Así es como Colombia está tratando de contener la gripe aviar

Un grupo de funcionarios de Parque Nacionales Naturales detectó el pasado viernes 24 de febrero que algo estaba mal con los pelícanos (Pelecanus) de la Isla Gorgona. Algunos de ellos estaban mostrando un comportamiento de desorientación muy inusual, lo suficiente como para que el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) enviara una misión de investigación. En los informes posteriores de esa entidad se reseña que los animales estaban sufriendo un cuadro “respiratorio-neurológico con alta morbilidad”. Era gripe aviar.

Un grupo de funcionarios de Parque Nacionales Naturales detectó el pasado viernes 24 de febrero que algo estaba mal con los pelícanos (Pelecanus) de la Isla Gorgona. Algunos de ellos estaban mostrando un comportamiento de desorientación muy inusual, lo suficiente como para que el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) enviara una misión de investigación. En los informes posteriores de esa entidad se reseña que los animales estaban sufriendo un cuadro “respiratorio-neurológico con alta morbilidad”. Era gripe aviar.

Primero confirmaron la enfermedad en 13 pelicanos. Hoy, a corte del 1 de marzo, el ICA reporta que la población aproximada de esas aves en la isla (ubicada a 28 km de la costa del Pacífico colombiano) es de 1.000 individuos, de los cuales 300 se encuentran enfermos y 92 ya han muerto. ¿La principal hipótesis? “Contacto con aves migratorias infectadas”.

Las aves acuáticas silvestres, incluidas las gaviotas, los gaviotines, las aves playeras, los patos, los gansos y los cisnes, se consideran reservorios (huéspedes naturales) de los virus de la gripe aviar, que “guardan” en sus vías respiratorias o intestinales. Según el tipo de virus y la especie de ave, el virus puede ser inofensivo o mortal para ellas. Cuando se trata del primer caso y tienen pocos o ningún síntoma de la enfermedad, esas aves no mueren y pueden propagar el virus a largas distancias, a lo largo de sus recorridos migratorios.

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De hecho, explica María del Pilar Ruiz Molina, gerente general del ICA, si se atiende los flujos migratorios de las aves que atraviesan el país (y que puede ver en el mapa que acompaña este artículo) se puede entender el comportamiento de los focos en Colombia.

“Se cree que el virus entró el año pasado por las migraciones de las rutas centroamericanas. Primero, afectó las aves de traspatio de departamentos en Chocó, Sucre, Córdoba y Bolívar. Y ahora está afectando más al sur del país, con un par de focos concentrados en Nariño”, explica Ruiz Molina. El primer foco de gripe aviar en Colombia se reportó el 18 de octubre 2022 en Acandí (Chocó). Menos de un mes después, el 11 de noviembre, el ICA declaró, a través de la resolución 22990, el Estado de Emergencia.

“Se trata de una guía de acciones y recomendaciones que la entidad toma para que el país conserve su estatus sanitario (como está pasando) y no se afecte la cadena alimentaria”, explica la gerente del ICA. Entre esas medidas se incluyen cuarentenas en las zonas donde se detectan casos, muestreo de aves, prohibición de eventos como peleas de gallos o transporte de aves, y un endurecimiento de medidas de bioseguridad.

Cuando se detecta un caso, el ICA despliega una estrategia a partir de tres perímetros. En el primero (de 1 km alrededor del positivo), sacrifica a los animales infectados, establece una cuarentena y realiza limpieza y desinfección. En el segundo perímetro (de 2 km) se lleva a cabo una vigilancia en la que se buscan posibles nuevas afectaciones o cadenas de trasmisión. Finalmente, existe un tercer perímetro de 5 km en el que se hace verificación de bioseguridad en las granjas avícolas y comunicación del riesgo que existe.

Desde que se confirmó la llegada de la gripe aviar a Colombia, se han vigilado un total de 13.695 predios con 364.980 aves y 18.852 aves muestreadas. En 451 predios se han sacrificado unas 50.271 aves. En compensación a esos sacrificios la entidad ha pagado un total USD $212.847 (más de mil millones de pesos).

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En total, el ICA ha detectado 48 focos en donde la letalidad ha sido del 67%. La mayoría de esos focos al norte del país ya han sido superados, concentrando ahora la atención en el sur, especialmente en Nariño.

De este panorama, son importantes tres mensajes, dicen desde el ICA. En primer lugar, la confirmación de que ninguno de los predios afectados por el virus se ha reportado en granjas avícolas comerciales. Todos los focos (exceptuando el de Gorgona) han sido detectados en aves de traspatio (que no son utilizadas para consumo). Debido a esto, es que el país mantiene hasta el día de hoy su estatus como país autodeclarado libre de influenza, un hecho reconocido por la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA).

En línea con lo anterior, dice Ruiz, “es importante que la gente tenga seguridad de que no hay ningún tipo de riesgo en el consumo de huevos o de pollo”. De hecho, y aunque se han conocido casos de infección por gripe aviar en humanos, esto es extremadamente raro. Según la OMS, se han reportado “solo” 868 casos entre 2003 y hasta el 25 de noviembre de 2022, en 21 países. Esos casos se deben a contacto directo de humanos con secreciones de aves infectadas y no a ningún tipo de consumo de alimentos.

“El tercer mensaje que quiere dejar el ICA es que los controles deben continuar, siguiendo las recomendaciones de los organismos internacionales. Llamamos a los avicultores a extremar sus medidas de bioseguridad”, dice Ruiz. La entidad viene realizando reuniones con el sector privado en las que se han acordado los pasos a seguir y en las que ha surgido la idea de vacunar a las aves contra la gripe aviar.

A través de una solicitud escrita el 23 de enero de 2023 y firmada por Fenavi (gremio avícola del país), los avicultores le piden al ICA estudiar la posibilidad de tener un banco de vacunas para realizar vacunaciones de emergencia, en caso de que se llegue a requerir. En virtud de eso, se decidió, a través de la resolución No.845 de 2023, la creación de ese banco, con dos condiciones. La primera es que estos biológicos deberán ser autorizados por el ICA y serán gestionados por la entidad, que permitirá (o no) unas eventuales vacunaciones. Pero, y en caso de que se llegue a eso, serán los privados los que deberán comprar las dosis.

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Hasta el momento, han ingresado solicitudes de ocho expedientes de vacunas contra influenza aviar interesados en entrar al país. De estas, informa el ICA, dos ya tienen concepto favorable y las restantes están en estudio. La decisión de si es viable o no, no ha sido tomada. La principal preocupación es que una vacunación masiva tenga el riesgo de volver endémica la enfermedad. Un aliciente, en cambio, podría ser que las tasas de mortalidad y letalidad serían menores del 20%, estima la entidad.

Aunque la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) acepta que la vacunación es una opción, alerta sobre posibles efectos negativos. Por ejemplo, la entidad señala que “una vacunación inadecuada puede generar una inmunidad insuficiente y el desarrollo de portadores del virus aparentemente sanos”.

Por eso, la organización evalúa tres escenarios de vacunación: preventiva, de emergencia y de rutina. En lo que respecta al tercer escenario, la organización sugiere que se realice en zonas endémicas de la gripe aviar (que actualmente no es Colombia). Los otros dos procesos deben partir de un análisis de riesgo que considere elementos como la expansión de una epidemia o la inminencia de un alto riesgo de incursión del virus y la incapacidad de hacer frente a él. Hasta el momento, Colombia no parece cumplir ninguno de ellos.

Sin embargo, desde el ICA consideran valioso ir adelantando gestiones y, sobre todo, extremar los cuidados ante un escenario que si bien no es de pánico, sí es de atención y el caso de los pelícanos lo reitera.

La alerta de los pelícanos

El virus causante de estos focos de gripe aviar en Colombia (y de los brotes en el mundo que ya causaron el sacrificio o la muerte de más de 100 millones de aves) es el subtipo A(H5N1). En este punto, y como explica Augusto Elias Valderrama Aguirre, doctor en Ciencias Biomédicas y docente de la U. de los Andes, es necesario aclarar que el virus, aunque no es nuevo, está teniendo un comportamiento inusual.

La versión del virus que está circulando en el mundo parece ser más contagiosa que las anteriores. Además, “la detección de un foco en visones de granja en España, así como los casos en leones marinos de Perú, han generado atención en todo el mundo. Dada la gran proporción de casos severos y muertes en los visones y en los leones marinos, se infiere que el virus podría haber establecido una transmisión directa entre ellos, sin necesidad de adquirir el virus a través de aves infectadas”, explica Valderrama.

Aunque no es la primera vez que se detecta gripe aviar en mamíferos, pues se han notificado infecciones esporádicas en esos animales por más de 20 años (incluso en animales de zoologicos) los casos de Perú y España sí están significando un par de preguntas abiertas y llamados de atención.

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Los científicos creen que es posible que, en el caso peruano, la infección haya llegado después de que estos mamíferos comieran aves locales infectadas, específicamente, pelícanos, que contrajeron el virus de aves migratorias (ese contagio de aves migratorias a aves locales es el que acaba de suceder en Gorgona). Más de 600 de esos leones marinos terminaron muertos y la pregunta que tienen los investigadores es si los 600 comieron aves infectadas, o si un individuo se infectó y después trasmitió el virus entre su comunidad.

Que eso esté pasando sugiere que el virus puede estar cambiando. “Estamos siendo testigos de la capacidad de evolución del virus y lo que esto significa es que no se debe bajar la guardia con la vigilancia, es necesario mantener la alerta y la vigilancia estrecha”, dice Valderrama. En este punto, sin embargo, tanto el experto como organismos como la OMS llaman a la calma: aun si se confirma que entre visones y leones mamíferos ya se está trasmitiendo el virus, es poco probable que esos factores se pueden repetir en humanos.

Es poco probable por algo que se llama “barrera de especie”. En términos simples, un virus debe tener una molécula que le sirva para “engancharse” a otra que debe tener el ser que quiere infectar. Eso hace, explica Valderrama, que la relación de los virus con sus hospederos no sea una coincidencia, sino algo específico.

“Por ejemplo —dice Valderrama—, el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) no infecta felinos y el virus de la inmunodeficiencia felina (VIF) no infecta humanos. El mismo ejemplo aplica para los virus Influenza que infectan aves, estos están adaptados para infectar las células de las aves y no las humanas”. Entonces, cuando se dice que un virus “salta” entre especies, lo que se quiere explicar es que hubo cambios en el material genético del virus que le permite ganar la habilidad de infectar otra especie de hospedero.

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Hay varios mecanismos a través de los cuales se pueden dar esos cambios, pero no es posible predecir cuál es la probabilidad de que suceda una mutación que haga a A(H5N1) transmisible entre humanos.

“Es posible que existan opiniones opuestas entre la comunidad científica, para algunos puede ser solo cuestión de tiempo para que suceda un “cambio antigénico” que genere una versión del virus reorganizada y con nuevas habilidades biológicas. Para otros, se puede tratar de una sumatoria de múltiples eventos, todos ellos muy poco probables”, finaliza Valderrama, lo que sí parece una certeza entre ellos es que los virus están evolucionando constantemente y la vigilancia, para este, pero también para otros, no debe parar.