En una época del año donde el recogimiento, la esperanza y la fe juegan un papel muy importante en la vida de muchas personas, la historia de Daniel Merak, quien fue participante de La Descarga en el 2024, se transforma en un verdadero testimonio de vida.
En entrevista con Vea, el cantante dio a conocer su historia de vida, revelando detalles sobre cómo inició en el medio artístico y cómo ha logrado sostenerse:
“Yo he sido muy bendecido desde cualquier punto de vista”, aseguró el artista. Criado en una familia católica en Antioquia, encontró desde pequeño el respaldo incondicional de sus padres para seguir su vocación artística. “Desde el minuto cero tenía apoyo de mis padres, ellos creían en mí y fui creciendo”.
Su amor por la música floreció desde los seis años y fue cultivado a lo largo de concursos, festivales, su amor por el teatro y la pintura. Lo que empezó como un sueño infantil se convirtió en un proyecto familiar y de vida. “Mis papás vieron esa vena artística y siempre la apoyaron, siempre tuve el respaldo de ellos, tanto que empezó a convertirse en un sueño compartido de familia: “siento que no solamente tengo el apoyo de mis papás, sino que mis papás también sueñan conmigo”.
¿Qué le pasó a Daniel Merak, exparticipante de ‘La Descarga’?
A los 27 años, este joven artista paisa enfrentó un difícil episodio de salud, que lo acercó más que nunca a su propósito espiritual y musical: tocar los corazones de las personas a través de su arte.
En 2024, la vida le puso una prueba que marcaría un antes y un después: “tuve un episodio de salud difícil, demasiado miedoso, muy crítico, porque de la nada me diagnostican con una trombosis cerebral a mis 27 años y eso fue un sacudón fuertísimo para toda mi familia. Básicamente fue irme dando cuenta que estoy vivo de milagro, hay un propósito y una misión que Dios ha puesto en mi corazón para para mi paso por este mundo y yo siento que esa misión ha sido tocar a la gente con mi música”, aseguró.
La gravedad del diagnóstico, que incluía riesgos de infartos cerebrales, derrames, parálisis e incluso la muerte, lo obligó a enfrentar sus mayores temores.
“Esto te puede afectar tu parte motora, tu parte cognitiva, entonces mi miedo más grande era volver a caminar, pararme en un escenario, no tener ni una parálisis, poder cantar, poder vivir, porque también tenía ese riesgo de muerte. Los doctores me dijeron que fui muy afortunado de no tener ninguno de estos accidentes como tal, pero me dijeron que era muy probable que quedara con secuelas, anticoagulado de por vida, con dolores crónicos de cabeza, de pronto, a nivel de la visión, también podía empezar a notar ciertas cosas, en la memoria, pero absolutamente nada, Dios toco mi corazón y ahí es cuando llego a la conclusión de que tengo algún propósito en este mundo”.
Contra todo pronóstico médico, no solo sobrevivió sin secuelas, sino que, un mes después de salir del hospital, ya estaba asistiendo al concierto de Carin León en La Macarena. Quince días más tarde, se encontraba sobre el escenario de El Campín abriéndole a Silvestre Dangond. “Fue un momento muy difícil, de mucha incomprensión, pero el amor de mi familia, el amor de Dios me curó y de ahí en adelante, lo único que hubo fueron bendiciones”, aseguró.
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La participación en La Descarga, que inicialmente le generaba temor, terminó siendo otro regalo. Obtuvo el tercer puesto en su equipo y conquistó el corazón del público colombiano.
“Yo estoy viviendo mi sueño. Desde pequeñito siempre había querido estar en un reality de estos porque me los vi todos y soñaba con todos y era un anhelo gigante", afirmó.

