La Superintendencia Nacional de Salud ordenó este martes, 25 de enero, la liquidación de la EPS Coomeva, una de las más grandes del país. La principal razón, explicó la entidad, se debe a que es imposible “corregir la crítica situación financiera en que se encuentra”. (Lea: En 2021, cuatro de cada cinco servicios de las EPS de Colombia fueron buenos)
En la actualidad, la EPS está bajo las medidas de toma de posesión y de intervención forzosa para administrar. “Sin embargo, y a pesar de los esfuerzos del agente especial designado por la Supersalud, ya había un deterioro continuado de sus principales indicadores operacionales, asistenciales y financieros”, señaló la entidad en un comunicado.
La EPS estuvo en medida de vigilancia especial por cuatro años y medio y, durante ese tiempo, la Supersalud le ordenó una serie de instrucciones para poder dar respuesta a la acumulación de quejas, reclamos y peticiones de sus afiliados, y a la necesidad de cumplir con estrictos planes de capitalización. Pero, la EPS no las acató.
Una crisis financiera persistente
De acuerdo con la información de la Superintendencia, Coomeva tiene pasivos cercanos a los $1,7 billones, es decir, la EPS tiene un nivel de endeudamiento de 1,6 veces sobre el valor del activo. “Esto representa una brecha de $ 204.230 millones de en el patrimonio adecuado y unas pérdidas acumuladas superiores al billón de pesos”, dijo la entidad. (Puede leer: Esto pagará el gobierno nacional al sistema de salud por cada usuario en el 2022)
Solo durante los primeros 11 meses de 2021, Coomeva registró pérdidas por $190.219 millones. Todo esto, apuntó la Supersalud, mostró que “Coomeva no cumple con las condiciones financieras y de solvencia, con los indicadores de capital mínimo y de patrimonio adecuado”.
Quejas por la falta de atención, otra de las crisis de Coomeva
La Supersalud pudo constatar que Coomeva no garantizaba a sus afiliados el acceso a los servicios de salud y ponía en riesgo la atención a la población gestante, a los menores de edad y a los pacientes con enfermedades de alto costo (cáncer, insuficiencia renal, VIH y hemofilia). Casos que fueron identificados por medio de la resolución 189-6 del 25 de enero de 2022.
“Por medio de las acciones de inspección y vigilancia realizadas durante 2019, 2020 y 2021 se concluyó que no realizaba el diagnóstico oportuno de pacientes crónicas con cáncer de cuello uterino y cáncer de mama debido a las bajas coberturas en la toma de citología cervicouterina, colposcopia y mamografía”, apuntó la Supersalud.
En los últimos tres años, la EPS recibió 193.100 peticiones, quejas, reclamos y denuncias y, durante ese mismo tiempo, registró una pérdida cercana a 550 mil afiliados, una de las disminuciones más fuertes entre las empresas del sector en esos años.
¿Qué pasará con sus afiliados?
Fabio Aristizábal Ángel. Superintendente Nacional de Salud, aseguró que “como lo venimos haciendo a lo largo de nuestra gestión, no vamos a permitir que las EPS jueguen con la salud de los usuarios y que pongan en riesgo la atención que requieren la población infantil y los pacientes con cáncer o insuficiencia renal”. (Le puede interesar: Estas son las EPS que estarían en riesgo de ser liquidadas en 2022)
Por eso, advirtió, que los 1,2 millones de afiliados serán trasladados por el Ministerio de Salud a EPS receptoras. El encargado de entregar a la Superintendencia la base de datos de sus afiliados y el Ministerio de Salud será Felipe Negret Mosquera, quien ahora será el agente especial liquidador.
Negret Mosquera, además, deberá “surtir el procedimiento de traslado de esta población a EPS receptoras que no cuenten con ninguna medida administrativa y que posibilitarán la garantía de acceso, calidad y oportunidad en la prestación de los servicios”, dijo.