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En muchas casas hay aparatos que parecen apagados, pero que siguen consumiendo electricidad. Televisores, decodificadores, consolas, computadores y otros dispositivos permanecen conectados todo el día y, cuando se suman, ese consumo silencioso termina reflejándose en la factura de energía.
A ese fenómeno se le conoce como energía en espera o stand by: la electricidad que usan los dispositivos cuando no están realizando su función principal, pero permanecen conectados, como define Standby Power, un programa de investigación del Lawrence Berkeley National Laboratory de Estados Unidos.
Aunque cada aparato suele consumir poca energía de forma individual —hoy muchos están por debajo de 0,5 vatios—, el impacto aparece cuando hay muchos conectados al mismo tiempo.
Ese consumo acumulado representa entre el 5 % y el 10 % del consumo eléctrico residencial y, a escala global, es responsable de alrededor del 1 % de las emisiones mundiales de CO₂.
¿Cómo saber si un dispositivo consume energía aunque esté apagado?
Standby Power propone una regla sencilla, pues casi cualquier aparato con estas características consume energía de forma continua:
- Control remoto.
- Pantalla encendida o LED.
- Fuente de alimentación externa.
- Batería interna.
- Conexión permanente a internet o a la red.
Los dispositivos que más consumen
Según Standby Power:
- Decodificador: hasta ~30 W
- Televisor: hasta ~25 W
- Consola de videojuegos: hasta ~25 W
- Sistema de Alimentación Ininterrumpida: alrededor de ~25 W
- Equipo de sonido: ~20–25 W
- Monitor: cerca de ~20 W
- Computador portátil: alrededor de ~20 W
- PC de escritorio: valores similares, ~20 W
- VHS: ~15 W
- Reproductor de streaming: ~10–15 W
Tal como advierte Standby Power (LBNL), el consumo en modo de espera varía según el diseño y la configuración de cada dispositivo, por lo que no todos los modelos se comportan igual.
¿Qué puede desconectar para reducir el consumo?
Para reducir el consumo de forma inmediata, se recomienda priorizar electrodomésticos antiguos, poco usados o estacionales. Entre los ejemplos que menciona están:
- VHS sin uso.
- Equipos de música antiguos.
- Cargadores enchufados sin batería.
- Equipos de audio poco utilizados.
- Electrodomésticos de cocina de uso ocasional.
- Equipos de oficina antiguos o en desuso.
- Herramientas de jardinería fuera de temporada.
- Artículos calefactados para mascotas cuando no se usan.
- El televisor de una habitación poco utilizada, junto con su decodificador y barra de sonido.
- Dispositivos con control remoto o pantalla iluminada que ya no se usan.
- Equipos estacionales como aires acondicionados portátiles, humidificadores o deshumidificadores.
- Equipos de red sin conexión activa.
No todo se soluciona desenchufando. En algunos casos se recomienda activar el modo suspensión, programar equipos o apagar funciones específicas cuando no se necesitan.
El laboratorio también sugiere usar regletas con interruptor y recuerda que la seguridad es prioritaria, por lo tanto, no manipule cables dañados.
Consejos prácticos para reducir el consumo
Para complementar este enfoque técnico, Enel Colombia propone hábitos sencillos de uso eficiente de la energía en el hogar, entre ellos:
- Desconectar los aparatos que no se están usando, como televisores, consolas o routers.
- Instalar un medidor de consumo para conocer y ajustar los hábitos eléctricos.
- Cambiar bombillos tradicionales por LED.
- Aprovechar la luz natural y secar la ropa al sol.
- Reemplazar electrodomésticos antiguos por modelos más eficientes.
- Mantener temperaturas adecuadas: congelador (4–5 °C), refrigerador (1–8 °C) y aire acondicionado (24–25 °C).
- Cambiar calentadores eléctricos tradicionales por sistemas más eficientes, como los de paso o solares.
Enel Colombia también recomienda organizar el uso de los electrodomésticos según la hora del día y evitar dejar cargadores conectados sin necesidad.
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