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En tiempos de crisis, Clara Luz Roldán sigue conservando el optimismo y la fe valluna. Sin embargo, no tiene mucho de qué alegrarse por estos días. Después de Bogotá, la región que gobierna es la más azotada por el coronavirus: uno de cada cinco contagiados está allí. Con todo, la que hoy por hoy es la mandamás de un Valle del Cauca en apuros, apuesta por preservar la vida y aprender de lo que dejará la pandemia.
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Cumplidos casi cuatro meses de su mandato, entre un dejo de resignación y nostalgia, cuenta cómo tuvo que dejar de lado el deporte, el turismo y la cultura —los pilares con los que se hizo elegir—, para priorizar en su plan de gobierno la salud, la seguridad alimentaria y la reactivación económica. “Será muy difícil pavimentar un andén”, admite, mientras no deja de pensar que, en el pico de la enfermedad, el Valle requerirá 1.500 unidades de cuidados intensivos (UCI), pero por más esfuerzo que haga logrará apenas tener más de 700.
Asumió un departamento en auge, pero que hoy está en jaque por la pandemia, ¿cómo los trastocó el virus?
Veníamos trabajando muy bien, haciendo los diálogos vallecaucanos y visitando cada municipio para hacer participativo el plan de desarrollo. Lamentablemente, cuando iniciamos con los monitores deportivos y ambientales, y estábamos listos para arrancar con los culturales, llega la emergencia. Queríamos promover más el turismo y eso también quedó iniciado al ver y sentir lo que estaba pasando en el mundo.
Comenzamos a reaccionar. Fuimos los primeros en implementar el toque de queda. Asumimos con responsabilidad que lo que estaba pasando en Europa y en Estados Unidos, nos hacía tomar decisiones. Eso nos ha dado la posibilidad de prepararnos.
¿Cómo cambiaron sus prioridades?
Decidimos que todos los recursos se destinarían a esta calamidad pública. Son dos prioridades: salud y seguridad alimentaria. En el primer frente hemos tomado medidas para retrasar el pico y aplanar la curva, y así tener listos hospitales y UCI. Nos tocó importar tapabocas, respiradores, ventiladores y pruebas antifluidos. Eso nos da tiempo, porque el pico llegará y no podemos decir que no lo vamos a vivir.
Luego, vimos que la seguridad alimentaria no era solo para el Sisbén 1 y 2. La gente trabajadora —la señora de la peluquería, el que sacaba al perrito, el del salpicón o el taxista— se quedó sin empleo y no tiene cómo comprar un mercado. Nos abastecimos y compramos 171.000 mercados para los 41 municipios del Valle durante un mes y tenemos para dos meses más.
¿Las regalías que liberó el Gobierno se le van en esos dos frentes?
Con regalías soñábamos pavimentar muchas vías en lo rural y llegar con proyectos agrícolas a campesinos. No podemos hacerlos. Necesitamos fortalecer la seguridad alimentaria y la salud. Esto no termina el 11 de mayo, apenas inicia. Cuando salga la gente a la calle vamos a ver la realidad del virus. Hoy lo tenemos controlado.
¿Qué circunstancias hacen que sea la segunda región más afectada?
La indisciplina de la gente y los bancos, que no nos han ayudado mucho. No ha habido forma de que el sector financiero se una a las restricciones. La gente no entiende que la disciplina es por ellos, que estamos cuidando que toda la población no se vaya a enfermar al mismo tiempo, porque no tendríamos la capacidad de camas que necesitamos.
Cuando llegué el pico será muy doloroso. Serán momentos difíciles y en el Valle calculamos que necesitaremos 1.500 UCI y con todo lo que hemos hecho vamos a tener aproximadamente 700.
El mensaje a los vallunos es que entiendan que las medidas que hemos tomado son por el bien de todos. ¿Pensarán que para nosotros paralizar la economía es fácil? Ha sido muy duro tomar estas decisiones y lo que se viene para la economía, pero lo hemos hecho por salvar sus vidas.
¿Cómo ha sido el coletazo económico?
Todo mundo está muerto de susto, tenemos que recuperar la confianza. Va a durar mucho en reactivarse la economía. Este es un tema que nunca pensamos vivir, porque los ingresos pueden bajarnos hasta 50 %. Hice una reunión con cada una de nuestras empresas; por ejemplo, Acuavalle, solo en un mes, en el estrato 1 y 2, le dejaron de pagar $10.000 millones. Proyectamos que ese déficit será durante tres meses, o sea $30.000 millones. Entiendo a la gente: entre pagar servicios o mercar, preferirán mercar.
Mire la Lotería del Valle: 1.500 loteros sin trabajo, a los que les hemos dado un mercado quincenal y los vamos a sostener durante dos meses más. Pero, ¿cuánto puede aguantar la lotería así? Estamos pensando en sacarla virtual y ver qué estrategias implementamos para sacar adelante a las otras, sabiendo que en este momento será muy difícil pavimentar un andén. Pero bueno, salimos electos no solo para gobernar en las buenas, sino para prepararnos y asumir con responsabilidad la situación que estamos viviendo.
Calculamos que entre un 30 % y 40 % se estarán afectando las proyecciones que hacemos de los ingresos del departamento, porque vivimos del impuesto automotor, del trago y cigarrillo. Son nuestras rentas y no se puede negar que nos dan para sostener la salud y la educación.
¿Cómo quedaron el deporte y el turismo, sus pilares?
Muy afectados. Pero no voy a dejar de hacerlos, solo los estoy aplazando. Hicimos una mesa de trabajo y nos preguntábamos, ¿podremos hacer Panamericanos en 2021? ¿Tendremos la capacidad económica sabiendo que con los $10.000 millones que les invertimos tenemos que ver qué empresa reactivamos? En turismo, ¿podremos ver de nuevo una rogativa en la basílica de Buga? No sé si el otro año. Todos los recursos son para reactivar económicamente a las pequeñas y medianas empresas, y nos vamos a enfocar muchos en las que estaban funcionando. A esas que hicieron el esfuerzo y mantuvieron a sus trabajadores sin estar produciendo.
Seguiremos con la Copa América, necesitamos la felicidad y devolverle la alegría nuevamente al mundo entero, y qué mejor que el deporte. Pero ya no se va a poder hacer como se quería. Nos tocará con una austeridad muy grande. Por eso no descarto los Panamericanos.
Tenemos que evaluar muchos temas, porque tampoco podemos decir que la vida terminó. No, sigue y vamos a seguir luchando. Sí, lamentablemente tenemos el coronavirus, pero el planeta está respirando. Muchas de las prácticas las tendremos que seguir aplicando porque vimos que eran productivas, como el teletrabajo. De esto que estamos viviendo como una obligación nos van a quedar muchas enseñanzas.
El Gobierno se mantiene en los plazos para el plan de desarrollo, ¿sí alcanzan a presentarlo?
Creí que nos darían un poco más de plazo, porque llevamos un mes entero trabajando solo en la pandemia. Los planes de desarrollo siguen en la fecha prevista, tenemos plazo hasta el 30 de mayo. Van a seguir nuestras cinco metas, pero las vamos a llevar a la mitad, porque preferimos pecar por defecto y no por exceso. Si las cumplimos por encima, bendito sea mi Dios, pero no las ponemos muy altas sin saber. Todo es una incógnita. ¿La gente va a pagar impuestos?, ¿seguirá consumiendo aguardiente?, que es lo que nos sostiene a Licores del Valle.
El Gobierno también tiene muchas cosas en la cabeza. No imagino al pobre presidente viendo la economía, lo que esto está afectando al país, a él también le ha tocado muy duro, pero en este tema sí creo que pudieron habernos dado un poco más de plazo y ser más comprensivos.
Nos tocó la situación más dura de la historia y también al Gobierno Nacional. Por eso le dije al ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, ‘no hagan anuncios de que van a entregar un millón de mercados a indígenas y afro’, porque el Valle tiene la mayor población de ellos y los alcaldes están desesperados porque todo mundo pregunta por esos mercados y que a dónde los reclamaban. Y resulta que no sabemos a dónde van a llegar. Si van a hacer esos anuncios, que los hagan a través de nosotros o nos digan cómo van a entregarlos.
¿Está de acuerdo con cerrar fronteras, como pide el alcalde de Cali?
Sí, me pareció fabuloso que se pusieran buses para los venezolanos que quieran regresar a su país. El cierre de fronteras se hizo hace mucho, pero de Ecuador se nos están entrando por los lados y tenemos que evitar una tragedia. Mire cómo están. En el país hicimos todo un programa de prevención como para que nos contagiemos de personas de otros países que no respetan las normas.
¿Cómo están las relaciones con el alcalde Jorge Iván Ospina y con el propio presidente?
Excelente. Me preguntan en las entrevistas que cómo hago con el alcalde, que él es complicado, pero a mí me ha ido muy bien. Soy muy respetuosa de cada gobernante. En general, con los alcaldes de los 41 municipios tengo las mejores relaciones. Aquí no hay color político. Somos uno solo combatiendo una pandemia.
Con el presidente también excelente, solo he sentido respaldo. Todos los ministros están pendientes. Nunca me imaginé que viéramos tan rápido montada la licitación de la nueva malla vial, la llaman las primeras 5G, que van a darle un desarrollo en infraestructura muy importante al departamento. El presidente ha tenido decisiones acertadas, nos ha acompañado.
jgonzalez@elespectador.com
* Estamos cubriendo de manera responsable esta pandemia, parte de eso es dejar sin restricción todos los contenidos sobre el tema que puedes consultar en el especial sobre Coronavirus.