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Un estudio realizado por Instituto Cardíaco de Montreal demostró que la Colchicina, un fármaco que ha sido recetado tradicionalmente para la gota, podría reducir en un 44 % la mortalidad y en un 25 % las hospitalizaciones por COVID-19. Y aunque los resultados de la investigación son prometedores, los autores recalcan que hasta ahora son preliminares y falta que sean revisados para su publicación en una revista científica. (Lea: La Plitidepsina es prometedora para el COVID-19, pero aún debe recorrer un largo camino)
La colchicina es un derivado del azafrán silvestre, una planta medicinal que era empleada como tratamiento para la hinchazón. Este fármaco, además de combatir la gota (un tipo de artritis que provoca dolor, hinchazón, enrojecimiento y sensibilidad en las articulaciones), puede ser empleado para la cirrosis.
De acuerdo investigadores del Instituto Cardíaco de Montreal (MHI), las propiades antiinflamatoria de este medicamento podría ayudar a combatir la llamada tormenta de citoquinas, una reacción desbocada que aparece en algunos pacientes que tienen COVID-19 y que podría, incluso, ser letal. “Ha demostrado que el uso de colchicina estuvo asociado con reducciones estadísticamente significantes en el riesgo de muerte y hospitalización comparado con el placebo”, señalan los autores.
El ensayo clínico se realizó con más de 4.000 voluntarios de Canadá, EE UU, España, Sudáfrica, Brasil y Grecia. Las personas debían cumplir algunas condiciones, como ser mayores de 40 años, tener COVID-19 confirmado y presentar algún factor de riesgo, como hipertensión, obesidad o alguna enfermedad del corazón. De acuerdo al director de la investigación internacional, Jean-Claude Tardif, del Instituto de Cardiología de Montreal (Canadá), cada uno de los participantes debían tomar un comprimido al día durante un mes. (Puede leer: Minsalud explica los detalles del decreto de uso de emergencia para medicamentos y vacunas de COVID-19)
“La colchicina es el primer medicamento oral del mundo cuyo uso podría tener un impacto significativo en la salud pública y, potencialmente, prevenir las complicaciones del COVID-19 en millones de pacientes”, aseguró Tardif en un comunicado. “En aquellos pacientes con un diagnóstico probado de COVID-19, la colchicina redujo las hospitalizaciones en un 25 %, la necesidad de ventilación mecánica en un 50 % y las muerte en un 44 %. Este gran descubrimiento científico hace que la colchicina sea el primer medicamento oral del mundo que puede ser utilizado para tratar pacientes no hospitalizados con COVID-19”, añadió.
Y aunque los resultados son prometedores, los científicos hacen un llamado para que se tomen estos datos con cautela. Hasta el momento, son preliminares y están pendientes de revisión para su publicación en una revista científica.
Tardif sostuvo que “el beneficio está ahí. Y es un fármaco que tiene un precio irrisorio. Un tratamiento de un mes cuesta unos tres euros (...) la gran ventaja de la colchicina es que está al alcance de la mano, en farmacias y funciona por la vía oral: “Lo bueno del resultado del estudio es que la colchicina ya está disponible en las farmacias, pues se usa de manera segura y económica para muchas enfermedades”. (Le puede interesar: COVID positivo: ¿tiene sentido que también esperen una vacuna?)
Mar García Sáiz, médica farmacológica, explicó a El País que la colchicina es “un medicamento muy antiguo, muy seguro y muy barato, sin embargo, hay peligro de que la gente se automedique. El fármaco está contraindicado en caso de daño renal, por ejemplo, y también puede interaccionar negativamente con otros tratamientos. La colchicina debe tomarse bajo supervisión médica”.