacional de Pastoral Social de la Conferencia y quien continúa como delegado del episcopado colombiano en la tarea de acompañamiento de la negociación, manifestó que el hecho de que ambas partes hayan aceptado sentarse a la mesa es un gesto positivo “que puede ayudar bastante a avanzar en la discusión de las problemáticas de los pliegos que están sobre la mesa y también a considerar las condiciones de garantía para el desarrollo de la misma”.
Para monseñor Henao, se requiere definir una metodología y clarificar algunos pendientes, teniendo en cuenta que sobre la mesa ya hay algunos aspectos que se han calificado como “inamovibles”. “Vamos a hacer un ejercicio, sobre todo, en torno a las garantías que ha exigido el Comité del Paro. Allí hay unos temas que fueron expuestos por los dirigentes del paro a la opinión pública, estos son de conocimiento público, y son sobre los cuales seguramente va a girar la primera reunión”.
Explicó que la reunión que se adelantó en Palacio se hizo en el marco de un diálogo exploratorio e informó que habrá otra reunión para definir la forma cómo se van a abordar los temas, el orden de la temática y también la manera como se van a asumir las exigencias de parte y parte.
Monseñor Henao señaló también que el inicio de estas negociaciones se da en un ambiente lleno de tensiones sociales fuertes, que se extiende por varias regiones del país: “Indudablemente que este inicio de negociaciones está marcado por la voluntad tanto del Gobierno como del Comité Nacional del Paro, para avanzar y comenzar ya a tratar en la mesa. Esperamos que esta primera fase nos permita abordar los temas de metodología y los alcances, para que así se logre, entonces, entrar en la parte temática propiamente de la negociación”.
El delegado del episcopado, que manifestó que el clamor de los jóvenes debe ser escuchado y atendido oportunamente, recordó el llamado a la no violencia y al respeto a los derechos humanos. “Hay que recoger voces de los jóvenes, particularmente, así como de quienes están sufriendo las consecuencias del desempleo y una falta de oportunidades. Hay que recoger las voces de los territorios. Esa doble perspectiva de lo territorial y lo sectorial va a ayudar muchísimo”.