Turismo
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Un viaje por los sentidos

La ciudad de Hampi, en la India, se ha convertido en uno de los destinos turísticos más emblemáticos del país asiático.

Diana Maria Suaza Correa / Bangalore - India, Especial para El Espectador
20 de diciembre de 2014 - 02:06 a. m.
Templo Virupaksha
Templo Virupaksha

 Hace más de 600 años, el imperio de Vijayanagara fue fundado por Harihara I, - perteneciente al clan de Kuruba en el sur de la India - el emperador de la dinastia Sangama, reconocido por su poder y gobernanza en gran parte del país.

Hoy, las ruinas de lo que fue Vijayanagara se encuentran en un pequeño poblado llamado Hampi, ubicado al sur de la India, en el estado de Karnataka, y reciben anualmente más de un millón de turistas que llegan al lugar en busca de los vestigios de una época extinta que aún reposan en los templos, palacios y esculturas rodeadas de un paisaje exótico, largas extensiones montañosas y bañados por cuerpos rocosos gigantescos.

El ‘Conjunto Monumental’ que es como se denomina al circuito turístico de Hampi, contiene aproximadamente 365 templos de 2000 que según investigadores y científicos fueron construidos a lo largo de la consolidación del Imperio.

El templo de ‘Vishnupada', por ejemplo, tiene talladas en sus paredes algunas escenas del famoso libro del Kamasutra; el templo subterráneo ‘Prassana Virupaksha’, tallas de piedra del dios Ganesh asombrosamente bien conservadas. En medio de los lagos, majestuosos paisajes e inolvidables atardeceres los visitantes pueden encontrarse con los establos de los elefantes, que en época de antaño eran usados para transportar a la realeza india; el templo de la flor de loto, rodeado por un espacioso y colorido jardín de flores amarillas y rojas; el extenso y cristalino río Tungabhadra; el templo de los micos que cuenta con aproximadamente más de 600 langures habitandolo; son algunos de los atractivos turísticos del complejo que puede encontrar allí.

Turistas y habitantes afirman que es posible conocer la gran mayoría del complejo monumental en tres días que también alcanzan para actividades de todo tipo, desde las más relajantes hasta las más extremas, como alpinismo en las horas de la madrugada, acompañado de un desayuno típico indio. El momento de relajación llega en la noche con la luz de las estrellas ofreciendo un espectáculo en el cielo.

Para llegar a este paraíso terrenal hay varias opciones. Una de las que más prefieren los ‘mochileros’, que generalmente salen desde la ciudad de Bangalore, es viajar en horas de la noche pues el trayecto dura aproximadamente 12 horas hasta la estación de ‘Hospet’, en donde se debe tomar otro medio de transporte hasta el poblado de Hampi, ubicado a 45 minutos desde la estación.

Las opciones de turismo son amplias, los más osados hacen el recorrido sin ningún guía asignado rentando bicicletas o motocicletas. Pero para los que quieren un viaje más tradicional y están interesados en la información arqueológica e histórica sobre el antiguo imperio, existen los rickshaw - mototaxi indio – o las visitas guiadas que se ofrecen en las agencias de viaje del Bazaar de Hampi, zona central del poblado.

También se cuenta con una variada selección de restaurantes dependiendo de lo que busque; desde comida tradicional india hasta omelette inglés.
La venta de comida en las calles no pasará desapercibida nunca en la India: agua de coco, bananas y una gama diversa de frutas cautivarán todos sus sentidos. Venta de diversas presentaciones de harina de trigo (chapati, dosa, roti), vegetales sofritos (gobi manchurian), pizza de huevo, gooldie, helado con esencia de vainilla y trozos de pistacho, arroz, salsas y guisos (saubern y palea) como acompañantes, son algunos de los platos típicos.

Si existe algo que cautive de la India y en especial de un poblado tan lejano de la polución y el estrés de la ciudad, es la diversidad de olores que puede percibir en un instante; la mezcla la fragancia del riego de las hojas de las palmas de coco y banano en el albor de la mañana con el olor de la cebolla, el tomate, el chili y las especias indias en un sartén conservándose para el desayuno, deleitan el paladar de los turistas durante su estadía, resultando en un momento fascinante dejando a la expectativa de más de una nueva sensación para cada uno de sus sentidos.


Alpinismo en Hampi

Es otra de las actividades que más practican los visitantes. La disposición de los cuerpos rocosos a lo largo de las cadenas montañosas lo dejará asombrado, no solo por los diferentes grados de dificultad de las rocas sino por uno de los mejores premios que obtendrá al llegar a la cima: la vista sobre el horizonte y todo aquello que rodea el complejo monumental.

La renta del equipo consta de zapatos, arneses y todos los instrumentos necesarios para disfrutar de un día de actividad física; los precios comienzan desde las 100Rps –unos 32.000 pesos colombianos- en adelante dependiendo de lo que se solicite en la zona de renta.

Para finalizar su estadía y conservar algunos recuerdos materiales del imperio de Vijayanagara se cuenta con diferentes tiendas de artesanías en el ‘Soolei Baazar’ en donde puede comprar joyería, agendas, camisetas, y diferentes souvenirs para usted y sus seres queridos.

Sin lugar a dudas, si usted realiza un viaje a la India y anda en busca de conectarse con la grandeza de la naturaleza y sus paisajes no puede perderse la oportunidad de visitar las ruinas del imperio de Vijayanagara en Hampi, la fascinante arquitectura y excelente conservación de la mayoría de sus templos lo harán disfrutar una experiencia, que más allá de lo memorable que pueda ser, lo hará consciente de la belleza de los paisajes y de la forma en la que el ser humano ha intervenido en ellos con el único propósito de adaptar la tierra a las necesidades que el espacio y el tiempo le ha exigido.

Por Diana Maria Suaza Correa / Bangalore - India, Especial para El Espectador

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