Este 23 de julio, durante la reunión nacional de la Nueva EPS, el Superintendente Nacional de Salud, Giovanny Rubiano García, se refirió a los estados financieros de esa entidad: “hasta ahora vamos a conocer los estados financieros de la Nueva EPS para la vigencia de 2023. (...) Tengo entendido, me ha informado el interventor, ya están certificados y están pendientes por ser dictaminados por la contralora de la Nueva EPS para ser publicados a fines del mes de julio”, dijo Rubiano.
Cabe recordar que Nueva EPS es la más grande del país, con aproximadamente 11 millones de afiliados, sin que todavía se conozcan sus estados financieros certificados de 2023 y 2024.
El Supersalud también anunció que en agosto inicia el proceso de auditoría forense para Nueva EPS: será una firma internacional la encargada de revisar las cuentas durante los últimos 7 años de la entidad, de 2019 a 2025.
También, en palabras del Superintendente, los procesos de intervención no han evidenciado únicamente los estados financieros, sino la situación financiera real de algunas EPS, como la ausencia de sistemas de información robustos que no permiten auditar correctamente y en tiempo real las cuentas presentadas por la red de prestadores.
“Hemos encontrado pagos sistemáticos, principalmente en las IPS de su propia red y en detrimento de otras IPS, tanto públicas como privadas, en algunas EPS con marcada integración vertical. Esto lo que revela es un profundo conflicto de interés”, agregó Rubiano.
Bajo el criterio del Superintendente, se debe buscar que Nueva EPS implemente un modelo de atención exitoso, o por lo menos mejor del que ya se tiene.
Rubiano también llamó la atención sobre las condiciones laborales de los médicos generales en Colombia, respecto a los especialistas: “Todos sabemos acá que las enfermedades, no solo en Colombia, en el mundo, si las atendemos en el primer nivel, podemos contener el 80 por ciento de la enfermedad y el 20 % nos migra al tercer y cuarto nivel de complejidad. Pero si ese primer nivel no es diligente y resolutivo, pues toda la enfermedad migra al tercer nivel, que es donde más nos cuesta”, puntualizó.
Hace una semana -el 16 de julio- se llevó a cabo una reunión en la Procuraduría debido al deterioro de los indicadores financieros de la Nueva EPS, específicamente por un aumento de peticiones, quejas y reclamos de usuarios y sus familiares, sumado a un “alto volumen de cartera”.
Como lo contamos en estas páginas, desde mediados de noviembre de 2024, Rincón fue reemplazado por Bernardo Camacho, que hoy lidera la empresa. Del balance de Rincón destaca un señalamiento clave reconocido por la Supersalud: Nueva EPS no cumplió con las obligaciones establecidas en la Circular Única 47 de 2007, que incluyen la presentación anual de sus estados financieros, debidamente certificados por el representante legal y el contador público. En noviembre, la Superintendencia advirtió que, pese a múltiples requerimientos formales, la EPS entregó la información en un formato incorrecto y fuera del sistema habilitado.
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