El conflicto armado en Colombia, el mismo que busca acabar Gustavo Petro con su apuesta de “paz total”, ha dejado millones de víctimas de homicidio, desaparición y secuestro, entre otras. Asimismo, esta problemática llevó a muchos colombianos al exilio, pero la ley, hasta ahora, no los reconoce como víctimas. La llegada del nuevo gobierno sembró en algunos la esperanza de que por fin su clamor sea escuchado y que, después de tanto sufrimiento que no termina, al menos se les dé la calidad que merecen dentro de la violenta historia de Colombia.
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
Podría interesarle: Diálogos con el Eln, una apuesta incluyente por la “paz total”
Arriesgando su integridad e incluso sus vidas, decenas de víctimas se reunieron en el Congreso los dos primeros días de diciembre para hacer sentir su voz y pedir, en primer lugar, al gobierno de Gustavo Petro, autoproclamado como “el gobierno del cambio”, que los escuche, pues si quiere lograr la paz, tiene que conocer a todas sus víctimas. Por otra parte, piden al Legislativo que modifique la ley 1448 de 2011 “por la cual se dictan medidas de atención, asistencia y reparación integral a las víctimas del conflicto armado interno”.
Le recomendamos: Economías ilegales, uno de los duros retos que tendrá la paz total
Dentro del Capitolio, estas víctimas que se dieron cita para intercambiar sus vivencias y llegar a consensos sobre lo que van a pedir a esas dos ramas del poder, tienen el apoyo de una de las suyas: la representante a la Cámara, Carmen Ramírez, quien estuvo exiliada durante 14 años. “Hoy tenemos la responsabilidad de desperdigar una política que sea incluyente y que nos escuche, y por eso estamos acá”, manifestó la legisladora, quien presentó en octubre un proyecto de ley para cambiar la 1448.
El documento presentado en el Capitolio por Ramírez tiene como objetivo “declarar y reconocer la condición de víctima a la persona que haya sufrido desplazamiento forzado transfronterizo en el contexto del conflicto armado interno en Colombia”. Con esto, se lee en el proyecto de ley, la intención es “proveerle un tratamiento justo, igualitario y acorde al principio de la dignidad humana por parte del Estado colombiano, dentro del marco normativo establecido por la Ley 1448 de 2011″.
¿Qué es una víctima del exilio, según el proyecto de ley?
Dentro de sus páginas, el proyecto aclara además que “se entenderá que es víctima del desplazamiento forzado toda persona que se ha visto forzada a migrar dentro del territorio nacional (desplazamiento interno) o fuera del territorio nacional (desplazamiento transfronterizo)”. Además, enfatizan en que esto debió haber sido producido “porque su vida, su integridad física, su seguridad o libertad personales han sido vulneradas o se encuentran directamente amenazadas”.
De la misma manera, y en caso de que el proyecto llegue a ser aprobado, “las víctimas residentes en el exterior gozarán de los mismos derechos que las víctimas residentes en el territorio nacional, independientemente de su estatus migratorio o en la situación o condición de protección internacional en que se encuentren”.
Lea también: Cambio climático e inclusión étnica, las apuestas de USA para migrantes en Colombia
Los exiliados que asistieron manifiestan que el proyecto de ley es la ruta para hacer una claridad importante que ha hecho que se tenga una deuda histórica con ellos. “Si una víctima es obligada a abandonar su territorio y se desplaza dentro del país, es reconocida como víctima, si por las mismas razones cruza una frontera nacional, no es reconocida como víctima”, explican. Adicionalmente, manifiestan que “esto ha generado una deuda histórica con miles de personas, defensores y defensoras de derechos humanos, líderes y lideresas sociales y líderes de oposición política”.
¿Cómo aportarían las víctimas de exilio a la “paz total”?
Desde el primer momento en que el mandatario nacional expuso su propuesta de paz, dejo claro que serían las víctimas las que, como conocedoras del conflicto armado, tendrían un papel protagónico para buscar la terminación de este. En el caso de los exiliados, dice la representante Ramírez, “el llamado que tenemos hoy y la responsabilidad que tenemos hoy, es a reconstruir, también desde la distancia, una ‘paz total’ que nos incluya, que nos escuche, y para eso estamos hoy aquí. Y no solamente desde la paz construimos para Colombia, por Colombia y por el mundo”.
La legisladora, perteneciente al Pacto Histórico y elegida para la curul internacional, manifiesta que el aporte que los exiliados, quienes esperan ser reconocidos legalmente como víctimas, estará enfocada hacia la participación de los connacionales en el exterior. “Desde la paz total le apostamos a desarmar esa sociedad violenta que nos sacó del país, pero desde las apuestas para construir planes de desarrollo participativos y vinculantes, también estamos apostándole a esa construcción de un país que debe reconocimiento por las víctimas que este país ha expulsado”, señaló.
Conozca más: Los primeros 100 días de la búsqueda de una “paz total”
Los exiliados, a quienes por razones de seguridad les reservamos su identidad, han también manifestado que “las víctimas en el exterior fuimos expulsadas de la patria por motivos de la guerra interna. Ahora nos sumamos activamente desde nuestros países de residencia a las acciones conducentes a pacificar nuestro país y abrir caminos al retorno digno, voluntario y con garantías de no repetición”. La nueva administración les da, dicen ellos, confianza en que esta vez serán escuchados y algo cambiará y buscan participar en los diálogos regionales vinculantes para ser tenidos en cuenta en el Plan Nacional de Desarrollo (PND).
>Lea más sobre el Congreso, el Gobierno Petro y otras noticias del mundo político
Por Jhordan C. Rodríguez
