La historia del hombre que experimentaba síntomas de embriaguez sin haber ingerido ni una sola gota de alcohol, empezó en 2011. El paciente de 46 años cuenta que todo comenzó justo una semana después de haber terminado un tratamiento de antibióticos para combatir una pequeña lesión en su pulgar. La vida transcurría con normalidad y ya con el dedo sano pudo continuar con sus rutinas diarias. Sin embargo, todo cambió repentinamente cuando sin explicación alguna el norteamericano empezó a experimentar mareo, confusión y episodios de pérdida de memoria.
Al consultar con su médico fue diagnosticado con síntomas de depresión y lo medicaron para tratar los comportamientos de ansiedad y confusión que presentaba. Sin embargo, esta no fue la solución a los problemas y terminó siendo un policía quien dio con el punto clave de la situación. Un día el hombre de 46 años fue detenido por un oficial luego de que sufriera un accidente de tránsito, al ser sometido a un examen de alcholemia llegó a registrar 200 miligramos de alcohol en su sangre, cifra equivalente a haber consumido aproximadamente 10 bebidas alcohólicas.
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Luego de realizar un seguimiento a la situación, el equipo médico descubrió que en los intestinos del paciente crecía una bacteria conocida como Saccharomyces cerevisiae que al entrar en contacto con los carbohidratos creaba un fermento similar al de la cerveza dentro de su cuerpo, razón por la cual se encontraba intoxicado por alcohol en cada momento.
Este tipo de enfermedad se conoce como “síndrome de fermentación intestinal”, una afección médica, no muy frecuente, en la que ingerir carbohidratos puede ser suficiente para generar síntomas de embriaguez. Sin embargo, en los últimos 30 años solo se han registrado cinco casos y aún la medicina estudia las características de este cuadro.
El hombre fue sometido a un tratamiento en la Universidad de Richmond donde los médicos utilizaron una combinación de terapias antifúngicas y probióticos para tratar la microflora intestinal del paciente.
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