Cuentan que en Aruba la felicidad es posible, ya que cada uno de los deseos que se le ocurran, se pueden cumplir allí, al sur del mar Caribe, donde el sol aparece casi todas las veces, especialmente entre mayo y octubre.
Sus playas —hay alrededor de diez— satisfacen las fantasías de los turistas ya que brindan la posibilidad de ser un oasis de descanso, o convertirse en aguas ideales para practicar algún tipo de deporte como el windsurfing, kitesurfing, snorkel o surf, además de poder observar los arrecifes coralinos y su innumerable lista de peces.
En esta isla las palmeras se balancean al ritmo del calipso, de aquellos sonidos que parecen tambores, que se introducen en la piel y llegan incluso hasta su punto más alto, el Monte Jamanota, al que todos ven desde cualquier punto gracias a sus 188 metros.
Sus más de 200 restaurantes en los que se degustan pescados, mariscos, keshi yena, estofado de langosta; los bares, casinos, las fiestas con atardeceres increíbles en las playas, los parques acuáticos y el todo incluido para que las grandes familias dejen las preocupaciones atrás, hacen que Aruba sea un destino perfecto para unas vacaciones.
¿Qué hacer?
- Excursiones de hasta 20 millas en el parque Nacional Arikok, que cubre el 18% de la isla y en el que se encuentran distintas especies de fauna y flora.
- Recorrido en la parte desértica de la isla que se puede realizar en jeep o en bicicleta, para hacer la experiencia más divertida.
- Kayak en algunas partes de la isla.
- Buceo y snorkel en toda la costa sur de Aruba.
- Windsurfing debido a sus aguas planas.
- Para los golfistas, hay un campo de 18 hoyos y dos de nueve.
- Ir a Palm Island para relajarse, descansar bajo el sol, disfrutar de las piscinas o practicar snorkeling, buceo con el Sea Trek o paseos en banana.