Reforma política: ¿fin de los partidos minoritarios?
En el Foro Veeduría Anticorrupción, las senadoras Paloma Valencia (Centro Democrático) y Angélica Lozano (Alianza Verde), junto a Alejandra Barrios, directora de la MOE, y Ariel Ávila, subdirector de Pares, cuestionaron cuál sería la participación de los movimientos pequeños de aprobarse la reforma política que está en curso en el Senado.
-Redacción Política
Como bien lo dijo el analista político de la Fundación Pares, León Valencia, los cambios legislativos son recurrentes cada cuatrienio cuando se instalan un nuevo Gobierno y nuevo Congreso de la República. Cumpliendo con esa premisa, el presidente Iván Duque, junto a su gabinete y coalición de bancadas, aprovechó el primer período legislativo para radicar las propuestas que cree convenientes adelantar en el país.
La reforma política, una de esas transformaciones que busca el Ejecutivo, y que pone sobre la mesa iniciativas como las listas cerradas, la unificación de períodos electorales de presidente, gobernadores y alcaldes, la reducción de los magistrados del Consejo Nacional Electoral, entre otros puntos, cumple este martes su segundo debate en plenaria del Senado.
Lea: Reforma política supera primer debate en el Congreso
Con objeto de la situación en la que se encuentra este proyecto de acto legislativo y de las polémicas propuestas que plantea, El Espectador, en alianza con Pares y la Universidad Libre, realizó este martes el Foro Veeduría Anticorrupción, para conocer las perspectivas de esta reforma por parte de las senadoras Paloma Valencia (Centro Democrático) y Angélica Lozano (Alianza Verde), así como de la directora de la Misión de Observación Electoral, Alejandra Barrios, y el subdirector de Pares, Ariel Ávila
Frente a ese cambio legislativo del que habla el analista Valencia, los panelistas coincidieron en que esta reforma política está ahogando la verdadera transformación que tiene la sociedad, poniendo como ejemplo los resultados de los comicios de la Consulta Anticorrupción.
De este modo, consideran la propuesta de extender por dos años más los períodos de gobernadores y alcaldes una forma en la que los movimientos tradicionales buscan alargar su permanencia en el poder e impedir que nuevos liderazgos emerjan.
De continuar por vía libre la reforma dentro del Congreso, la representación de las minorías no se vería personificada si se reduce el número de magistrados del Consejo Nacional Electoral, en el que, a duras penas, en la elección de este año, los partidos de la oposición lograron instalar a uno de los nueves magistrados.
También, la vida de los partidos minoritarios estaría en riesgo por el aumento que se propone del coeficiente electoral. Ese 75% de umbral que se plantea tendría como efecto la sepultura de los movimientos pequeños y reforzaría a las maquinarias con músculo de poder.
Por eso la senadora Valencia sostuvo que “estamos equivocados cuando decimos que la ley cambia la realidad, cuando, de verdad, la ley recoge a la realidad”, refiriéndose a que esta reforma estaría anticipándose a un cambio cualitativo y cuantitativo social que aún no finaliza y que les está abriendo paso a nuevas alternativas que, en su nacimiento, están siendo aplacadas por propuestas como estas.
Como bien lo dijo el analista político de la Fundación Pares, León Valencia, los cambios legislativos son recurrentes cada cuatrienio cuando se instalan un nuevo Gobierno y nuevo Congreso de la República. Cumpliendo con esa premisa, el presidente Iván Duque, junto a su gabinete y coalición de bancadas, aprovechó el primer período legislativo para radicar las propuestas que cree convenientes adelantar en el país.
La reforma política, una de esas transformaciones que busca el Ejecutivo, y que pone sobre la mesa iniciativas como las listas cerradas, la unificación de períodos electorales de presidente, gobernadores y alcaldes, la reducción de los magistrados del Consejo Nacional Electoral, entre otros puntos, cumple este martes su segundo debate en plenaria del Senado.
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Con objeto de la situación en la que se encuentra este proyecto de acto legislativo y de las polémicas propuestas que plantea, El Espectador, en alianza con Pares y la Universidad Libre, realizó este martes el Foro Veeduría Anticorrupción, para conocer las perspectivas de esta reforma por parte de las senadoras Paloma Valencia (Centro Democrático) y Angélica Lozano (Alianza Verde), así como de la directora de la Misión de Observación Electoral, Alejandra Barrios, y el subdirector de Pares, Ariel Ávila
Frente a ese cambio legislativo del que habla el analista Valencia, los panelistas coincidieron en que esta reforma política está ahogando la verdadera transformación que tiene la sociedad, poniendo como ejemplo los resultados de los comicios de la Consulta Anticorrupción.
De este modo, consideran la propuesta de extender por dos años más los períodos de gobernadores y alcaldes una forma en la que los movimientos tradicionales buscan alargar su permanencia en el poder e impedir que nuevos liderazgos emerjan.
De continuar por vía libre la reforma dentro del Congreso, la representación de las minorías no se vería personificada si se reduce el número de magistrados del Consejo Nacional Electoral, en el que, a duras penas, en la elección de este año, los partidos de la oposición lograron instalar a uno de los nueves magistrados.
También, la vida de los partidos minoritarios estaría en riesgo por el aumento que se propone del coeficiente electoral. Ese 75% de umbral que se plantea tendría como efecto la sepultura de los movimientos pequeños y reforzaría a las maquinarias con músculo de poder.
Por eso la senadora Valencia sostuvo que “estamos equivocados cuando decimos que la ley cambia la realidad, cuando, de verdad, la ley recoge a la realidad”, refiriéndose a que esta reforma estaría anticipándose a un cambio cualitativo y cuantitativo social que aún no finaliza y que les está abriendo paso a nuevas alternativas que, en su nacimiento, están siendo aplacadas por propuestas como estas.