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Vínculo entre la memoria y el apetito explicaría, en parte, la obesidad

“Lo que estos individuos necesitan no es más fuerza de voluntad, sino el equivalente terapéutico de un electricista que pueda hacer bien estas conexiones dentro de su cerebro”, dice el autor principal de un estudio que fue publicado recientemente en Nature.

04 de septiembre de 2023 - 04:44 p. m.
En Colombia existe una prevalencia en adultos de 18 a 64 años con sobrepeso del 37,7 % y obesidad del 18,7 %. / Pixabay.
En Colombia existe una prevalencia en adultos de 18 a 64 años con sobrepeso del 37,7 % y obesidad del 18,7 %. / Pixabay.

Contrario a lo que podría creerse, “las afecciones como los trastornos alimentarios y la obesidad son mucho más complicadas que simplemente controlar el autocontrol y comer más sano”, dice Casey Halpern, profesor de Neurocirugía del centro médico y académico de la Universidad Estatal de Pensilvania (Estados Unidos). (Puede leer: Plenaria de la Cámara definirá integrantes de la subcomisión de reforma a la salud)

A lo que se refiere Halpern, autor principal de una investigación publicada recientemente y en la que participaron otros 16 científicos, es que la obesidad también tendría origen en el cerebro. El estudio con estos hallazgos se publicó hace algunos días en la revista Nature.

Para determinarlo, los estudiantes evaluaron a pacientes cuyos cerebros estaban siendo monitoreados. Allí revisaban la actividad cerebral de las personas con obesidad mientras estos anticipaban y luego recibían un batido de chocolate. (Le puede interesar: ¿Qué es el síndrome de Asperger?)

Gracias a estos monitoreos, pudieron observar que el hipocampo dorsolateral (dlHPC) —situado en la región del cerebro que procesa la memoria— y el hipotálamo lateral (LH) —que está en la región del cerebro que es responsable de mantener el cuesto en un estado estable—, “se activaban simultáneamente cuando los participantes anticipaban recibir la comida gratificante”.

Esto, explican los investigadores, puede afectar su capacidad para controlarse o regular sus respuestas emocionales cuando anticipan comidas o alimentos que les genera satisfacción. Además, señalan los científicos, el trastorno de estas conexiones es directamente proporcional al índice de masa corporal (IMC), “sobre todo en pacientes que sufren trastornos de la alimentación que pueden conducir a la obesidad, como el trastorno por atracón”. (También puede leer: ¿Es hora de prohibir los cigarrillos electrónicos desechables?)

Por eso, comenta Halpern, “lo que estos individuos necesitan no es más fuerza de voluntad, sino el equivalente terapéutico de un electricista que pueda hacer bien estas conexiones dentro de su cerebro”.

Con esta investigación, concluyó el profesor de la Universidad Estatal de Pensilvania, esperan poder identificar a individuos que puedan ser propensos a desarrollar obesidad, así como desarrollar terapias novedosas (invasivas o no), “para ayudar a mejorar la función de este circuito crítico que parece ir mal en los pacientes que son obesos”.

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