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Hacer senderismo es una actividad completa que combina ejercicio físico, paisajes impresionantes y una sensación de calma y conexión con la naturaleza. No es casualidad que muchos lo llamen un “baño de naturaleza”, ya que permite desconectarse del ritmo acelerado de la vida diaria y recargar energías al aire libre. Sin embargo, antes de lanzarse a la aventura, es importante estar bien preparado. ¿Qué implementos son esenciales para no parecer un principiante y evitar contratiempos en el camino?
Carlos Avellaneda, socio y fundador de Caminantes del Retorno, enfatiza la crucial importancia de la planificación meticulosa antes de emprender cualquier aventura en senderos naturales. Esta preparación no solo es fundamental para preservar el entorno y proteger las zonas de biodiversidad, sino también para garantizar una experiencia enriquecedora tanto en el aspecto cultural como natural. Sin una adecuada preparación previa, se corre el riesgo de generar impactos negativos significativos en estos delicados ecosistemas.
Lo primero que debe considerar es la vestimenta, ya que esta debe adaptarse a diversas variables ambientales y logísticas. El clima es un factor clave, por lo que es fundamental anticipar la temperatura, la humedad, las precipitaciones, el viento y posibles cambios térmicos bruscos. Asimismo, el tipo de entorno influye en la elección de la indumentaria, pues un paisaje desértico requiere un equipamiento distinto al de una zona de vegetación densa. También es importante contar con protección adecuada frente a la fauna local, como insectos o arácnidos que puedan representar un riesgo.
La duración de la actividad es el tercer factor fundamental que determina la selección de la vestimenta. Una caminata breve de algunas horas tendrá requerimientos significativamente diferentes a una expedición que se extienda por varios días, lo que implica considerar no solo la cantidad de ropa necesaria, sino también su versatilidad y capacidad de adaptación a diferentes condiciones que puedan presentarse durante el trayecto. Esta planificación cuidadosa de la vestimenta garantiza tanto la seguridad como el confort durante toda la experiencia.
Tenga en cuenta lo siguiente:
- Material adecuado: Para caminar largas distancias, es recomendable elegir ropa de fibras sintéticas, ya que permiten una mejor transpiración y secado rápido. El algodón y la lana pueden retener humedad, lo que aumenta el riesgo de incomodidad e incluso hipotermia en climas fríos.
- Teoría de las tres capas: Para garantizar confort y protección, se recomienda usar tres capas: una primera capa transpirable y ajustada para evacuar la humedad, una segunda capa térmica para conservar el calor corporal y una tercera capa impermeable y cortavientos para protegerse de la lluvia y el viento.
- Protección contra el clima: Es importante revisar las condiciones climáticas antes de la caminata y elegir prendas adecuadas. En climas cálidos, la ropa con protección UV es ideal, mientras que en climas fríos o de alta montaña, las capas térmicas y cortavientos son fundamentales para evitar la pérdida de calor.
- Comodidad y movilidad: La ropa debe ser ligera y flexible para facilitar el movimiento. Prendas demasiado pesadas o ajustadas pueden generar fatiga innecesaria. Además, es recomendable elegir ropa con costuras planas y materiales que reduzcan la fricción para evitar rozaduras durante la caminata.
- Protección contra el entorno: En senderos con vegetación densa o presencia de insectos, los pantalones largos ayudan a evitar arañazos, picaduras y contacto con plantas venenosas. También es útil contar con accesorios como gorra, guantes o pasamontañas para protegerse del sol, el frío o el viento.
El calzado es un elemento crítico para cualquier excursión, enfatiza Avellaneda, y su elección inadecuada puede transformar una experiencia agradable en una travesía peligrosa y difícil. Por ejemplo, utilizar calzado urbano como las zapatillas Converse, que no están diseñadas para terrenos irregulares, puede resultar no solo incómodo sino también riesgoso para el senderista. Es fundamental comprender que el calzado apropiado debe proporcionar un agarre sólido y ofrecer protección específica para el tobillo, características que el calzado casual simplemente no puede brindar.
Algunos consejos para elegir el tipo de calzado son:
- Impermeabilidad y confort: Es fundamental elegir calzado impermeable para mantener los pies secos, lo que no solo aumenta la comodidad, sino que también previene ampollas y otras lesiones, especialmente en caminatas largas o en terrenos húmedos.
- Calzado especializado: Invertir en botas de hiking es la opción más segura. Estas están diseñadas para brindar estabilidad, confort y durabilidad, adaptándose a distintos tipos de terreno y condiciones climáticas. Si no es posible adquirir botas especializadas de inmediato, es indispensable al menos optar por calzado con buen agarre y evitar completamente las suelas lisas, puesto que pueden ser peligrosas en cualquier tipo de superficie natural.
- Suela con buen agarre: Una suela antideslizante es esencial para evitar resbalones y caídas en terrenos irregulares. Es importante elegir calzado con un buen patrón de tracción que se adhiera bien a superficies húmedas, rocosas o fangosas.
- Soporte para el tobillo: Las botas de caña media o alta son ideales en senderos con rocas sueltas o desniveles, ya que proporcionan mayor estabilidad y reducen el riesgo de torceduras, una de las lesiones más frecuentes en el senderismo.
Equipo y mochila
“El senderismo, como actividad física exigente, requiere una evaluación honesta de nuestras capacidades y limitaciones personales”, señaló Avellaneda.
Las condiciones de salud preexistentes, lesiones o incapacidades físicas pueden ser factores limitantes para esta actividad. Sin embargo, el experto también destaca que muchos desafíos pueden superarse con la mentalidad adecuada y un enfoque progresivo. La clave está en aprender a gestionar esas respuestas corporales ante diferentes condiciones ambientales, mantener una hidratación adecuada y proteger apropiadamente de los elementos.
Una de las lecciones que es más importante considerar es la elección del morral o mochila, pues esta se convierte en un aspecto fundamental para cualquier excursión de senderismo. Para principiantes, aunque es aceptable comenzar con una mochila convencional, la progresión natural debería dirigirse hacia la adquisición de equipamiento especializado. Y es que las mochilas diseñadas específicamente para senderismo se distinguen por su construcción con materiales más livianos, pero altamente resistentes, además de incorporar características especiales como secado rápido e impermeabilidad, que las hacen significativamente más adecuadas para su uso en entornos naturales.
Las características específicas que debe reunir una mochila de senderismo son:
- Ergonomía y comodidad: Es fundamental que la mochila tenga correas acolchadas y un soporte adecuado para la espalda, lo que permitirá distribuir el peso de manera eficiente y evitar molestias durante la caminata.
- Capacidad según la duración: Para caminatas cortas o de medio día, una mochila de 15 a 25 litros suele ser suficiente, mientras que para rutas más largas o exigentes, se recomienda una capacidad mayor para llevar provisiones adicionales.
- Ajuste y estabilidad: Modelos con correas ajustables en el pecho y la cintura brindan mayor estabilidad, evitando que la mochila se mueva excesivamente y permitiendo una mejor distribución del peso en el cuerpo.
Según menciona la guía de Caminantes del Retorno, la organización del contenido de la mochila requiere una consideración especial. Es esencial incluir alimentación ligera e hidratación suficiente para toda la duración de la caminata, mientras se mantiene un equilibrio para no sobrecargar innecesariamente el equipo. Se debe evitar el transporte de elementos frágiles como envases de vidrio, y es crucial proteger adecuadamente los dispositivos electrónicos y documentos personales contra la humedad y la lluvia.
¿Qué debe tener la mochila?
- Elementos esenciales para la hidratación:El agua es un recurso fundamental en cualquier caminata. Se recomienda llevar al menos 1 litro por cada dos horas de trayecto. Sin embargo, la cantidad puede variar según la temperatura, el esfuerzo físico y la disponibilidad de fuentes de agua en el camino. Si la ruta permite reabastecimiento en fuentes naturales, un filtro portátil o pastillas purificadoras pueden ser útiles para reducir peso sin comprometer la seguridad.
- Alimentos adecuados para el senderismo: La comida en una caminata debe cumplir dos funciones: mantener la energía durante el recorrido y proporcionar una opción sustanciosa en caminatas largas. Los snacks, como frutos secos, barritas energéticas y frutas deshidratadas, son fáciles de transportar y aportan nutrientes esenciales sin ocupar mucho espacio. Para recorridos más extensos, se recomienda llevar alimentos más consistentes como sándwiches, pan con queso maduro o fiambres, e incluso pasta cocida en un recipiente bien sellado. Es importante evitar productos perecederos y optar por opciones que soporten bien las condiciones del camino sin necesidad de refrigeración.
- Protección solar y accesorios para el entorno: La exposición prolongada al sol puede ser perjudicial, por lo que es imprescindible llevar bloqueador solar, gafas de sol con filtro UV y un sombrero o cachucha que proteja el rostro y la cabeza. Estos elementos son fundamentales tanto en climas cálidos como en altitudes elevadas, donde la radiación solar es más intensa.
- Higiene personal y primeros auxilios: Los productos básicos de higiene incluyen papel higiénico en un contenedor impermeable y gel sanitizante. Un botiquín personal con curitas, desinfectante, analgésicos y cualquier medicamento de uso regular es imprescindible. Si se tiene alguna condición médica específica, es fundamental asegurarse de llevar suficiente medicación para todo el recorrido y comunicarlo a los acompañantes en caso de emergencia.
- Documentos y objetos personales: Es recomendable llevar siempre documentos personales como la cédula y el carné de seguro médico en caso de emergencias. Si el recorrido requiere permisos especiales, estos deben estar en orden antes de iniciar la caminata.
Accesorios adicionales para llevar
Si se planea un viaje más largo, como un trekking o una travesía sin guía, es fundamental una preparación adecuada. Aunque en zonas como los Parques Nacionales Naturales de Colombia, la presencia de un guía es obligatoria, si la ruta lo permite, se viaja a otro país o se cuenta con la experiencia necesaria, es esencial llevar herramientas que garanticen la seguridad en todo momento.
- Herramientas tradicionales y tecnológicas: Los mapas físicos y brújulas son esenciales por su confiabilidad, mientras que los teléfonos móviles pueden complementar la navegación, aunque su batería y resistencia son limitadas.
- GPS especializado: Ofrece mayor precisión, mejor recepción satelital y resistencia en terrenos exigentes, pero es fundamental conocer su uso y contar con un plan de respaldo.
- Balizas de localización personal (PBL): Son una opción clave para expediciones prolongadas o en terrenos desconocidos, ya que permiten identificar la ubicación y emitir señales de emergencia mediante redes satelitales.
El kit de supervivencia y seguridad personal constituye un elemento indispensable en cualquier excursión de senderismo. Este debe incluir elementos fundamentales como una lámpara frontal con baterías funcionales, que permite mantener las manos libres mientras proporciona iluminación LED eficiente, un silbato para situaciones de emergencia que puede ser crucial para el rescate o para ahuyentar animales salvajes, y una navaja o herramienta multifuncional para diversas necesidades que puedan surgir durante la expedición.
La atención médica preventiva es igualmente crucial, por lo que un kit de primeros auxilios bien equipado debe ser parte del equipo básico. Este debe contener elementos esenciales como tratamientos para ampollas, vendajes de varios tamaños, desinfectantes, y medicamentos básicos incluyendo analgésicos, antiinflamatorios y antihistamínicos.
Finalmente, existe una categoría de equipamiento opcional que, aunque no es esencial para la seguridad, puede mejorar significativamente la experiencia del senderismo. Los bastones de marcha, por ejemplo, proporcionan mayor estabilidad en terrenos irregulares y ayudan a reducir la fatiga en caminatas extensas, especialmente en rutas con pendientes pronunciadas. Otros elementos como binoculares para observación de la naturaleza, o una cámara para documentar la experiencia, pueden enriquecer la actividad sin comprometer la seguridad o la capacidad de carga del excursionista.
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