En el país no se sabe cuántos niños, niñas y adolescentes quedan cada año huérfanos por feminicidios. Sin embargo, el Observatorio Colombiano de Feminicidios ha tratado de recopilar esta información y señala que en los últimos cuatro años más de 700 han quedado en estado de orfandad. A la fecha, no hay ninguna política pública que proporcione ayuda social, económica ni terapéutica para esta población.


Juliana Cely cuenta que sufrió bullying después del asesinato de su madre, Rosa Elvira. Además, en varios colegios le negaron un cupo por no tener un núcleo familiar conformado por mamá y papá. Rosa Elvira era una mujer de 35 años que vendía dulces en la calle para pagar sus estudios en secundaria y cumplir su sueño de ser psicóloga. El 24 de mayo de 2012 fue asesinada. A raíz su caso, en Colombia se creó la Ley 1761 de 2015 o Ley Rosa Elvira Cely, en la que se tipificó el delito de feminicidio. Pero, en esta norma no se contempló a sus hijos o hijas.

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Así viven los más de 700 huérfanos por feminicidio
Colombia es uno de los países más violentos para las mujeres. Solo en 2022 se reportaron 557 casos de feminicidio. Cada una de estas muertes ha repercutido de forma directa en la familia de las víctimas, específicamente en los niños, niñas y adolescentes que quedan en situación de orfandad, sufriendo vulneraciones psicológicas y económicas. En el país no existe un programa especializado en el cuidado y acompañamiento de esta población.



Camila Zapata recuerda que cuando asesinaron a su madre la sacaron de la casa donde vivían con su hermano menor. A esto se le suma que durante el proceso de investigación no lograron acceder a terapias psicológicas, por el alto costo que tenía cada cita. En el país, hasta el momento, solo se han identificado a los niños, niñas y adolescentes que han quedado en estado de orfandad por conflicto armado.







En Colombia se han presentado casos en los que se genera una situación de doble orfandad por feminicidios, pues en la mayoría de los casos los padres son culpables. En otras situaciones, los niños o niñas quedan bajo el cuidado de las familias de los padres, mientras las de las mujeres asesinadas luchan por recuperar su custodia.

