“Me preocupa que los Estados miembros no cumplan ese compromiso y hay varias cuestiones pendientes que aún deben resolverse”. Así, con esas palabras, el director general de la Organización Mundial de la Salud, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, expuso su preocupación ante el riesgo de que descarrile el llamado acuerdo pandémico, un tratado con el que los países esperan que el mundo este mejor preparado para emergencias como la del covid-19. El problema es que, si bien las negociaciones se están adelantando desde el año pasado, el impulso parar cerrar el acuerdo parece haberse frenado en los últimos meses.
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El plan inicial era sellar el acuerdo en la Asamblea Mundial de la Salud de 2024, el órgano de toma de decisiones de la OMS, que se reúne el próximo 27 de mayo. “En mi opinión, el fracaso en el cumplimiento del acuerdo sobre la pandemia y las enmiendas al RSI (Reglamento Sanitario Internacional, por sus siglas en inglés) sería una oportunidad perdida que las generaciones futuras tal vez no nos perdonen”, afirmó Ghebreyesus. El panorama parece complicado. Según señala la agencia Reuters, solo una vez en los 75 años de historia de la organización, la OMS logró llegar a un acuerdo similar: un tratado de control del tabaco en 2003. Las negociaciones de este tipo suelen durar, debido a su complejidad, unos siete años, dijo a Reuters Roland Driece, copresidente del grupo que negocia el acuerdo, y esta solo ha tenido dos años.
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El jefe de la OMS pidió un “acuerdo sólido que ayudará a proteger a nuestros hijos y nietos de futuras pandemias” y negó que el tratado buscara restar soberanía a los países o darle el poder a la OMS de imponer bloqueos y mandatos de vacunas. La decisión de iniciar el proceso para este acuerdo se tomó en diciembre de 2021, cuando terminaba el segundo año de la pandemia de covid-19 y millones de vidas ya se habían perdido. Uno de los primeros acuerdos de los Estados fue aceptar que ese nuevo instrumento “debería ser jurídicamente vinculante y contener elementos jurídicamente vinculantes y no vinculantes”.
Aunque los Estados son los que definen los alcances del nuevo acuerdo, la OMS ha pedido “se esperaría que cualquier nuevo acuerdo establezca principios, prioridades y objetivos para la preparación y respuesta ante una pandemia, con el objetivo de construir resiliencia a las pandemias; apoyar la prevención, detección y respuesta a brotes con potencial pandémico; garantizar el acceso equitativo a las contramedidas pandémicas; y apoyar la coordinación mundial a través de una OMS más fuerte y más responsable”. La equidad, que el organismo ha tenido como una de sus principales banderas en la repartición de las vacunas, es uno de los principios clave que se discuten como parte del trabajo sobre el nuevo acuerdo.
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