Sumergirse junto a naufragios
Además de ser el lugar perfecto para avistar ballenas, las aguas del Pacífico colombiano se han convertido en uno de los puntos favoritos para quienes practican buceo. El mejor plan está en Bahía Solano, donde playas como El Cotudo y Piedra del Norte ofrecen ambientes para que principiantes puedan hacer inmersiones de entre cinco y veinte metros. Un plan para buzos con más pericia es el naufragio del buque de la Armada Nacional ARC Sebastián de Belalcázar, que participó en la batalla de Pearl Harbor.
Deslizarse entre montañas
Líneas de canopy hay muchas, pero que estén a 200 metros de altura y hagan un recorrido de 600 metros entre dos montañas, muy pocas en el mundo. Afortunadamente, una de ellas sobrevuela el municipio de Tobia, a dos horas de Bogotá. La aventura cuesta $40.000 y se puede hacer acostado, sentado o de cabeza. Además, es posible acompañarla de otras actividades como rafting y torrentismo
Volar sobre la playa
No es fácil lanzarse al vacío, pero hacerlo en compañía de expertos y, de paso, volar sobre el mar, muchas veces sirve como motivación para dar el salto. Esto es precisamente lo que hace la compañía Xielo en varios puntos del país como Cartagena. Aunque en este momento la operación está cerrada por algunos cambios en la Aerocivil, esperan volver en menos de dos meses con un precio cercano a los $650.000 por salto.
Pescando colores
Viajar a la sierra de La Macarena no sólo implica contemplar la belleza de Caño Cristales. Entre los muchos otros planes que se pueden hacer en el parque natural está la posibilidad de hacer una excursión de pesca deportiva, navegando durante cuatro días por el río Guayabero para capturar peces como la payara, el amarillo y el dorado. Durante el recorrido se pueden conocer lugares como El Raudal, Cachivera, La Vuelta del Diablo y Bocas del Osada.
Caminar arriba de la selva
La Amazonia colombiana es un mundo completamente diferente y la mejor forma de conocerlo es en el Parque Nacional Natural Amacayacu, al norte de Leticia. Allí, además de poder pasar la noche y avistar todo tipo de aves, reptiles, mamíferos y peces, los aventureros tienen la posibilidad de escalar árboles de 35 metros y caminar en puentes colgantes sobre la selva para terminar con un rápido descenso en rappel, eso sí, siempre en compañía de expertos.