Nueva Zelanda quiere que para 2025 el país sea “libre de humo”. Con ese objetivo en mente, ha venido anunciando una serie de restricciones para la comercialización del tabaco. Una de las medidas más duras hasta el momento, fue adoptada este martes, en el marco de un paquete de leyes antitabaco que fue aprobado por el Parlamento. (Puede leer: EE. UU. y el Reino Unido quieren secuenciar el ADN de 200.000 recién nacidos)
Se trata de una ley que prohíbe, de por vida, la venta de tabaco a cualquier persona nacida después de 2008. La norma empezará a regir desde el próximo año y busca reducir la tasa de fumadores a menos del 5% para 2025. Actualmente es del 8%. Quienes no cumplan la ley, serán sancionados con hasta 91.000 dólares de multa (más de 400 millones de pesos colombianos).
Para Ayesha Verrall, ministra adjunta de salud, quien ha impulsado esta legislación, “miles de personas vivirán vidas más largas y saludables, y el sistema sanitario se beneficiará de 5.000 millones de dólares neozelandeses [unos 3.000 millones de euros o dólares] al no tener que tratar enfermedades provocadas por el tabaquismo, como muchos tipos de cánceres, infartos, ictus y amputaciones”. (Le puede interesar: EPS proponen un aumento de la UPC del 18 %, lejos de la propuesta de Minsalud)
Pero esta no es la única medida que se aprobó hoy. Además de obligar a las compañías tabacaleras a reducir la cantidad de nicotina en los productos, la nueva legislación también busca disminuir hasta en un 90% los puestos de venta. De los 6.000 que hay actualmente, solo podrían quedar 600.
“Queremos asegurarnos de que los jóvenes nunca empiecen a fumar, por lo que tipificaremos como delito la venta o el suministro de productos de tabaco fumado a nuevas cohortes de jóvenes. Los que tengan 14 años cuando la ley entre en vigor nunca podrán comprar tabaco legalmente”, aseguró Verrall. (También puede leer: Superintendencia de Salud ordenó toma de posesión de Ecoopsos EPS)
Solo en el Reino de Bután (Asia), donde la venta de tabaco está prohibida desde 2005, se enfrentan leyes antitabaco más restrictivas que en Nueva Zelanda.