¿Quiere descubrir el llano colombiano más allá de sus paisajes infinitos? Esta región, marcada por la fuerza del joropo, la tradición ganadera, la biodiversidad y una historia que ha moldeado al país, guarda municipios que son auténticas puertas de entrada a su riqueza cultural y natural.
El llano colombiano es un territorio de contrastes donde la tradición se mezcla con la naturaleza en su estado más puro. Entre sabanas que parecen no tener fin, ríos caudalosos y atardeceres encendidos, se respira la esencia de una cultura marcada por la ganadería y la hospitalidad de su gente. Es por esto que aquí le recomendamos cinco lugares en donde puede vivir completamente la experiencia de los llanos.
Villavicencio
Villavicencio es la capital del departamento del Meta y la puerta de entrada a los Llanos Orientales colombianos. Ubicada estratégicamente donde los Andes orientales se desdibujan para convertirse en las infinitas planicies de la Orinoquía, esta dinámica ciudad se ha consolidado como el mayor centro comercial y financiero de la región, ofreciendo una rica oferta turística que incluye sitios emblemáticos como el Bioparque Los Ocarros, el Parque Temático Las Malokas, la Catedral Nuestra Señora del Carmen y monumentos representativos como el Monumento a los Fundadores de Rodrigo Arenas Betancourt y el Monumento a las Arpas.
Uno de sus mayores atractivos es su gastronomía, la cual destaca por los sabores regionales como los característicos ahumados, especialmente la famosa mamona llanera, mientras que su arquitectura colonial y espacios verdes como el Parque de los Libertadores y el Parque de los Fundadores reflejan su rica historia y desarrollo urbano.
Sin embargo, si quiere conocer la verdadera esencia de Villavicencio está manifiesta en sus expresiones culturales y festividades que celebran las tradiciones llaneras, siendo el Torneo Internacional del Joropo su evento más emblemático desde 1960, donde miles de parejas se presentan en el joropódromo al ritmo del arpa, cuatro y maracas. El Mundial de Coleo, que atrae participantes de países como México, Venezuela, Panamá y Estados Unidos, demuestra la destreza de los jinetes llaneros en este deporte autóctono, mientras que las Rutas Camineras como Cristo Rey y Vereda El Carmen permiten a los visitantes explorar paisajes naturales y avistar fauna nativa.
Tame
Tame es un municipio del departamento de Arauca, ubicado a 343 metros sobre el nivel del mar en una meseta que forma parte de la Cordillera Oriental, entre los ríos Tame y Cravo. Su territorio es amplio (6.499 km²) y cuenta con varios pisos térmicos: desde el frío de la Sierra Nevada del Cocuy hasta el clima cálido de las sabanas llaneras, donde la temperatura promedio es de 29 °C.
La identidad cultural y económica de Tame se refleja en la tradición llanera, especialmente a través del joropo. En sus presentaciones, las mujeres lucen faldas coloridas decoradas con paisajes llaneros y blusas blancas, mientras los hombres portan el tradicional liki liki, símbolo del trabajador de los llanos.
El municipio cuenta con importantes atractivos turísticos como el Parque Natural El Cocuy, con sus glaciares y lagunas de gran belleza; el Parque Los Morichales, donde se conserva la palma de moriche considerada sagrada por los pueblos indígenas; y el Museo del Hombre Llanero, que resalta la cultura regional. En el área urbana destacan espacios como el Parque General Santander, la Plazoleta del Encuentro Bolívar y Santander, y el Monumento a los Lanceros, que evocan la memoria histórica y libertadora de la región.
Yopal
Yopal, la capital del departamento de Casanare se ha convertido en una de las capitales departamentales más jóvenes de Colombia y en el “porche delantero” de los Llanos Orientales. Esta ciudad, que toma su nombre de la abundancia de Anadenanthera peregrina en la región y que antiguamente estuvo habitada por los indígenas Achagua, representa una región donde la tradición ganadera se ha fusionado con la conservación ecológica. Rodeada por vastas sabanas, ríos caudalosos y humedales donde abundan las aves, el municipio ofrece un paraíso natural que cautiva a fotógrafos y amantes de la naturaleza con paisajes alucinantes que incluyen ranchos ganaderos tradicionales, la Piscina Natural La Aguatoca con sus aguas cristalinas, la Cascada La Calaboza de aguas verde esmeralda, y el Mirador de la Virgen de Manare que ofrece vistas panorámicas de la ciudad y las llanuras circundantes.
La experiencia aquí y en los municipios cercanos de Pore y Paz de Ariporo trasciende el simple turismo para convertirse en un safari latinoamericano, donde los emprendedores locales han adaptado las enormes haciendas ganaderas para recibir visitantes interesados en la naturaleza y la cultura llanera. Durante el día, los turistas pueden observar anacondas, monos, osos hormigueros, carpinchos alimentándose en la hierba cubierta de rocío, e incluso intentar fotografiar al escurridizo jaguar, mientras que por las noches se sumergen en la auténtica cultura llanera con abundantes comidas tradicionales, música de joropo interpretada con arpa y cuatro, y bailes típicos.
Puerto Carreño
Puerto Carreño es un municipio fronterizo que sirve como capital del departamento del Vichada y se posiciona como el principal puerto fluvial de Colombia sobre el río Orinoco. Esta ciudad representa la antesala de las extensas sabanas indómitas de la Orinoquía norte colombiana. Su economía depende en gran medida de su capacidad para abastecer las necesidades de pueblos remotos y del comercio con Venezuela, mientras que su diversidad cultural surge de la convivencia armoniosa entre los llaneros dedicados a la actividad ganadera y los pueblos indígenas con su sabiduría ancestral.
Si usted desea ir, Puerto Carreño se ha consolidado como un destino de turismo sostenible y punto de encuentro ecológico que alberga tesoros naturales de importancia mundial, destacando el Parque Nacional Natural El Tuparro que protege un tramo importante del Orinoco y alberga más de un centenar de especies de aves, y el famoso Raudal de Maipures, declarado por Alexander von Humboldt como “la octava maravilla del mundo” por el poder de las aguas del Orinoco comprimiéndose en un canal estrecho. La Reserva Natural Bojonawi complementa la oferta ecoturística con su biodiversidad de 1,500 especies de plantas y animales, incluyendo jaguares, pumas y nutrias, mientras que el Mirador del Cerro de la Bandera ofrece vistas panorámicas únicas de la ciudad y el Orinoco, especialmente espectaculares durante el amanecer sobre la llanura venezolana.
Mesetas
Mesetas es un municipio del Meta que se ha transformado de ser uno de los territorios más afectados por la violencia a convertirse en un destino turístico excepcional tras los acuerdos de paz de 2016. Ubicado a seis horas de Bogotá y privilegiadamente situado dentro del Parque Nacional Natural Serranía de la Macarena, este municipio alberga más de 50 atractivos turísticos que incluyen cascadas, ríos, cañones, miradores, cuevas y puentes naturales. Su economía tradicional basada en ganadería doble propósito y agricultura de plátano, yuca, cacao de exportación y café premiado internacionalmente, se ha diversificado hacia el turismo sostenible, generando nuevos empleos para jóvenes, comercios locales, restaurantes, transportadores y hoteles que ahora forman parte de la cadena productiva del sector.
El territorio se distingue por su riqueza hídrica y biodiversidad, destacando el famoso Cañón del río Güejar, donde se practica rafting y se encuentra el mítico Indio Acostado que comparte con San Juan de Arama, las piscinas naturales del Limón, la espectacular cascada del Arenal con más de 70 metros de caída, y la unión de los ríos Lucía y Güejar con aguas de diferentes temperaturas en la vereda Guaimaral. Como parte de la Ruta Turística Sierra La Macarena, Mesetas se ha consolidado también como destino para el avistamiento de aves, participando en el Global Bird Day con especies como el Gallito de Roca, Hoazín y Tucán Silbador.
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