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Cali, mundo animal

Considerado uno de los tres mejores de América Latina, el zoológico de Cali alberga en sus once hectáreas más de dos mil animales. Los recién nacidos serán el atractivo en 2013.

Redacción Buen Viaje
05 de febrero de 2013 - 08:31 p. m.
/ Tomada de lapatilla.com
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Poco después de que abriera sus puertas en 1969, bajo la administración de Marino Rengifo Salcedo, los animales que habitaban las once hectáreas que hoy conforman el Zoológico de Cali morían de hambre o por falta de cuidado. El desorden administrativo era tan grande que muchas veces su comida terminó en las neveras de los empleados, y su cierre fue inevitable.

Sin embargo, desde que la Fundación Zoológico de Cali asumió el control en 1981, tigres, leones, tapires, osos de anteojos, flamencos, chigüiros, aves, cocodrilos, micos, lemures, tortugas, jaguares, canguros, lobos, llamas y antílopes, entre muchas otras especies, viven en un pequeño paraíso.

Cada año más de 500.000 visitantes recorren este zoológico considerado uno de los mejores de América Latina, después del de Puebla, en México, y el de Buenos Aires, Argentina. Este año, uno de los principales atractivos serán los animales recién nacidos. Se calcula que cada tres días hay un nacimiento. Algunos se quedan con sus padres y otros deben permanecer en una especie de guardería, en donde el cuidado y la supervisión están a cargo del personal del zoológico, cerca de 140 trabajadores

Todos estos bebés son encantadores. Pero la s miradas son especialmente para leones, lemures, titís de cabeza blanca, osos de anteojos y tortugas. Desde que llegaron al zoológico, luego de vivir por años en la hacienda Veracruz, una de las fincas de los hermanos Ochoa, los flamencos se convirtieron también en algunos de los animales más visitados. Al igual que las especies nativas, que conforman el 92% de este impresionante lugar, al que los adultos pueden ingresar pagando $14.000 y los niños, $9.000.

El 8% restante está dominado por leones, tigres, primates de Madagascar y Egipto y aves. Si el recorrido se hace con niños, vale la pena visitar el mariposario —se estima que en un solo mes pueden nacer hasta 2.600 mariposas—, el acuario, las áreas en donde se encuentran las serpientes, las iguanas, las ranas, las lechuzas, los búhos y los primates.

Y para hacer el paseo todavía más divertido existe la alternativa de alquilar pequeños carros y realizar cortas paradas para disfrutar de las zonas de descanso o de juegos infantiles. Además de la experiencia de observar a las criaturas que habitan los bosques, selvas, desiertos, mares y lagos de Colombia y el mundo, los visitantes pueden disfrutar de un espacio que invita al aprendizaje a través de actividades, como diseñar animales en cartón o elaborar un reloj de sol.

Desde su reapertura y posterior remodelación, hace poco más de 30 años, son varios los animales que se han robado el corazón de los turistas y la atención de los funcionarios por su pasado muchas veces trágico, su personalidad o una muerte repentina.

Algunos de los más recordados son Carlitos, una tortuga gigante de Galápagos que murió el 31 de diciembre de 2008 por una fractura en la mandíbula y que llegó por una donación a cambio de unos leones que fueron a parar al zoológico de Quito; Rino y Rina, una pareja de rinocerontes traídos desde Alemania y que fallecieron sin haber tenido cría (el esqueleto de Rina se exhibió por años, pues fueron los últimos rinocerontes que tuvo el zoológico); Stap, un oso pardo nacido en los bosques rusos, que quedó huérfano por culpa de unos cazadores y trabajó en un circo hasta que fue donado al zoológico; Inco y Sedona, dos tapires de montaña que llegaron en 2011, luego de dos décadas en las que no hubo ningún ejemplar de esta especie en el zoológico, y Lluvia y Carolina, una pareja de nutrias que tuvo 19 crías, 11 de las cuales llegaron a la edad adulta. De éstas, cinco fueron enviadas a Europa y Estados Unidos y el resto permanecieron en Cali. Carolina murió hace dos años y Lluvia no está en exhibición actualmente.

Al igual que sucede con el resto de zoológicos del mundo, la oportunidad de adentrarse en el mundo animal resulta sorprendente. Ver a gigantes de la selva, extraordinarias aves y llamativos peces interactuar y comportarse como si estuvieran en su hábitat es impresionante. Pero lo es todavía más la transformación que ha tenido este zoológico que estaba condenado a muerte y hoy es uno de los más admirados en la región, y ejemplo de conservación en el planeta.

Por Redacción Buen Viaje

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