Una ruta para descubrir las raíces de Puerto Rico

El pasado indígena de Latinoamérica es una de sus fortalezas en lo que a turismo se refiere. Conocidos son los casos de los incas y los mayas, cuyos vestigios atraen a millones de viajeros al año a destinos como Perú y México. Pero no son las únicas culturas por descubrir en la región y varios países se han dado cuenta de ello y están abriendo recorridos para darles visibilidad a sus patrimonios.

Es el caso de Puerto Rico, que a inicios de este mes inauguró la Ruta Taína, un recorrido especialmente diseñado para conocer las tradiciones de esta cultura, que una vez dominó las Antillas. El trayecto, desarrollado de la mano de arqueólogos y expertos en conservación, atraviesa el país de norte a sur, desde Arecibo hasta Ponce, pasando por las playas y los bosques más bellos de la isla.

La ruta se puede dividir en cinco etapas, siendo Arecibo el punto de partida. Este municipio costero le debe su nombre al cacique Arasibo, quien vivía en la región, y se destaca por tener un gran sistema de cavernas, entre las que se encuentra La Cueva del Indio, una de las más famosas y visitadas de todo el país, tanto por la impresionante vista que ofrece al estar ubicada bajo un acantilado sobre el océano, como por poseer la mayor concentración de petroglifos (grabados sobre la roca) en la isla.

En este lugar, las olas del mar chocan contra la piedra caliza, por lo que es recomendable visitarlo en compañía de un guía. La entrada es gratuita. Si el senderismo no es lo que busca, hay opciones como el Faro, que también tiene una gran vista al océano, acompañada por un parque temático alusivo a la cultura puertorriqueña, desde los indígenas hasta la colonización española.

La segunda parada es en Utuado, un pueblito ubicado en la zona central de Puerto Rico, bautizado en honor al cacique Otoao, cuyo nombre  significa “entre montañas”, una clara referencia a su geografía. Esta se puede apreciar especialmente  en el Parque Nacional del Río Tamaná, donde el plan es hacer turismo de aventura y naturaleza por  veredas indígenas hasta llegar al Centro Ceremonial Indígena de Caguana, el santuario más importante de las Antillas, con acceso a monumentales piezas arqueológicas y al Monte del Cemí, la montaña sagrada de los taínos.

Luego sigue Adjuntas, en donde hay que parar a ver el batey indígena y la vista que ofrece sobre el bosque montañoso antes de seguir a la cuarta región: Jayuya. Este pequeño municipio es conocido como la capital indígena de Puerto Rico. Vale la pena subir hasta el cerro de la Punta, el más alto del país, a contemplar el Mural de Zama, uno de los más emblemáticos de la cultura taína, o recorrer el área recreativa de La Piedra Escrita, un conjunto de petroglifos que relatan la historia de la tribu sobre el río Saliente, perfecto  para refrescarsey descansar.

La travesía termina en Ponce, la segunda ciudad más grande de la isla. Ubicada en la costa sur, resguarda el Centro Ceremonial Tibes, uno de los yacimientos arqueológicos indígenas más  antiguos del Caribe, que contrasta  con las murallas coloniales que cercan el casco urbano. Este es el lugar ideal para aprender los últimos detalles de la vida de los taínos.

Son 20 guías turísticos capacitados y 14 hospedajes disponibles para realizar la Ruta Taína. Mientras la hace, puede aprovechar para aprender algunas de las palabras que esta cultura le aportó al español: “iguana”, “manatí”, “canoa” y “barbacoa”. Playas, bosques, aventura y cultura componen esta nueva oferta, recomendada para unas vacaciones distintas de final de año.