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Relatos de diversidad: así cambió la vida de Alejandra Borrero al contar su verdad

La actriz y varios de sus colegas recordaron el momento en que hablaron con su entorno acerca de su orientación sexual.

Por Luz Alexi Castillo
06 de septiembre de 2025
Alejandra Borrero:  ¡Y cómo me molestaba sentir que tenía un secreto del que no podía hablar!
Fotografía por: Felipe Marino

‘Salir del clóset’ es una expresión que se usa para referirse a quien decide hacer público que hace parte de la población LGBTIQ+ debido a su orientación sexual o identidad de género diversa, un proceso que cada vez es más sencillo debido a los cambios sociales y la aceptación de la diversidad.

Aunque la sexualidad es un tema meramente privado y tomar decisiones al respecto es parte de la libertad y el derecho que todo individuo tiene. Cuando se es artista, la curiosidad por saber con quién sale o a quién se frecuenta es aún mayor. En el siglo XXI se han hecho habituales los testimonios de famosos que deciden hablar abiertamente de sus preferencias en las redes sociales, cuando ya su entorno más cercano está enterado.

Sin embargo, hace 20 años cuando Facebook y Youtube apenas comenzaban, y era difícil anticipar que las redes en general tendrían un impacto e importancia tan grande en la sociedad, eran pocos los que hablaban abiertamente de la diversidad.

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En el entretenimiento colombiano, la actriz y activista social Alejandra Borrero, fundadora del múltiplex Casa E Borrero, marcó un precedente en este sentido y habló de su orientación. Estaba tan incómoda con el secreto que llevaba, que no se lo contó primero a su familia, sino que lo hizo en una entrevista de televisión, causando tanto revuelo que el programa nunca salió al aire. Por aquel entonces, la payanesa vivía uno de los momentos más rutilantes en su carrera en producciones como ‘Espérame al final’, ‘Café, con aroma de mujer’ y ‘La otra mitad del sol’, entre otras.

Así relató la actriz, a Vea de El Espectador, cómo habló de su verdad en un tiempo en que hacerlo se convirtió en una necesidad que le generó dolor, pero la hizo libre.

Alejandra Borrero se sintió presionada por la prensa

¿Cómo era esa época en la que la gente o la familia no sabía con exactitud, que había una preferencia distinta?

“Qué dolor, qué difícil. Para mí, como Alejandra, fue algo muy difícil pero por supuesto siempre recibí el amor y el cariño de mi familia, de mis padres. Nunca fui rechazada por ser quien soy. Sin embargo, el que no se hablara del tema generaba una sensación de oscuro, de secreto, de eso que no se debe decir públicamente, lo cual está muy mal. Así que a mí me tocó decirlo, no decírselo a mi familia, yo se lo dije a Colombia entera, que fue una locura en ese momento, precisamente porque me di cuenta que a pesar de todo, tenía los mismos prejuicios que todos nosotros, porque así nos educaron alrededor de estos temas. Sin embargo, para mí fue fundamental, porque fue prenderle la luz a un tema que en este momento es parte de la cotidianidad de mi familia. No tengo ningún tipo de diferencia entre mis hermanos por mis preferencias. Todos somos iguales, y creo que es ahí donde tenemos que llegar todos”.

¿Cómo fue esa situación y por qué lanzarse a decirlo en una entrevista? ¿Qué pasó?

“Primero, empecé a sentir la presión de los periodistas. Empezaban a hacerme preguntas capciosas, a tratar de sacar mi información. ¡Y cómo me molestaba sentir que tenía un secreto del que no podía hablar!, Siempre estaba pensando ‘¿cómo estoy hablando, diciendo él, ella, los, el amor’. Y siempre tenía que estar pensando en eso, o sea, como cuidándome. Soy una persona directa, una persona que además desde que lo supo, supo que estaba bien, que eso no me hacía menos. Así que recuerdo que ya el último detonante fue mi sobrina que vino y me dijo ‘tía, me pegué en el colegio con un muchacho porque dijo que tú eras gay’. Le dije: ‘mi amor, yo soy gay. No tienes que defenderme, esa soy yo.’. Ella me dijo: ‘Tía, pero ¿Y por qué lo tienes que decir?’. (Le dije) Porque es mi Verdad, y cuando necesites que alguien te diga la verdad sobre esta familia, yo te lo voy a decir. Para mí la verdad es fundamental. Creo que cuando uno va con la verdad por delante, no hay nada que te pueda pasar, no hay nada que te puedan decir, no hay nada con lo que te puedan manipular o usar. Y eso me molestaba profundamente.

Así que llegó ese momento donde hice una entrevista, estaba haciendo, no recuerdo qué protagónico, pero además era una actriz que estaba todo el tiempo haciendo muchas historias. Además, de alguna manera era muy amada por muchos hombres y eso me conflictuaba, porque si hay algo que me gusta es que me amen, me encanta. Creo que los actores tenemos un poco de eso, de esa necesidad de sentir el amor de los demás. Lo siento cada vez que salgo a la calle, cada vez que abro esa puerta. A mí me impresiona mucho, porque creo que uno como actor se debe al público y a la gente que lo quiere. Y a mí me quiere mucho la gente en Colombia, siempre he sentido que he generado un amor genuino. Y es porque soy una persona frentera, porque he llorado frente al público”.

¿Y hubo dolor cuando el público hizo ese descubrimiento?

“Claro que sí, porque además el público lo resintió también. Uno es una imagen de la familia, uno es parte de la familia, y para la gente es muy doloroso que esas imágenes se rompan y generen conflicto. Así que sabía que iba a ser un momento difícil, porque la gente conocía a una Alejandra Borrero y después vio otra, pero vio otra es un decir, porque realmente seguí siendo yo misma. Como preguntó mi sobrino Cristóbal a su mamá, que es mi hermana, ‘¿y mi tía Aleja es gay?’ Y le dijo mi hermana: ‘claro, desde hace mucho tiempo’. Y se quedó pensando, como dos o tres días y a los tres días dijo ‘pero esa es mi misma tía, ¿Cierto?. ‘Claro que es la misma’, dijo mi hermana. Digamos que hay un momento de choque y que siempre lo habrá“.

¿Y por eso es tan complejo salir del clóset?

"Uno quisiera siempre ser motivo de orgullo para sus padres, siempre agradarle a los demás.

Por eso las redes sociales son lo que son. Todo el mundo está sonriente y siempre, a pesar de que estemos hablando de los dolores, queremos agradarle al otro, generar confianza, y un montón de emociones positivas, hasta pesar, como una emoción positiva que la gente también busca… Es un momento de confrontación y que uno necesita hacer, porque salir del clóset, que es como normalmente se le llama, decirse así mismo, más que todo ‘yo tengo que vivir con mi verdad y esta es mi verdad’ .Entonces creo que siempre habrá esa sensación, pero también siempre estará el amor que uno tiene por el otro ser humano. Creo que por eso la gente me siguió queriendo, porque nosotros nos queríamos de verdad antes. Y el decir que mi preferencia sexual es diferente, no cambió la mujer que soy, porque no soy eso, yo soy una colombiana, soy una mujer preocupada por mi país, soy una mujer amorosa, compasiva, soy tantas otras cosas. Y uno no puede definirse por su preferencia”.

Volviendo a la entrevista donde habló al respecto, pero que nunca salió, ¿cómo fue y qué pasó para que no se emitiera?

“Lo más divertido es que la gente decía, ‘sí, yo la vi’. La gente decía, ‘ella lo dijo’. Y empiezas a darte cuenta cómo, y eso que todavía no había redes sociales, la gente empieza a esparcir un chisme que se imagina o que quiere creer. Salió en una revista de farándula que Alejandra había hecho una entrevista con Darío Arismendi, y en esa entrevista había dicho eso. Eso fue todo lo que salió y de ahí se generó todo el escándalo. Y realmente la entrevista nunca salió. La tengo guardada, espero algún día verla de nuevo. Creo que la hice en el 98, o sea hace 27 años. Y es muy posible que me siente a mirarla. Y cuando Darío ya me preguntó directamente si a mí me gustaban las mujeres, decidí en ese instante, no antes ni después, decir la verdad. Ya estaba cansada de tratar de hablar de ‘Yo vivo enamorada del amor’ y dije ‘ya, voy a decirlo’. Pero cuando terminé la entrevista le dije, ‘le dejo sacar esta entrevista siempre y cuando no se diga nada antes de que salga’”.

¿No quería que la promocionaran antes?

"Quería que cuando la gente la viera dijera: ‘Dijo eso o no lo dijo cierto’. Quería esa sorpresa en el público. Fue una entrevista muy bella, larga. Y Darío es un hombre muy interesante. Además me parecía chévere que fuera con una persona seria, no una cosa de farándula. Por eso cuando lo vi en la revista de farándula, el corazón se me partió en pedazos, y me tocó recoger los pedacitos por años. Recuerdo que me levantaba todos los días y decía ‘todavía no me siento bien, todavía me siento mal’. Y fueron años reconstruyéndome de una manera muy bella, porque fue darme cuenta que Alejandra era Alejandra y no era la actriz.

El tirarme de la palmera y caer al piso, pegarme en la cabeza y darme cuenta que no soy esa persona que todo el mundo reconoce, soy Alejandra y si yo estoy bien conmigo, no importa qué”.

A pesar de la depresión que me generó, para mí fue maravilloso”, Alejandra Borrero

¿Qué vino después?

“Eso generó algo maravilloso, y es que yo tenía pánico escénico. Salía al escenario y tenía pánico. ¿Por qué? Porque yo tenía un secreto, porque no podía ser de Verdad, y uno en el escenario es de verdad, si no, no puede estar. Es muy difícil. El escenario lo desnuda a uno, hace que uno saque lo más profundo que lleva adentro. Así que me daba mucho miedo y no sabía, no me había dado cuenta. Pero cuando volví al escenario, que llegué de Estados Unidos y Fanny (Mikey) me invitó a hacer una obra en el Teatro Nacional, me monté al escenario de nuevo, miré hacia arriba y miré las luces y dije ‘este es el lugar en el que más amo estar’. Y me di cuenta que se me había ido. Y ya no me da miedo. El escenario me lo gozo y juego y paso rico. Y realmente para mí es mi playground, ni parque de juegos, mi lugar ideal”.

¿Volvió a hablar al respecto?

“No, me callé, no quise. Cada vez que alguien me preguntaba sobre esto, yo me quería morir. Realmente no quería hablar del tema, porque además no quería que la gente me reconociera como eso. Yo nunca te pregunto ¿tú eres heterosexual? Eso no te define, te define lo que has hecho, lo que eres, lo que te importa, lo que te gusta, lo que haces, cómo vives. No te define esa etiqueta, así que siempre quise quitarme de ahí. Y mi trabajo hacia las mujeres tiene que ver justamente con voy a trabajar y voy a luchar por la no violencia hacia las mujeres, por darle un lugar a las mujeres de equidad y de igualdad, pero no porque sea gay, sino porque me parece fundamental como ser humano.

Y creo que ha sido claro. Pude hablar más tranquila, pero muchos años después, unos diez. Yo (después de la entrevista) volví a cerrar la boca, a no volver a hablar del tema. Siempre que me venían a hacer una entrevista decía: ‘no voy a hablar sobre este tema, no quiero hablar’. Pero hacerlo y sentirme tranquila es de las cosas importantes de mi vida. Así que son pasos que va uno haciendo. Y bueno, creo que le ha abierto el camino a muchos otros que necesitaban tener un referente en la vida. Creo que a pesar del dolor que fue para mí, de lo doloroso que fue, de lo difícil, de la depresión que me generó, para mí fue maravilloso. Soy una mujer aguerrida, tranquila, llena de felicidad, de amor de la gente.

Pensé, después de todo lo que he dado en mi trabajo, que la gente me odie por haber dicho esto, me partía el alma. Y cuando volví y vi que la gente me seguía queriendo después del shock, dije: ‘que lindo, realmente fue un amor de verdad’”.

No te pierdas el relato del actor, director y dramaturgo Juan Tarquino quien detalló cómo fue el día en que decidió hablar con su familia de su orientación sexual. “Nuestra vida se parte en dos en ese momento”.

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