Talento colombiano brilla en reconocido hotel de República Dominicana

Renaissance Jaragua Santo Domingo Hotel & Casino.

Foto: Marriott International

Renaissance Jaragua Santo Domingo Hotel & Casino anunció el nombramiento de su nuevo chef ejecutivo, Luis Ortiz, quien desde diciembre de 2021 está a cargo de supervisar todas las operaciones gastronómicas del hotel, el menú para servicio a la habitación, así como los servicios para catering y banquetes.

Originario de Colombia, Luis comenzó su carrera en la industria culinaria mientras realizaba sus estudios. Tras realizar su trayectoria profesional en diferentes restaurantes de su natal país, Luis adquirió diversas técnicas y conocimiento que puso en práctica dentro del sector de la hospitalidad.

Así, a lo largo de sus más de 10 años de trayectoria en el mundo culinario, Luis ha ocupado diversas posiciones dentro del sector hotelero, siendo la primera como Supervisor de Cocina de cuatro restaurantes en JW Marriott Hotel Bogotá. Posteriormente obtuvo el cargo de Sous Chef en la apertura de Medellín Marriott Hotel, donde obtuvo experiencia en la operación del área de banquetes, y finalmente como chef ejecutivo y gerente de Alimentos y Bebidas para Courtyard by Marriott Ciudad de Panamá.

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En su nueva posición como Chef Ejecutivo de Renaissance Santo Domingo Jaragua Hotel & Casino, Luis Ortiz está a cargo de elevar e innovar la oferta gastronómica de los dos restaurantes del hotel: Luna Restaurant y Sol Pool Lounge & Restaurant, los cuales ofrecen diferentes platillos de cocina internacional con ingredientes locales.

Desde su llegada, Luis Ortiz ha asumido la responsabilidad de potencializar las experiencias que se le ofrecen a los huéspedes utilizando los sabores locales, generar nuevas activaciones para que tanto huéspedes, como el público local, puedan vivir la experiencia Renaissance, tal como se realizó en “Amor Unplugged”, como nombró el chef Ortiz a la experiencia durante la noche de San Valentín que incluía una cena maridaje con cervezas 100 % artesanales a cinco tiempos.

En esta cena, la sensación fue un dulce desastre, nombre del postre que fue servido y construido directamente en la mesa por el chef ofreciéndole al comensal el gusto de percibir las distintas texturas y sabores.

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