Intel Corporation es el mayor fabricante de circuitos integrados del mundo. Su tecnología es famosa por la serie de procesadores x86, aquellos que integran PC’s (portátiles y de sobremesa) además de algunas consolas de juegos. Fue fundada el 18 de julio de 1968 como Integrated Electronics Corporation (abreviado Intel) por los pioneros en semiconductores Robert Noyce, Gordon Moore, y la dirección ejecutiva de Andrew Grove.
Los microprocesadores de Intel se destacan por tener tecnología multinúcleo, presentes en los procesadores Pentium D, Core 2 Duo e Intel Core i7. Este último funciona con 72 núcleos a 1,5 GHz, además de ser uno de sus productos más populares y vendidos.
El principal competidor de Intel en el mercado es Advanced Micro Devices (AMD), empresa con la que ha firmado varios acuerdos a lo largo de la historia para compartirse mutuamente sus tecnologías. Por eso, ambas empresas también son las que se disputan la tercerización de las CPU de las consolas de Sony, Microsoft y Nintendo.
Sin embargo, ahora Intel se encuentra en una situación comprometida, pues afronta su mayor reto corporativo en su más de medio siglo de existencia. La lenta incorporación de la IA a su trabajo y la repentina pausa en la venta de computadores, hoy pone en duda el trabajo de miles de personas. Así lo explicó su director general, Lip-Bu Tan.
Intel en aprietos financieros
“Soy un gran creyente en la filosofía de que los mejores líderes hacen lo máximo con la menor cantidad de personas, atravesamos un entorno macroeconómico cada vez más volátil e incierto, hoy debemos impulsar cambios críticos y no hay forma de evitar la reducción del tamaño de nuestra fuerza laboral, esto comenzará en el segundo semestre”, sentenció Lip-Bu Tan, CEO de Intel.
En julio de 2024 la compañía, en ese entonces liderada por Pat Gelsinger, sufrió un duro revés en la bolsa de valores. Sus acciones cayeron 30% en unos cuantos días y solo se pudieron estabilizar con el valor que tenían en 2011.
Incluso, Intel registró perdidas por US $1.600 millones durante los últimos seis meses del año anterior. Los ingresos tampoco registraron números verdes, pues cayeron un 1%, lo que desencadenó una crisis que casi un año después persiste y amenaza con empeorarse.
Despidos masivos en Intel
Desde agosto de 2024, la compañía estadounidense, hoy en manos taiwanesas, anunció que tomaría medidas drásticas para hacerle frente a la difícil situación. De esta forma, prescindieron de los servicios de 15.000 trabajadores, alrededor del 15% de toda su fuerza laboral.
Según Intel Corporation, esto reduciría costos por al menos US $10.000 millones. Fueron tan radicales los cambios al interior de la multinacional que Pat Gelsinger, director general el año pasado, también perdió su trabajo dándole paso al actual CEO, Lip-Bu Tan.
Sin embargo, Intel se mantuvo sin una cabeza visible desde el 2 de diciembre de 2024, fecha de salida de Gelsinger, hasta el 18 de marzo de 2025, día en el que llegó a la empresa Lip-Bu Tan. Este malayo de 65 años prometió meter de lleno a la compañía en la onda de la IA.
Un recorte de 20.000 empleados
De acuerdo con Bloomberg, Intel planea despedir a 20.000 de sus 100.000 empleados durante el segundo semestre de este año. Todo esto con el fin de, otra vez, reducir gastos operativos que hagan más eficiente el trabajo de todo los departamentos dentro de la multinacional.
Y aunque la multinacional haya cerrado el primer trimestre de 2025 con ingresos netos por US $12.700 millones, darle vuelta a la situación “no ocurrirá de la noche a la mañana”, como dijo Lip-Bu Tan, actual CEO de Intel. Además, la escueta ganancia de 7,2% por parte de los inversionistas en bolsa no es una buena señal.
El objetivo de la organización es frenar los costos operativos de 2025 en US $17.000 millones y US $16.000 millones en 2026. Lip-Bu Tan también tuvo opiniones sobre la estructura interna de Intel, pues para él, que existan ocho jefaturas antes del directivo de cada área, convierte a la compañía en una burbuja “burocrática innecesaria”.
Por último, el nuevo director general de la empresa tecnológica también advirtió que admitirá que menos trabajadores desarrollen sus funciones desde casa; pasando de tres días en la oficina a cuatro en una movida por darle la vuelta a la complicada situación que vive Intel actualmente.