Turismo

Travesía por Suramérica y Canadá

Debo admitirlo. Me encanta la cara de las personas cuando les digo en qué trabajo. Incluso, recuerdo que me han dicho: "quiero darme un tiro de la envidia que me das".

El Espectador
28 de mayo de 2012 - 04:45 p. m.

Pues sí, tengo un buen trabajo, pero mis responsabilidades no se quedan en viajar, disfrutar y escribir (como la mayoría de la gente piensa). Siento que sobre mí está la responsabilidad de dar a conocer lugares maravillosos de nuestro planeta y lograr que los lectores se enamoren de ellos tanto como lo he hecho yo.

Una de las experiencias más increíbles fue cuando el crucero de lujo Azamara de Royal Caribbean me invitó a recorrer Suramérica. Cuando lo vi por fuera no podía creer que me estaba subiendo a un barco tan ostentoso sin pagar ni un solo peso, además, también le costearon los gastos a un acompañante porque querían que viviera la travesía en pareja. Fui con mi novio, todo fue maravilloso. Visitamos Río de Janeiro,una ciudad imponente, que destila suntuosidad y fiesta, especialmente en la zona de Copacabana donde se encuentran los mejores restaurantes, tiendas, teatros y discotecas. En Brasil también estuvimos en Buzios y Paraty, dos parajes idílicos con más de 20 playas de arena blanca, aguas turquesa rodeadas de una vegetación deslumbrante. La riqueza cultural, la diversidad de panoramas y el calor de la gente de Brasil logró sorprendernos a ambos.?

El crucero continuó su recorrido en Punta del Este (Uruguay), una pequeña ciudad costera con casas hermosas y dos estilos de playas: la Mansa, ideal para las familias que desean tomar un placentero baño de mar, y la Brava, desde la cual se divisa la Isla de Lobos, y es perfecta para quienes prefierensolo contemplar las aguas más pi cadas del Atlántico. ?

Las dos últimas paradas fueron en las hermosas Montevideo, en Uruguay, y Buenos Aires, en Argentina, dos ciudades cosmopolitas, cuyas edificaciones mezclan los estilos art decó, neogótico y el francés. Todo el viaje parecía una luna de miel. Paisajes impactantes, comida exquisita y gente increíble. ?

Otro recorrido que me encantó fue el que hice a Canadá. Estuvo enfocado en la gastronomía, lo cual me pareció estupendo porque se conoce muy poco de su comida. Probé venado, alce, bisonte, caribú, conejo, pato y otros animales típicos que, aunque se pueden cazar, son criados en fincas. ?

En esta oportunidad nos hospedamos en una reserva hermosísima llamada Premiére Nations, que está ubicada en medio de un bosque cerca a Quebec, donde habitan los indios hurones. Es un hotel en donde se exhiben cuernos de algunas especies como parte de la decoración y las cobijas son de piel. ?

De Canadá también me encantó el recorrido por las cataratas del Niágara. Nos llevaron en helicóptero para verlas desde el aire. El panorama de toda la zona de frontera con Estados Unidos y los ríos que forman esta maravilla natural es impresionante. Definitivamente creo que se trata de un viaje que hay que hacer con la familia o la pareja, pero no solo, para poder compartir las impresiones que genera este imponente paisaje.?

Aunque todos los itinerarios siempre suelen ser sublimes, algo que realmente valoro es la posibilidad de conocer y compartir con gente nueva porque de este modo aprendo de otras culturas y formas de pensar. Considero que esto ha influido en mi crecimiento personal y me ha permitido estrechar lazos con personas de distintos países.

Por El Espectador

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