Durante años se ha sostenido la idea que un buen actor debe ser capaz de interpretar cualquier papel sin importar la historia, la carga emocional o la intención del guion. Sin embargo, esta perspectiva ha venido cambiando con el paso del tiempo. Cada vez más actores en Colombia reflexionan sobre el tipo de contenido que están ayudando a crear y el impacto que sus decisiones artísticas tienen en la sociedad.
Este cambio ha surgido de una profunda introspección. En un entorno de narcoseries, sexualización de personajes, estereotipos de género y violencia, algunos actores han decidido priorizar la ética, la espiritualidad, la coherencia personal y la creación de mensajes positivos, por encima del reconocimiento o la demanda comercial.
Pedro Rendón: “No tengo necesidad de interpretar un personaje que no quiero hacer”
El actor saltó a la fama en 1994, cuando hizo pareja con Shakira en Oasis. Luego hizo parte de otros proyectos en televisión como Retratos de familia, Pobre Pablo, La venganza, Hombres de honor, Doña bella, Negra consentida, entre otros, pero desde hace varios años se alejó de la televisión. Lleva seis fuera de Colombia y desde mucho antes tomó un nuevo rumbo profesional.
Reconoce que al inicio de su carrera aceptaba todo tipo de personajes, pero hoy su prioridad es contar historias que dejen un mensaje positivo. “Muchas veces y sobre todo al comienzo de nuestras carreras, tomamos personajes por necesidad, porque queremos darnos a conocer, porque necesitamos estar en proyectos y que nos vean interpretando diferentes personajes, entonces casi que terminamos haciendo personajes por obligación. Luego, viene otra etapa un poco triste que es la del encasillamiento. Como tú eres bueno, siempre vas a hacer personajes de bueno, como tú tienes cara de malo, siempre vas a hacer personajes de malo, entonces suelen llamarnos a audiciones o casting siempre interpretando los mismos personajes; eso está bien porque quieren trabajar con uno, pero no quiero encasillarme y también quiero poder escoger los personajes, entonces es allí donde un día tomé la decisión de no interpretar cierto tipo de personajes o realizar personajes que, aunque no sean malos, dejen un buen mensaje”, dijo en diálogo con Vea.

'La Madre', novela en la que intervinieron Margarita Rosa, Pedro Rendón, Gregorio Pernía, Verónica Orozco y Andrea López, entre otros.
¿Qué tipo de personajes dejó de hacer Pedro Rendón?
“Si se justifica hacer una escena de amor, está bien, pero si no, ¿por qué hacerla? A veces se crean personajes como para llamar la atención o hacer morbo, o que no cuenten o transmitan una buena historia, entonces ahí es donde digo, ‘si yo pudiera no hacer esos personajes sería bastante bueno’”, agregó.
El cambio en el actor comenzó cuando las historias sobre el narcotráfico comenzaron a inundar las pantallas. “Este tipo de personajes o historias es mejor no interpretarlas porque le hacen daño al país, y creo que como persona no estamos aportando mucho a una sociedad. Ese tipo de personajes quisiera no interpretarlos porque no están aportando mucho a la sociedad".
Su transformación ha estado profundamente marcada por su vida espiritual. Al rechazar ofertas que no se ajustaban a sus principios, se le abrieron otros espacios en el mundo del arte cristiano y comunitario. “Empiezo a decir no a este tipo de oportunidades, pero paralelamente se me abren muchas posibilidades más cercanas al lado espiritual, como ayudar a formar grupos de teatro en iglesias, hacer películas. Se van abriendo una serie de oportunidades y está bonito, creo que a Dios le gusta que yo haga este tipo de personajes. Hoy en día no tengo necesidad de interpretar un personaje que no quiero hacer".
Juan Pablo Obregón: “Piensan que un actor entre más haga es más profesional”
La decisión de rechazar algunos personajes no fue inmediata para el actor de Padres e hijos y Chica vampiro. Viene de un proceso que comenzó en el 2014, pues mientras avanzaba en su camino espiritual y en su conexión con Dios, comenzó a darse cuenta de que ciertos papeles chocaban con sus principios. “A mí nadie me dijo que renunciara a hacer algún tipo de personaje, porque lo primero que la gente piensa es que me lavaron el cerebro. Es un sentir que empezó a crecer con el tiempo, donde me sentía incoherente entre mi caminar en Dios y todo este tipo de cosas que dañan, por eso decido no hacer personajes que tengan este tipo de cosas como sexuales fuertes, homosexuales fuertes o explícitas, cosas que creo que no son necesarias que muestre la televisión, se puede mostrar a una pareja homosexual, pero sin caer en el tema sexual y sin el tema de darse besos, que es en lo que no estoy de acuerdo, pero se puede mostrar porque es una realidad, se puede mostrar un tema de infidelidad, pero no el acto de infidelidad sexual, que no es necesario".
Esta nueva forma de ver el arte, como era de esperarse, ha tenido algunas consecuencias: “No fue fácil tomar la decisión, porque yo vivía totalmente de la actuación. Es difícil que alguien hable sin conocer, yo sí puedo hablar de este tipo de escenas y personajes porque son muchos años en el medio. El año pasado y este no he hecho nada en televisión porque tomé esa decisión de decirle a la mánager que no me enviara castings de ese tipo de personajes".
La responsabilidad del actor en la sociedad
Obregón afirma que desde hace 11 años es más consciente del impacto de su trabajo en la sociedad: “Si normalizamos ciertos comportamientos o acciones y las mostramos, habrá alguien, un niño o un adulto que esté pasando por un momento difícil, a quien esa escena le motive a hacer algo malo o bueno, dependiendo de lo que se muestre. Es entender la responsabilidad que se tiene al ser actor porque así como se presta la mente, el cuerpo y el talento, ¿para qué lo estoy prestando? Puedo ser un asesino en una serie, pero ¿por qué mostrar el morbo de más allá? Yo haría un personaje de un asesino o de un homosexual, pero ¿hasta dónde pasan la línea esos personales?”, se pregunta.
“No he dejado de ser actor”: revela Juan Pablo Obregón
Aunque reconoce que su decisión ha sido criticada por muchos, Juan Pablo es enfático en afirmar que, contrario a lo que muchos creen, no ha dejado de ejercer su profesión; por el contrario, está buscando apoyo, junto con un grupo de colegas, para realizar producciones con personajes e historias que le aporten algo bueno a la sociedad:
“Algún comentario escuché por ahí de “exagerado”, y seguramente esto afecta para que lo tengan a uno en cuenta, porque piensan que un actor entre más haga es más profesional. El año pasado no trabajé en nada y este año no ha pasado nada, pero no duele porque es una decisión tomada. No es capricho, entonces sé que esas podían ser las consecuencias. He venido haciendo algunos personajes, cada vez menos, pero no importa. Yo no estoy dejando de ser actor ni mucho menos, si no salgo en televisión es por ese rechazo, pero no es que deje de ser actor, tanto así que estamos trabajando en poder hacer producciones por nuestra cuenta, que tengan un mensaje bonito, pero que no caigan en ese morbo. No es fácil conseguir apoyo para este tipo de proyectos, sobre todo porque no tienen el rating, entonces le toca a uno con las uñas. Estamos con un grupo de actores y productores trabajándole al tema", aseguró.
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Adriana Romero: “No quiero hacer cualquier personaje femenino”
La actriz y directora Adriana Romero, hija del director Bernardo Romero y la actriz Judy Henríquez, también coincide con sus colegas, desde su perspectiva como mujer:
“Llegó un momento en mi vida donde también he sido clara en lo que deseo hacer. Quiero hacer personajes femeninos que tengan algo que decir y eso no es tan fácil en esta industria. No quiero hacer cualquier personaje femenino, yo quiero hacer una mujer que tenga una historia qué contar, algo qué decir. Hay personajes femeninos que a mí ya no me interesan. No me interesa volver a contar la pobrecita mujer que la maltratan, o que es la mejor amiga de la otra, pero que no tiene una historia, que su vida gira alrededor de un hombre o de sus hijos; eso es válido, pero siento que es hora de que le contemos a las mujeres otras formas de ver el mundo. Los proyectos de actuación ahora están mucho más ligados a lo que yo escribo para mí como directora”.
Su decisión responde a su crecimiento como mujer, artista y madre. “Estoy apostándole a tratar de cambiar el paradigma de lo que las mujeres sentimos que podemos soñar y mucho más teniendo dos hijas, porque quiero que ellas tengan una realidad de un mundo como mujer muy diferente al que yo tuve como actriz, en donde todavía para ser actriz había que tener ciertas cualidades físicas, en donde la belleza es solamente una, cuando hoy en día siento que cada vez más las bellezas son múltiples, diversas y maravillosas y donde las mujeres podemos cumplir otros roles que no necesariamente son los de esposa y madre, sino que hay otros. Me interesa más eso, por fortuna tengo el privilegio de poder elegirlo", contó la actriz.
Para ella, lo que realmente importa es el contenido, y no está dispuesta a aceptar cualquier papel: “Cada vez me siento menos un rol específico; cada vez me siento más mujer, un ser humano contribuyendo a un mundo más sano y más diverso y más incluyente para todos. Para mí es muy importante que el contenido que yo haga en cualquiera de las plataformas, sea un contenido con el que me sienta orgullosa de que mis hijas vean, independientemente que sea un contenido para adultos y que de pronto no sean todavía para su edad".
Romero ha dedicado gran parte de su vida a escribir y producir sus propias historias. Desde el teatro hasta el contenido audiovisual, su meta es crear narrativas que muestren realidades diferentes, más diversas, inclusivas y humanas. “No soy de hacer un personaje que destruye y que no contribuye en nada, sino de crear una narrativa no positiva, pero sí útil. En esa época que hicimos tantas narconovelas yo decía ‘¿esto a qué le está contribuyendo? ¿Qué nos está contribuyendo como colombianos, como seres humanos? Crecimos mucho como industria y eso nadie lo puede negar, pero de todas maneras, ¿qué contribuye que uno muestre que un narcotraficante se convierta en un héroe? Es entendible que estos contenidos se hagan, pero no quiero ser partícipe de eso ni lo voy a hacer, y por fortuna, la vida me ha permitido mantenerme al margen y que mi creación y mi trabajo siempre esté ligado a cosas que construyen y a valores con los que me identifico".
Andrés Toro: “Quiero que a lo malo lo llamen malo”
Con 25 años de carrera y una profunda fe cristiana, Andrés Toro ha interpretado todo tipo de personajes. Sin embargo, hay algunos que prefiere no aceptar: “He interpretado sicarios, matones, de todo. No tengo problema con hacer malos, las películas y las historias tienen antagonistas, la gente sabe muy bien quién es el malo y quién es el bueno y lo entiende muy bien y depende del corazón de cada uno por dónde se quiere inclinar, yo tengo problema cuando, de acuerdo a mis principios y de acuerdo con lo que tiene que ver con Dios y los principios bíblicos, que para mí son absolutos y objetivos, lo que quiero mostrar quiere confundir a la gente, cuando lo que yo entiendo como malo se quiere empezar a mostrar como bueno, ahí es donde yo no voy. Puedo hacer de un sicario que mate gente y que diga cosas terribles, la gente ya sabe que eso es malo, pero cuando lo que yo estoy mostrando como malo se quiere ver como si fuera bueno, ahí es donde digo: ‘hay muchos que quieren hacer esto, vayan tranquilos’”, reveló.
Toro cree en la responsabilidad del artista como comunicador de valores: “Quiero que a lo malo lo llamen malo. Si fuera en teatro cristiano o en audiovisuales cristianos, alguien tiene que hacer del diablo. Entiendo que el hombre por naturaleza es malo, entonces no podemos mostrar una cantidad de santos porque eso no existe. Hay un corazón malo que tiene que ser transformado que nosotros, los cristianos, pensamos que es por medio de Jesucristo que podemos ser cambiados de corazón y eso va a dar como fruto un resultado diferente. Por esencia todos somos malos, gracias a Dios no somos tan malos como podríamos llegar a serlo".
Su forma de enfocar su carrera profesional lo ha llevado a rechazar personajes y campañas publicitarias que contradigan sus principios: “Nunca he visto que alguien me discrimine por esto, o por lo menos no de frente. No tengo por qué quedar en todos los personajes, pero no lo relaciono con que yo sea cristiano. Obviamente sí tuve que decirles no a varios personajes, aunque no son muchos realmente, todo lo contrario, me la pasé diciendo que sí y fueron muy pocos a los que les dije que no hacía eso, pero hay temas a nivel de conciencia que sí me han hecho perder plata. No hago publicidad de cigarrillos o de alcohol, porque entiendo que ha traído mucho mal, y el decir no a eso obviamente he perdido plata, pero no todo es plata, porque si fuera por eso estaría en otro lugar haciendo otro tipo de cosas. A muchos otros les parecerá una locura, nosotros somos bichos raros, si nuestro maestro fue rechazado, ahora nosotros por qué no. Que Dios nos ayude a serle fiel a Él y no a la gente”.

