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Durante mucho tiempo, el cáncer de pulmón se ha considerado como una enfermedad principalmente de personas fumadoras. Sin embargo, con el descenso en el consumo de tabaco en varias partes del mundo, los médicos e investigadores han observado una tendencia que les preocupa: el cáncer de pulmón en personas que nunca han fumado está aumentando.
En la actualidad, el cáncer de pulmón en personas que nunca han fumado representan el 25 % de todos los cánceres de pulmón y ha estado asociado con la exposición al humo de segunda mano y a la contaminación atmosférica.
Ahora, un reciente estudio, liderado por entidades de Estados Unidos, asegura haber descubierto pruebas genómicas concluyentes que apuntan a la contaminación atmosférica, entre otras exposiciones ambientales, “como posible factor principal de este creciente problema de salud pública”.
Hasta el momento, estudios anteriores habían demostrado la existencia de un vínculo epidemiológico. El reciente estudio, publicado este 2 de julio en Nature, demuestra la existencia de un vínculo genómico, explicaron los autores de la investigación.
Ludmil Alexandrov, profesor de la Universidad de California en San Diego (UC San Diego), una de las dos entidades encargadas del estudio, explicó que “nuestra investigación demuestra que la contaminación atmosférica está estrechamente relacionada con los mismos tipos de mutaciones del ADN que solemos asociar al tabaquismo”.
Para lograr estos resultados, el equipo analizó los tumores de pulmón de 871 personas que nunca habían fumado y que vivían en 28 regiones de África, Asía, Europa y Norteamérica. Lo primero que hicieron fue, a través de la secuenciación del genoma completo, identificar las “firmas mutacionales”, que son las mutaciones del ADN que permiten rastrear exposiciones pasadas.
Con esto, cruzaron los datos genómicos con estimaciones de contaminación, para calcular la exposición a largo plazo de cada uno de los individuos a la contaminación atmosférica.
Tras recopilar esta información, los investigadores descubrieron que los no fumadores que vivían en entornos más contaminados presentaban un número significativamente mayor de mutaciones en sus tumores pulmonares. Por mencionar un ejemplo, el equipo resalta que estas personas presentaban un aumento de 3,9 veces en una firma mutacional vinculada al tabaquismo y un aumento del 76 % en otra vinculada al envejecimiento.
Otro de los hallazgos relevantes del estudio apunta a que, contrario a lo que se creía, no existe una correlación genética fuerte con el humo de segunda mano. En otras palabras, “los tumores de pulmón de los no fumadores expuestos al humo de segunda mano mostraron solo un ligero aumento de las mutaciones”.
Finalmente, los investigadores también identificaron otro riesgo ambiental, sobre todo para la población asiática: el ácido aristolóquico, un carcinógeno presente en ciertas hierbas medicinales tradicionales chinas. En casos de cáncer de pulmón de taiwaneses que nunca habían fumado, los científicos aportaron pruebas de que este ácido, relacionado anteriormente con otros cánceres, está vinculado con una firma mutacional específica.
A futuro, los científicos buscan ampliar el estudio para incluir casos de cáncer de pulmón de personas que nunca han fumado y que viven en América Latina, Oriente Medio y otras regiones de África.
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