Con la renuncia que el Congreso en pleno le aceptó este miércoles a César Lorduy como magistrado del Consejo Nacional Electoral (CNE), comenzó una puja política entre oficialismo y oposición para definir quién se quedará con el puesto vacante. La silla despierta especial interés, pues puede reconfigurar las fuerzas en la entidad que investiga al presidente Gustavo Petro por presuntas irregularidades en su campaña; y ser clave en la toma de decisiones en plena época electoral.
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El Pacto Histórico y Cambio Radical ya hacen sus movimientos. La coalición busca lograr lo que esperaba desde 2022, que es tener tres magistrados en el CNE, y el partido opositor no quiere perder su representación en la entidad con la salida de Lorduy, quien fue su representante a la Cámara y es cercano al clan Char en el Atlántico.
Los togados están a la espera de la determinación del Legislativo, pues saben que quien llegue significará un voto más o uno menos para los dos bandos que se formaron en los últimos meses: el lejano a la agenda del Gobierno Nacional, y cuya votación fue positiva para imputarle cargos al jefe de Estado, y el que considera que hay una extralimitación de poderes en la corporación frente al caso de la campaña Petro.
En el primer grupo están los investigadores del presidente Petro, Álvaro Hernán Prada (Centro Democrático) y Benjamín Ortiz (Partido Liberal), y Maritza Martínez (Partido de la U), Alfonso Campo (Partido Conservador) y Cristian Quiroz (Alianza Verde). Y del otro bando son Altus Baquero (Partido Liberal) y Alba Lucía Velásquez y Fabiola Márquez (Pacto Histórico). Lorduy hacía parte del mayoritario.
Desde el petrismo ya hay un nombre sonando para la silla vacante y es el del abogado Álvaro Echeverry, director de consulta previa del Ministerio del Interior y quien en agosto de 2022, en medio de las votaciones de magistrados en el Congreso, se quedó a última hora sin cargo para el CNE, pues quedó en el noveno puesto de la plancha que se presentó.
Esto causó malestares en el interior del Pacto, pues su presencia en la campaña progresista fue clave para que esta agrupación encontrara en promedio 500.000 votos más en las urnas.
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Congresistas del Pacto cuentan que alguien del Gobierno habría empezado a hacer sonar su nombre con más fuerza y que incluso ya habría venido adelantando llamadas y reuniones para pedirles apoyo en la próxima votación. Se trataría del embajador en Reino Unido, Roy Barreras, quien la semana anterior estuvo en Colombia y realizó una encuentro en su casa con figuras de la izquierda para hablar, entre otras cosas, de las elecciones.
Sin embargo, son varios los legisladores que no descartan que otro nombre pueda surgir, pues algunos no quedan muy satisfechos con que Echeverry sea tan cercano a Barreras y a su partido la Fuerza de la Paz, colectividad que no ha querido sumarse al partido único del Pacto Histórico.
En todo caso, sostienen que eso dependerá de los diálogos que se adelanten. Lo clave, dicen, es que llegue alguien que pueda sumarse al grupo de los magistrados Baquero, Velásquez y Márquez, que han presentado reparos contra la investigación al mandatario Petro e incluso han tomado acciones legales contra el presidente de la entidad, Álvaro Hernán Prada, por presuntamente buscar extender su mandato.
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Fueron ellos los únicos que no votaron en las últimas dos salas plenas, en las que quedaron aprobados algunos cambios al reglamento del CNE. Entre los puntos votados está el que señala que Prada continuará en la presidencia hasta que tenga lugar una nueva votación, y no hasta que se venza su período, que es en septiembre de este año.
El artículo, de autoría del magistrado de Alfonso Campo (Partido Conservador), también fue votado positivamente por Lorduy, quien pese a presentar su renuncia irrevocable desde diciembre pasado, siguió cumpliendo funciones en la entidad.
Su dimisión solo se vino a hacer efectiva faltando cuatro días para el 9 de marzo, fecha límite para que los funcionarios presenten sus renuncias si quieren participar en las elecciones al Congreso de 2026. El ahora exmagistrado participaría por un escaño en el Senado.
Desde el sector gobiernista del CNE señalan que se hizo evidente la urgencia de los demás magistrados para votar la reforma al manual, pues si Lorduy salía sin dar su voto el resultado hubiese podido ser otro.
Ahora bien, también hay movidas desde Cambio Radical, agrupación a la que no le cayó nada bien la renuncia de Lorduy, de quien algunos militantes han buscado desmarcarse. De hecho, cuando el magistrado fue señalado por acoso sexual, el líder natural del partido Vargas Lleras le lanzó fuertes críticas y dijo que “para nada” lo iba a defender.
Su salida fue motivo de discusión en la tarde de este miércoles. Y es que justo después de que se aprobara la renuncia del entonces magistrado, al edificio del Congreso llegó el presidente de Cambio Radical, Germán Córdoba, quien llamó a todos los congresistas para hablar de cuál será su estrategia para no perder su representación en el ente electoral.
Y si bien el nombre de Echeverry no disgusta, e incluso algunos militantes dieron buenas impresiones sobre él, Cambio Radical quiere a alguien de sus filas y espera no perder esa batalla. Desde el Centro Democrático ya algunos le dijeron a la colectividad que cuenta con sus votos para el nombre que seleccionen.
La Casa de Nariño buscará convencer a los legisladores, pues no puede poner en riesgo una posible imputación de cargos a la campaña y al mandatario, aunque el expediente parece haberse embolatado y todo indicaría que se vencerán los términos de la investigación.
Además, le conviene tener un voto más a su favor para el momento en que inicie la campaña electoral y sobre todo, porque hay determinaciones que se tomarán para darle viabilidad o no al partido nuevo que buscan crear desde la izquierda, Progresistas, o para la unificación de varias colectividades alrededor del Pacto Histórico.
Mientras los partidos continúan sus jugadas, en el CNE están a la espera. Son varios los magistrados que buscan tomar un papel más protagónico ahora que la precampaña se encendió. Nada más Prada, que desmiente el querer extender su período de presidente, viene cuestionando algunas decisiones del Gobierno, entre esas el congelamiento de $600.000 millones del presupuesto de la entidad, que según él puede poner en riesgo la transparencia de los comicios del próximo año.
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