La primera vez que el mundo del entretenimiento vio a Ana de Armas junto a Tom Cruise fue en Londres. La pareja se reunió en el pasado San Valentín y aunque se especuló sobre un posible romance, unos días después ella se vio con quien fuera su novio Manuel Anido cuesta en España. No obstante, una nueva cita entre la cubana y el actor de Misión imposible volvió a alimentar las especulaciones, sin que ninguno de los dos se pronunciara. Un grupo de periodistas abordó a Ana en España y le preguntó sobre su vínculo con el actor estadounidenses y ella se negó a soltar una declaración que confirmara o negara el romance. “Estoy flipando con vosotros aquí (…) No voy a hablar con ustedes, no tengo nada que decir”, dijo mientras caminaba por una calle madrileña.
Se mencionó que la cercanía entre Cruise y De Armas de debía a proyectos que estaban desarrollando juntos, pero un paseo en helicóptero en Inglaterra volvió a sugerir algo más., así como una cena en un lujoso hotel.
Más tarde, en mayo pasado, los dos acudieron al cumpleaños número 50 de David Beckham en Londres. Sin embargo, las especulaciones cesaron y algunos pensaron que simplemente la pareja no funcionó o el proyecto que venían desarrollando ya caducó.
Tom Cruise y Ana de Armas navegan en el Mediterráneo
Ahora en pleno verano la pareja vuelve a los titulares. Esta vez fueron vistos navegando en Menorca a bordo de un yate de lujo. Pasaron el día entre Cala’n Bosh y Cap d’Andratx, distendidos y conversando en la cubierta, mientras una perra Salsa también disfrutaba del paseo. Ana estaba ataviada con un vestido blanco sobre bikini negro y sombrero, y él prefirió una camiseta azul claro de manga larga y bañador oscuro.
Las reveladoras imágenes, publicadas por ¡Hola!, evidencian que se trata de una pareja que disfruta con tranquilidad y no parece ser de ninguna manera una cita de trabajo, aunque hay que mencionar que no hay fotos de besos o acercamientos como caricias.
Por supuesto lo que más ha llamado la atención entre esta posible pareja es la diferencia de edad, ya que el estelar de Mision imposible tiene 63 años y la cubana, 37, es decir, es 26 años menor.

