Futbolistas están más expuestos a enfermedades como Alzheimer y demencia, ¿por qué?
Un estudio hecho en Suecia encontró que los jugadores de fútbol tienen 1,5 veces más de probabilidades de sufrir alguna enfermedad neurodegenerativa asociada a jugar este deporte. El riesgo para los arqueros es menor.
Los jugadores de fútbol pueden tener un mayor riesgo de enfermedades neurodegenerativas, como Alzheimer y otras demencias, Párkinson y enfermedad de la neurona motora, como esclerosis lateral amiotrófica, así lo afirma una investigación publicada recientemente en la revista médica The Lancet.
Gracias por ser nuestro usuario. Apreciado lector, te invitamos a suscribirte a uno de nuestros planes para continuar disfrutando de este contenido exclusivo.El Espectador, el valor de la información.
Los jugadores de fútbol pueden tener un mayor riesgo de enfermedades neurodegenerativas, como Alzheimer y otras demencias, Párkinson y enfermedad de la neurona motora, como esclerosis lateral amiotrófica, así lo afirma una investigación publicada recientemente en la revista médica The Lancet.
El estudio llegó a esta conclusión luego de evaluar el riesgo para los jugadores de fútbol de la primera división de Suecia, Allsvenskan. Para esto, tuvieron en cuenta tanto a los aficionados como profesionales que habían jugado al menos un partido en la liga desde 1 de agosto de 1924, hasta el 31 de diciembre de 2019, y excluyeron a las personas que no contaban con información en los registros del país, los que no nacieron en Suecia, y los que migraron después de los 15 años. (Lea: La OMS espera que este año el covid-19 adquiera el riesgo de una gripe estacional)
Los investigadores compararon la información de estas personas con los controles del resto de la población, y notaron que 537 (8,9 %) de 6.007 jugadores de este deporte fueron diagnosticados con enfermedad neurodegenerativa. El Alzheimer y otras demencias fueron las más comunes, especialmente para todos los jugadores, menos para los porteros, mientras que el párkinson, la que menos se registró.
Pero, ¿qué está generando esta tendencia? Investigaciones anteriores han advertido preocupaciones sobre el riesgo de enfermedades neurodegenerativas asociadas a jugar fútbol, el deporte más popular del mundo. (Lea: Cuide su sueño: dormir bien es clave para su cuerpo)
Por ejemplo, un estudio hecho en Escocia sugirió que los futbolistas tenían 3,5 veces más probabilidades de desarrollar enfermedades neurodegenerativas. La razón es la relación que existe entre las lesiones cerebrales traumáticas y el riesgo de dichas enfermedades.
Si bien, este tipo de lesiones no son las más comunes en este deporte, pasar el balón con la cabeza o cabecear, como se le conoce comúnmente, puede causar algún tipo de trauma al realizarse con mucha frecuencia.
Un estudio de 2015 afirmó que los jugadores que golpean el balón con la cabeza más de 1.800 veces al año presentan alteraciones cerebrales que se pueden relacionar con pérdida de memoria, por ejemplo. Sin embargo, los choques con otros jugadores también pueden presentar algún riesgo. (Lea: Perros mapache con coronavirus: la nueva pista sobre los orígenes de la pandemia)
Ante las evidencias, “la Unión Europea de Asociaciones de Fútbol (UEFA) y las federaciones británicas de fútbol actualizaron sus directrices para reducir la exposición a los cabezazos entre los jugadores jóvenes. Implementaron límites para el número de cabezazos que involucran fuerzas más altas, como los que siguen a un pase largo o a los saques de esquina. Estos se introdujeron más tarde para jugadores adultos aficionados y jugadores profesionales en Inglaterra”, explican los investigadores.
Además, sostienen que las prácticas actuales en los entrenamientos estarían ayudando a reducir esta tendencia, debido a un entrenamiento más riguroso, un mejor equipo y, posiblemente, estilos de juego asociados con menos traumatismos craneales. (Lea: El caso de una mujer cuyo VIH remitió después de un trasplante de células madre)
¿Qué pasa con las mujeres y jugadores jóvenes?
Según el estudio, no es posible generalizar los resultados del estudio a las jugadoras profesionales, jugadores amateur, juveniles masculinos y femeninos. “Es probable que las exposiciones relacionadas con el fútbol sean extremas entre los jugadores de élite y que las asociaciones potenciales con enfermedades neurodegenerativas, si las hay, sean menos pronunciadas entre los jugadores recreativos”.
Los investigadores resaltan que las enfermedades neurodegenerativas era rara en edades más jóvenes, y que la mayoría de los jugadores que tuvieron eventos de estas enfermedades jugaron fútbol de élite a mediados del siglo XX.