Luis Alfonso, conocido en el mundo de la música popular como ‘El Señorazo’, no solo brilla en los escenarios, sino también en su faceta como padre. El cantante es papá de tres niños: Jerónimo, de 10 años; Laura, de 9; y Agustín, el menor, de 5. Con frecuencia comparte en redes sociales momentos junto a ellos y no esconde el orgullo que siente por su familia.
Con la misma emoción con la que habla de su carrera, el payanés de 31 años ha comentado que uno de sus hijos, al parecer, quiere seguirle los pasos en la música. Esa inclinación quedó aún más clara en una reciente publicación que enterneció a sus seguidores.
Así canta el hijo menor de Luis Alfonso
En un video publicado en su cuenta de TikTok, el artista compartió un momento especial protagonizado por Agustín, su hijo menor. En la grabación, el niño canta un fragmento de La mochila azul, el clásico de la ranchera mexicana popularizado por Pedrito Fernández. El pequeño, vestido con sombrero al estilo de su papá, se muestra entusiasmado mientras interpreta la canción.
Durante toda la escena, se ve a Luis Alfonso guiando y motivando a su hijo para que le ponga más fuerza a la interpretación. La interacción entre ambos desató cientos de comentarios positivos, con seguidores destacando el carisma de Agustín y la conexión que tiene con su padre.
Al final del video, Luis Alfonso no ocultó su emoción. “¿Cómo no sentirme orgulloso, mi gente?”, escribió junto a la publicación, dejando ver que más allá del canto, lo que más valora es la complicidad que construye día a día con sus hijos. El clip suma miles de visualizaciones y se ha convertido en uno de los contenidos más comentados en sus redes en los últimos días.
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@luisalfonso Como no sentirme orgulloso mi gente? 🥹🤠
♬ sonido original - Luis Alfonso
¿En qué trabajó Luis Alfonso cuando era joven?
En una entrevista que concedió a Vea en octubre pasado, el intérprete de música popular advirtió que los malos tratos de su padrastro lo obligaron a buscar trabajo desde muy pequeño.
Las labores que desempeñó Luis Alfonso fueron tan variadas como complejas; sin embargo, las adversidades nunca lograron apabullar su deseo de salir adelante. Según contó aquella vez, llegó a vender helados, frutas, verduras y leche de pueblo en pueblo; también fue embolador de zapatos, limpió pesebreras y hasta llegó a ser “el chino de los mandados”. Aun así, la música estuvo presente en todo momento y jamás renunció a ser el artista que siempre soñó.
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