El pasado 27 de septiembre la cantante y empresaria Selena Gómez abandonó la soltería cuando caminó hacia el altar junto con su entonces prometido, el productor Benny Blanco.
La pareja que se había comprometido en diciembre del 2024 luego de año y medio de romance y más de 20 de amistad, cristalizó así el sueño de empezar a conformar una familia, así lo mencionó la también actriz que contó con su amiga Taylor Swift como una de sus damas de honor.
El matrimonio celebrado en Montecito, California, estuvo custodiado por personal de seguridad especial dedicado a evitar a toda costa que hubiera reporteros o fotógrafos en la zona de la ceremonia o la celebración. Las imágenes de las boda que se conocen son las que la misma pareja puso en sus redes sociales. Hay que decir que Selena es una de las celebridades más seguidas en el mundo digital en el mundo.
A solo unos días de haberse casado, la empresaria habló durante la conferencia de las ‘Mujeres Más Poderosas’, de Fortune, en Washington D.C.. Allí, la actriz hizo una inesperada confesión sobre sus sentimientos cuando enfrenta un momento o acontecimiento especial.
En la capital estadounidenses, Gómez admitió que por alguna razón, le cuesta mucho trabajo disfrutar de los momentos importantes de su vida ya que, luego, suele pasarle algo negativo que empaña lo anterior.
“Así es como funciono personalmente, pero cuando algo bueno sucede en mi vida, espero que pase algo malo”, reconoció el miércoles 15 de octubre, en la mencionada cumbre.
El miedo de Selena Gómez el día de su boda
“Así que, en lugar de estar presente y decir: ‘¡Wow, hemos hecho algo genial!’, que es lo que hago, siempre pienso: ‘Bueno, pero todo esto podría desaparecer mañana, así que ¿cómo puedo asegurarme de que no pase?’”, puntualizó.
Selena Gómez dijo eso es algo que enfrenta permanentemente y representa “su mayor conflicto” y no de ahora, sino que ha sido desde siempre. Sobre lo ocurrido en su boda al respecto detalló:
“Diría que ese es mi mayor conflicto a veces, cuando suceden cosas maravillosas (…) Me casé y me puse a llorar porque pensé: ‘Me voy a morir al día siguiente’. Simplemente creo que es algo de la vida".
Selena y esposo no tuvieron una tradicional y larga luna de miel sino que una vez convertidos en marido y mujer retomaron sus compromisos y actividades.

