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La Comisión Europea (CE) lanzó una nueva salva contra Google este miércoles al acusar al gigante estadounidense de "abuso de posición dominante" en el mercado de los dispositivos móviles con su sistema operativo Android, que controla más del 80% del mercado mundial.
Esta nueva ofensiva apunta al lucrativo mercado de los dispositivos móviles, en momentos en los que el sector rápidamente está superando en ventas al tradicional mercado de los computadores. (Lea "Google pasa a la defensiva en Europa")
Según la Comisión, Google "persigue una estrategia" para los dispositivos móviles que apunta a "preservar y reforzar su posición dominante en el sector de las búsquedas generales en internet" imponiendo a los fabricantes de los dispositivos que preinstalen 'Google Search' y el navegador Chrome.
"Las conclusiones preliminares de nuestra investigación señalan que estas prácticas infringen las leyes de competencia de la UE", dijo Margrethe Vestager, comisaria europea de Competencia, en una conferencia de prensa realizada este miércoles.
La presunta posición dominante de Google no se limita únicamente a las búsquedas en internet sino que se extiende a los sistemas de explotación que necesitan una licencia y los quioscos de venta de aplicaciones en línea para el sistema operativo Android, esto es el 'Google Play Store'.
Un freno a la innovación
Según la Comisión, Google "subordina" la autorización de licencias para algunas de sus aplicaciones "a la obligación para los fabricantes de preinstalar Google Search y el navegador Chrome de Google", haciendo del primero el servicio de búsqueda por defecto de sus aparatos.
Esto es el caso, según la Comisión, para los fabricantes que deseen preinstalar 'Google Play Store'. Para esto deben preinstalar 'Google Search' y el navegador Chrome. Así, Google "limita la libertad de elección de los fabricantes".
Google también "impide a los fabricantes vender aparatos (...) que funcionen con sistemas operativos de la competencia basados en el código 'open source' de Android".
Android es un sistema "open source", de código abierto, que puede ser utilizado para crear un sistema operativo modificado.
Para la Comisión este modelo no plantea problemas, pero sí lo hacen los "acuerdos antifragmentación" que impone a los fabricantes que quieran preinstalar las aplicaciones de Google, mediante el cual éstos se comprometen a no vender aparatos con versiones revisadas del sistema Android.
"Esto tiene una incidencia directa en los consumidores en la medida en que les impide acceder a aparatos móviles innovadores basados en otras versiones, potencialmente superiores, del sistema operativo Android", señala la Comisión.
Finalmente, le reprocha que otorga incentivos financieros a los fabricantes y operadores "con la condición de que preinstalen en exclusividad Google Search".
Segundo caso contra Google
En una primera reacción, Google rechazó las acusaciones afirmando que "Android ayudó a promover un extraordinario y sostenible ecosistema, basado en el sistema 'open source' abierto a la innovación".
"Esperamos poder trabajar con la Comisión Europea para probar que Android está a favor de la competencia y de los consumidores", dijo Keant Walker, vicepresidente y consejero general de Google en un comunicado.
De comprobarse las acusaciones, la Comisión podría aplicarle una multa a Google de hasta 10% de su volumen de negocios, que representa la astronómica cifra de US$7.490 millones. La empresa registró en 2015 ventas por US$74.900 millones. Google tiene 12 semanas para responder a la Comisión.
La decisión de la Comisión fue celebrada por uno de los demandantes en el caso, la organización FairSearch, que agrupa a varias empresas y organizaciones como Trip Advisor o Nokia. "Es un paso decisivo para poner fin a las prácticas abusivas de Android", dijo Thomas Vinje, portavoz de FairSearch, en un comunicado.
Otro de los demandantes, el motor de búsqueda y portal ruso Yandex, el más utilizado por los rusófonos, también celebró la decisión: "Estamos seguros de que los avances en este caso van a tener una importancia significativa para garantizar una igualdad de oportunidades a nivel mundial".
La autoridad rusa de la competencia, FAS, también abrió una investigación por las mismas prácticas de Google.
Esta es la segunda ofensiva de la Comisión Europea contra Google. Hace un año acusó al gigante de internet de abuso de posición dominante con su motor de búsqueda.
La Comisión reprochó a Google por posicionar mejor sus propios servicios de viajes en su motor de búsqueda, en detrimento de los motores de búsqueda de sus competidores, como Bing de Microsoft.
Google consideró a fines de agosto "erróneas" las acusaciones de la Comisión, que aún no ha comunicado su decisión final.