Aunque el presidente Gustavo Petro había advertido que la elección de magistrado de la Corte Constitucional redefiniría sus alianzas con el Congreso, pocos en la Casa de Nariño y en el mismo Capitolio esperaban que el impacto de la victoria de Carlos Camargo trascendiera a una nueva sacudida casi total del gabinete y de las entidades que están en manos de alfiles de los partidos políticos. Tras la votación, el interrogante es qué pasará con esas movidas ministeriales, pues aún hay varias decisiones que no están en firme y se espera la llegada del jefe de Estado de su viaje a Japón.
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Lea: Este será el impacto de la victoria de Camargo que ya desató un sismo en el Gobierno.
A puertas cerradas, el ministro del Interior, Armando Benedetti; la directora del Dapre, Angie Rodríguez; y el secretario jurídico de Palacio, Augusto Ocampo, bajo la línea política que el presidente Petro les da desde Japón, barajan las opciones de un nuevo remezón que, hasta el momento, deja con un pie afuera del Ejecutivo a los ministros de Trabajo, Antonio Sanguino (Alianza Verde); Comercio, Diana Morales (Partido Liberal); y TIC, Julián Molina (Partido de La U). “Lo que va a ocurrir es una poda de verdad”, le dijo a este diario una fuente con acceso a estas deliberaciones.
Desde la Casa de Nariño aseguran que en las próximas horas se podrían dar recambios en varios ministerios más y, además, en entidades adscritas a estos y que fueron cedidas a fichas de los partidos políticos mencionados y otras bancadas con las que negociaron en medio de la conformación de una coalición política.
En los corrillos de Palacio se habla de posibles movidas que dejarían por fuera a fichas de la Alianza Verde que estarían en el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), donde hay aliados del gobernador Carlos Amaya; el Sena, que está a la cabeza de Jorge Londoño; y Finagro, con posibles vínculos con el senador Guido Echeverri, de la coalición Alianza Verde Centro Esperanza.
También caerían los lazos de los liberales como Fabio Amín y Alejandro Vega en entidades como la Unidad de Servicios Penitenciarios y Carcelarios (Uspec) y Positiva Seguros. En las cuentas previas también entran entidades como la Agencia de Desarrollo Rural y la Fiduprevisora. Por otra parte, si bien no tiene relación con cuestiones burocráticas, en la Agencia Nacional de Tierras empezarían a moverse procesos administrativos que involucran a propiedades de legisladores del bloque que apoyó a Camargo. Lidio García, liberal y presidente del Senado, estaría en la lista.
Y aunque el mandatario no tiene forma de saber quiénes apoyaron o no a Camargo, fue después de que en el Senado se votara el impedimento de la legisladora del Pacto Histórico Isabel Zuleta, quien perdió su derecho a votar en la elección, que a los celulares de varios funcionarios empezaron a llegar las solicitudes de renuncia.
Con este impedimento, el oficialismo, aunque perdió un apoyo clave para Balanta, pudo ver cuál podría ser el panorama de la elección, pues quienes votaron a favor del impedimento para que Zuleta no pudiera participar, en teoría, votarían posteriormente por Camargo. En esta lista estuvieron congresistas liberales, de la Alianza Verde y del Partido de la U.
La convulsión en el Ejecutivo también se vio reflejada en una inusual avalancha de nombramientos en entidades de todos los sectores. Durante las 24 horas previas y posteriores a la votación, la página de aspirantes de la Presidencia reportó un centenar de ingresos de directores, asesores y jefes de todos los niveles.
Varios llegaron a las ya mencionadas entidades que tendrían relación con los partidos que Petro sacrificaría tras la derrota en la plenaria del Senado, pero también a los que aún mantendrían participación en el Ejecutivo. Solo por dar un ejemplo, en Positiva Seguros se generaron varios cambios, entre estos la llegada a una de las gerencias de Ximena Enríquez, quien lleva varios años en la entidad y es cercana a figuras políticas de Nariño como Teresa de Jesús Enríquez, representante del Partido de La U.
Otro de los nombres que más llamó la atención en el montón de hojas de vida fue la llegada a la Presidencia de Daniel Alberto Cuello, hermano del representante Alfredo Ape Cuello, considerado el puente entre el Gobierno y los congresistas rebeldes de las toldas azules. El congresista se ha movido en favor de la administración en importantes votaciones como las de la reforma pensional y es, según voces del Capitolio, quien lidera al grupo de legisladores que tienen conexiones con el Ministerio del Deporte.
Por las toldas del Liberal también hay movimientos. Al Ministerio del Comercio, que precisamente tiene a Diana Morales como cercana a varios congresistas del sector disidente a las directrices de César Gaviria, llegó Nubia López Morales, quien tendrá a cargo una subdirección. Morales fue congresista con aval del Partido Liberal y, además, fue esposa de Fredy Anaya, polémico político de Santander.
Como asesor del Mincomercio también llegaría el político Juan Carlos Amaya Cano, quien ha sido alcalde en dos oportunidades de Amagá, Antioquia, y en 2023 intentó recuperar este cargo con el coaval de los liberales, los conservadores y la Alianza Verde. En 2016 estuvo capturado por delitos de concierto para delinquir por presuntos nexos con el frente Suroeste de las Autodefensas, pero luego recobró su libertad.
Para la misma entidad se subió la hoja de vida de Lilia Constanza Calderón López, quien ha tenido múltiples cargos en Caquetá y apoyó la candidatura de la representante liberal Gilma Díaz.
Y por el lado del Partido de la U, que se encuentra dividido entre el ala de Dilian Francisca Toro y Alexander Vega y el grupo disidente, también hay algunos nombres con lazos en la colectividad, como el de Uberney Marín Villada, exalcalde de Dosquebradas por este partido, y quien tendría un puesto en la Cancillería.
Ahora, la duda que recorre los pasillos de la Casa de Nariño y el Congreso es qué pasará con estas movidas, pues todo indica que la salida de ministros afines al liberalismo, la Alianza Verde y La U podría frenarlas o echarlas para atrás debido a la mencionada reconfiguración del poder hecha por Petro y Benedetti. Este tema sería otra de las razones del cónclave en Palacio del ministro con funciones delegatarias, la directora del Dapre y el encargado de las decisiones jurídicas.
Igualmente, las movidas y conversaciones con los partidos no se verán frenadas por la llegada de Camargo, pues el petrismo tiene especial interés en varias determinaciones que se deben tomar en otro escenario y que podrían impactar su campaña electoral para ocupar nuevamente la Casa de Nariño en 2026: la sala plena del Consejo Nacional Electoral (CNE), que aunque ya autorizó la creación del partido Progresistas de la senadora María José Pizarro, no ha decidido o siquiera iniciado el debate sobre la fusión del Pacto Histórico como partido único.
Y como esta determinación la deben tomar los nueve magistrados que llegaron a la entidad con el impulso de los partidos políticos, el oficialismo sabe que necesita extender diálogos con estas fuerzas, tal como lo habría hecho para que Alfonso Campo (Partido Conservador) cambiara de negativa a positiva la ponencia de Progresistas, justo el mismo día de la elección de Camargo.
En todo caso, el gobierno también podría utilizar este remezón para nombrar en su gabinete a fichas más radicales del ala petrista, pues si algo dicen desde oposición y oficialismo es que cualquier movida, aunque sea técnica, ya está permeada por el cálculo político electoral para ir a las urnas con alfiles dispuestos a defender el proyecto y cuestionar los de los contendores.
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