Arrancó prueba de fuego para Benedetti y la coalición petrista: así están las fuerzas

Este martes se cumplió un mes exacto de la llegada de Armando Benedetti al Gobierno de Gustavo Petro como el principal operador político y puente con el Congreso en el trámite de las llamadas reformas sociales. El también exsenador y exdiplomático se estrenó hace 30 días como jefe del despacho presidencial en el polémico consejo de ministros televisado y, desde entonces, además de haber pasado a ser ministro del Interior, no ha parado de dialogar con congresistas de todas las orillas que están dispuestos a respaldar la agenda del mandatario.

Este primer mes también marcó el inicio de una prueba de fuego para la gestión de Benedetti, pues ahora deberá demostrar que las negociaciones con los partidos se traducirán en votos, en primera medida para la reforma a la salud. Así las cosas, tras lograr agendar la discusión, que estuvo estancada dos semanas por diferencias en la mesa directiva de la plenaria de la Cámara, el ministro del Interior volvió este martes al Capitolio para ponerse al frente de esa gestión.

Desde una esquina del Salón Elíptico del Congreso, donde intentó pasar desapercibido de las cámaras de la transmisión oficial y de la prensa, Benedetti atendió a decenas de representantes que fueron a saludarlo, de partidos como el Liberal, La U, el Pacto Histórico, la Alianza Verde y las curules de paz. Simultáneamente, tres de sus asesoras hicieron lo propio y recorrieron el recinto hablando con otros legisladores y tomando nota de sus inquietudes.

La movida estuvo reforzada por otros altos funcionarios del presidente Petro, pues cuatro ministros más se hicieron presentes en el debate de la reforma a la salud. El jefe de la cartera de Trabajo, Antonio Sanguino (Alianza Verde), vistió varias curules del ala izquierda del salón y sostuvo reuniones con algunos representantes en la parte de atrás de la mesa directiva. Lo mismo hicieron la ministra de Transporte, María Fernanda Rojas (Alianza Verde), y el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo (petrismo). A ellos se sumó la nueva jefa del Ministerio del Deporte, Patricia Duque (Partido Conservador), cercana a algunos conservadores y quien apenas horas antes se había posesionado oficialmente en el cargo.

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Mientras los integrantes del gabinete continuaban con sus gestiones, las primeras votaciones de la plenaria en torno a la reforma evidenciaron que el Ejecutivo tiene los números necesarios para aprobar el articulado. Con votaciones que estuvieron entre los 60 y 80 respaldos, los aliados del Gobierno negaron modificaciones para sacar la reforma del orden del día o incluso para aplazar su discusión. De esta manera, el oficialismo logró demostrar que mantiene las mismas mayorías que ya le han dado luz verde a 30 de los 62 artículos del proyecto en segundo debate.

Según voces de la Casa de Nariño, que han acompañado el paso de Armando Benedetti al Ministerio del Interior, lo que ocurrió este martes con la presencia de cinco ministros en la plenaria fue simplemente una jugada para afianzar y cuidar los votos, pues el ministro y su equipo confían en que tienen las fuerzas para enviar al Senado la reforma a la salud y enfocarse en los acercamientos con las bancadas de esa corporación.

De hecho, el ministro Benedetti ya se contactó con los asesores del presidente Efraín Cepeda y pidió una cita para este mismo martes en su despacho. Desde el equipo del conservador confirmaron el encuentro, pero –al final– el propio Cepeda aseguró que estuvo esperando al funcionario y que nunca llegó. “Acordó con mis asesores la hora de las 2:30 p.m.; ahí estuve muy puntual en mi despacho esperándolo”, explicó Cepeda, quien dijo estar dispuesto a reagendar el encuentro.

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Benedetti ya hace cuentas con algunos partidos para el paso al Senado de la reforma a la salud, pero también para los debates de la jurisdicción agraria y la reforma laboral. Frente a esta última también está el ministro Sanguino, quien se mostró optimista sobre la búsqueda de los votos. “Estamos a la espera de que la próxima semana, a más tardar el día miércoles, se inicie la discusión. Será una discusión, como lo hemos conversado con la presidenta de la Comisión Séptima, Nadia Blel, de altura, de retroalimentación y de enriquecimiento de la iniciativa que está puesta a consideración”, aseguró desde la Casa de Nariño.

Hace casi un año, en esa misma comisión, se hundió la reforma a la salud con los votos negativos de Nadia Blel, José Alfredo Marín (Partido Conservador), Miguel Ángel Pinto Hernández (Partido Liberal), Lorena Ríos (Colombia Justa Libres), Berenice Bedoya (ASI), Norma Hurtado (Partido de la U), Honorio Henríquez y Alirio Barrera (Centro Democrático). Ahora el Gobierno espera voltear al menos dos de estos votos –que también serán claves para la reforma laboral en esa instancia– para así irse a la plenaria, donde cada voto será crucial para todos los debates.

Sin embargo, en la bancada petrista aseguran que no se pueden subestimar las estrategias de la oposición y los independientes, que aunque en la Cámara no tienen los votos para hundir la reforma a la salud, sí tienen herramientas para retrasar la discusión, en medio de lo que para el jefe de Estado y sus funcionarios son muestras de “filibusterismo”.

Este martes, precisamente, la oposición logró demorar el trámite con proposiciones y apelaciones que, hasta el cierre de esta edición, habían impedido la discusión de los artículos. Además, a la mesa directiva llegaron varias recusaciones contra partidos como el Liberal, la U y la Alianza Verde. El presidente de la corporación, Jaime Raúl Salamanca, negó estos recursos, pero la decisión generó polémica y una nueva arremetida de apelaciones de la oposición que al final pusieron a tambalear el quórum y generaron el levantamiento de la sesión, que se retomaría este miércoles, después del congreso en pleno.

Así las cosas, el objetivo de Benedetti de sacar la reforma esta semana empieza a distanciarse, pues las bancadas contrarias al Gobierno también anunciaron la intención de pedir la sesión que por ley les corresponde para debatir exclusivamente sus proyectos. Por otra parte, también está pendiente la sesión del Congreso en pleno para votar la renuncia de César Lorduy (Cambio Radical) al Consejo Nacional Electoral, que, dicho sea de paso, le abrirá otro frente a Benedetti, pues se trata de una oportunidad para que el Gobierno ubique en la autoridad electoral a una voz que desarme las mayorías que hasta ahora han impulsado las investigaciones contra el presidente y su campaña del 2022.

De esta manera, Petro, de la mano de Benedetti, mantiene mayorías en la Cámara, pero ahora empieza a depender de los tiempos, pues necesita dejar a un lado los debates de la primera corporación para entrar de lleno al Senado, esto a tres meses y dos semanas del fin de la legislatura. Aún así, el Gobierno deberá mantener desplegadas estas estrategias, que incluyen los cambios del remezón ministerial, pues ad portas de una campaña presidencial, los votos en las dos corporación se cotizan al alza.

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