
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
En los últimos años, la contaminación atmosférica ha empezado a preocupar, cada vez con mayor intensidad, a científicos alrededor del mundo. Por ejemplo, a inicios de julio de este año, como contamos en esta nota, un estudio liderado por entidades de Estados Unidos, aseguró haber descubierto pruebas genómicas concluyentes que apuntan a la contaminación atmosférica, entre otras exposiciones ambientales, como posible factor principal del cáncer de pulmón entre personas que no fuman.
Ahora, un análisis de estudios que incorporan datos de casi 30 millones de personas, analizó el vínculo entre la contaminación atmosférica y el aumento del riesgo de demencia.
El estudio, adelantado por un equipo de investigadores dirigidos por la Universidad de Cambridge (Reino Unido), realizó una revisión sistemática y un metaanálisis de la literatura científica para examinar esta relación. Bajo este método de investigación, los científicos reunieron estudios que, por sí solos, no ofrecen pruebas suficientes, para brindar una visión más sólida y global.
En total, los investigadores analizaron 51 estudios, la mayoría adelantados en países de ingresos altos, lo que significa una limitación del estudio. Para el metaanálisis, finalmente, incluyeron 34 artículos, de los cuales 15 fueron adelantados en América del Norte, 10 en Europa, siete en Asia y dos en Australia.
Tras el análisis, la principal conclusión del estudio, que fue publicado recientemente en la revista académica The Lancet Planetary Health, es que existe una asociación positiva y estadísticamente significativa entre tres tipos de contaminantes atmosféricos y la demencia.
El primero fue el material particulado de 2.5 micrómetros. Por cada 10 microgramos por metro cúbico (μg/m³) de PM2,5, el riesgo relativo de demencia de una persona aumentaría en un 17 %.
Frente al segundo, el dióxido de nitrógeno (NO2), los investigadores determinaron que por cada 10 μg/m3 de NO2, el riesgo relativo aumentaba un 3 %. Finalmente, por cada 1 μg/m³ de hollín presente en las PM2,5, el riesgo relativo aumentaba en un 13 %.
“Nuestro trabajo aporta más pruebas que respaldan la observación de que la exposición prolongada a la contaminación atmosférica exterior es un factor de riesgo para la aparición de demencia en adultos previamente sanos”, señaló al respecto Haneen Khreis, investigador de la Universidad de Cambridge y autor principal del estudio.
¿Cómo la contaminación atmosférica puede incidir en a demencia? Los científicos ahora saben que la contaminación pueden desencadenar procesos como la inflamación del cerebro y el estrés oxidativo, un proceso químico del organismo que puede causar daños en las células, las proteínas y el ADN.
“Tanto el estrés oxidativo como la inflamación desempeñan un papel bien establecido en la aparición y progresión de la demencia”, agregan los científicos en el estudio.
Por esto, Clare Rogowski, investigadora de la Universidad de Cambridge, apuntó que “las iniciativas para reducir la exposición a estos contaminantes clave probablemente contribuyan a reducir la carga que supone la demencia para la sociedad. Es probable que sea necesario establecer límites más estrictos para varios contaminantes, centrándose en los principales responsables, como los sectores del transporte y la industria”.
“Dada la magnitud de la contaminación atmosférica, existe una necesidad urgente de intervenciones políticas a nivel regional, nacional e internacional para combatirla de forma equitativa”, concluyó Rogowski.
👩⚕️📄¿Quieres conocer las últimas noticias sobre salud? Te invitamos a verlas en El Espectador.⚕️🩺