Desde la Constitución de 1991, el Senado pasó a ser de circunscripción nacional para garantizar que los proyectos y reformas que cobijaran a todo el territorio no terminaran naufragando en su trámite, situación que llevó a que los presidentes, anteriores a la carta política del 91, declararan estados de emergencia para tomar atribuciones legislativas que les permitieran sacar dichas reformas. También con esto, se impulsó la descentralización de la corporación como una medida contra el clientelismo, o la mal llamada “mermelada”.
Sin embargo, en los próximos días, la plenaria de la Cámara de Representantes discutirá en segundo debate el proyecto de reforma política con el que se pretende asignarle doce curules en el Senado (en principio hubo polémica debido a que quedó en el texto que se crearían de forma adicional estos escaños) a los departamentos más subrepresentados del país que no encuentran doliente en esa corporación para sacar adelante las iniciativas legislativas focalizadas a dichas regiones.
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Se trata de Amazonas, Caquetá, Guainía, Guaviare, Meta, Putumayo, San Andrés, Vaupés y Vichada, los cuales han tenido contados parlamentarios oriundos. Y a eso le apunta la reforma política, de asegurarles un asiento a legisladores que provengan de esas regiones para que en casos como debates de regalías o, como se discute ahora mismo en Cámara, el de un sistema especial para los departamentos amazónicos, haya un apoderado que le meta acelerador y esté presionando para que esos proyectos no se queden en el escritorio.
Aunque suena lógico el planteamiento, este ha recibido reparos de conocedores del tema al considerar que, como circunscripción nacional, sin importar de dónde se obtuvieron los votos, cada senador tiene el deber de velar por dichas regiones. Más argumentos en contra son los expuestos por la veeduría de la Universidad de los Andes, Congreso Visible: “la idea es que el Senado represente personas con intereses diversos, no kilómetros cuadrados ni territorios, ya que antes de 1991 teníamos dos Cámaras que representaban intereses regionales y eso aumentaba lo que hoy se conoce como ‘mermerlada’ (…) también antes los proyectos de ley de interés nacional no tenían éxito en su trámite porque ambas corporaciones regionales y poco diversos, por lo que las reformas que necesitaba el país no eran aprobadas”.
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— Congreso Visible (@CongresoVisible) October 7, 2020
También el profesor de la Universidad del Rosario, Yann Basset, explicó que la propuesta le abre la puerta a que minorías políticas no logren representación en Cámara, por las dificultades que tienen de hacer campaña en territorios con tan pocos electores y que tienden más a acercarse a los partidos tradicionales.
Si vemos los resultados de 2018 en los nueve departamentos subrepresentados encontramos que, efectivamente, solo los partidos políticos tradicionales sacaron las mejores votaciones: Centro Democrático, Partido Liberal, la U, Cambio Radical y Partido Conservador, con excepción del MIRA y Colombia Justa-Libres, que son colectividades más pequeñas, pero con gran proyección de crecimiento a nivel nacional.
Así mismo, entre las tres primeras votaciones de ocho de los nueve representantes, el voto en blanco fue uno de los resultados con más apoyo. “Este debe ser un mensaje a los partidos sobre las campañas que están llevando a cabo en las regiones”, fue uno de los apuntes de Congreso Visible. Sin embargo, Basset le atribuye a esto la preponderancia que le dan esos departamentos a los aspirantes a la Cámara y a los intereses locales. “Por sí solos no tienen los suficientes votos para sacar a un senador”, precisa.
También explica que esos departamentos terminan “votando por grandes figuras y por los partidos”, eso se ilustra con los resultados. Álvaro Uribe Vélez (Centro Democrático) fue una de las primeras tres votaciones en seis de las nueve regiones subrepresentadas. Le siguen Maritza Martínez (de la U), Roy Barreras (quien se presentó por la U, pero hace poco renunció a la colectividad), Ana Paola Agudelo (MIRA), Eduardo Enríquez Maya (Partido Conservador), Antonio Zabaraín y Germán Varón Cotrino (Cambio Radical) y Mauricio Gómez Amín (Partido Liberal).
El Espectador habló con la mayoría de los y las senadoras sobre sus incidencias en esos departamentos donde sacaron las mayores votaciones y qué, desde sus curules, han liderado, impulsado y respaldado en beneficio de sus gentes.