
Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
¿Cuánto cuesta un celular gamer? ¿Debería costar más o menos que un celular convencional? Lo primero para contestar a estas preguntas es que un smartphone de este estilo potencia su procesador, su tarjeta gráfica y su sistema de enfriamiento para ser útil y eficiente durante largas sesiones de juego, especialmente en títulos competitivos o los mejor llamados deportes electrónicos (eSports).
Ese es el caso del Infinix GT 30 Pro que en El Espectador probamos en busca de llevar al límite de su rendimiento, no solo jugando videojuegos, sino en tareas tan cotidianas de cualquier dispositivo móvil como chatear, ver videos y revisar redes sociales. Para todo eso fue muy útil su almacenamiento interno de 512 GB, memoria RAM de 24 GB, pantalla AMOLED de casi siete pulgadas y diseño especial.
Comenzando por sus luces en la parte posterior que se iluminaban cada vez que recibíamos una notificación o escuchábamos música durante horas; porque esa es otra característica rescatable de este celular gamer, su batería. Con una capacidad de 5.500 mAh, podíamos hacer un uso intensivo (jugar, ver TikTok y escuchar música en Spotify) durante dos días seguidos con una sola carga. Algo impresionante.
Además de sus 144 Hz de tasa de refresco y 1,5 K de resolución en pantalla, uno de los diferenciales de este Infinix es que mientras probamos videojuegos tan sencillos como 8 Ball Pool, pero también tan exigentes como EA Sports FC Mobile, podíamos elegir un modo de rendimiento que iba desde el más conservador, pasaba por el estándar, hasta llegar al modo rendimiento superior en juegos.
¿Qué hace que un celular sea gamer?
Hay muchos factores a considerar para rotular a un dispositivo como gamer o no, pero sin duda el más importante es el procesador. En el caso de este smartphone que tuvimos aprueba, es un MediaTek Dimensity 8350 Ultimate. En otras palabras, tiene un cerebro que le permite ejecutar juegos a 120 FPS durante horas sin sufrir bajones de frames, drenar la batería de forma excesiva y calentarse demasiado.
Solo para que se hagan una idea. Mientras un celular promedio convencional se calienta considerablemente luego de dos horas de scrollear (deslizar hacia abajo), este no sube su temperatura gracias a su sistema de enfriamiento, que repetimos, está diseñado para mantener frio el celular mientras se juega. Sin embargo, no todo es maravilla con este dispositivo móvil, pues, como todos, tiene sus puntos flojos.
Un celular gamer no es para todo el mundo
Parece una obviedad, pero no está de más repetirlo. Si usted es un jugador casual o que no está interesado en entregas competitivas como juegos de disparos, en donde nos fueron muy útiles sus gatillos táctiles, este celular es mucho más de lo que necesita. Además, a pesar de no ser su enfoque en el mercado, tiene un limitado sistema de cámaras y bocinas que está muy por debajo, incluso de propuestas más económicas.
Aun así, desde este diario consideramos que su precio de COP 1.700.000 a 1.900.000 lo hace una opción recomendada, no solo para quienes busquen convertirse en gamers profesionales, sino también para aquellos usuarios que quieran que la batería y temperatura de su celular se mantengan estables. Dos características más que solicitadas por los consumidores modernos sin importar su edad e intereses.
